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Si está en busca de una planta versátil que se adapte tanto a exteriores como a interiores sin causar problemas, la Aralia se presenta como una excelente opción. Y es que conocida como una planta perenne originaria de Asia, se ha ganado un lugar especial en jardines, patios y hogares gracias a su notable rusticidad y belleza.
Conocida científicamente como Fatsia japonica, es una planta perteneciente a la familia Araliaceae, que se caracteriza por ser un arbusto perenne, capaz de mantener su atractivo follaje durante todo el año. Sus hojas son uno de sus rasgos más distintivos: grandes, lobuladas y palmeadas, las cuales pueden alcanzar hasta 45 cm de diámetro, ofreciendo un aspecto exuberante y tropical. Una ventaja es que si está en condiciones óptimas al aire libre, puede crecer hasta los 5 metros de altura.
Su floración ocurre a mediados de agosto, produciendo pequeñas flores blanco-verdosas agrupadas en sombrillas, similar a las de la hiedra, las cuales posteriormente dan lugar a bayas oscuras y redondeadas. Es importante señalar que la floración es menos común cuando la planta se cultiva en interiores.
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Entre sus variedades más populares están:
- Fatsia japonica Spider’s Web: Se destaca por sus brotes que emergen de un color blanco puro, los cuales tienen una textura fina, asemejándose a una telaraña, de ahí su nombre. Además, conforme las hojas maduran, los brotes blancos van adquiriendo gradualmente tonos verdes, creando un contraste visual llamativo,
- Fatsia japonica Camouflage: Esta variedad se caracteriza por un diseño único en sus hojas, pues tienen una combinación de tonos verdes y amarillos que se entrelazan creando un efecto camuflado. La intensidad y distribución de los colores pueden variar ligeramente entre una hoja y otra, lo que añade un toque de individualidad a cada planta.
- Fatsia japonica Annelise: Las hojas de esta variedad se caracterizan por tener manchas de color blanco o crema en su parte central, lo que les otorga delicado. De hecho, algo que la hace única es que las manchas pueden variar considerablemente entre las hojas, por lo que no habrá una planta igual a otra.
- Fatsia japonica Murakumo Nishiki: Esta variedad se distingue por sus hojas de color verde oscuro, sobre las cuales se destacan manchas irregulares de color crema, lo que la hace una opción popular para aquellos que buscan plantas con un aspecto único y llamativo.
Cuidados
Aunque es una planta de fácil mantenimiento por sus bajos requerimientos, es importante considerar algunos aspectos para mantenerla en buen estado, ya que sus hojas suelen ser delicadas.
Luz y ubicación:
- Requieren una iluminación indirecta y brillante para prosperar, por ello debe colocarlas en un lugar donde reciban luz filtrada, como cerca de una ventana con cortinas, puesto que la exposición directa al sol puede quemar sus hojas delicadas.
- Prospera en exterior en lugares que estén a semisombra, por ejemplo que estén bajo los árboles o techos de casas.
Temperatura:
- Prefieren temperaturas cálidas, ideales entre 18 y 24°C. Es importante protegerlas de temperaturas frías, ya que son plantas tropicales y no toleran bien el frío.
- Evite exponerlas a temperaturas por debajo de los 10 °C, ya que esto puede provocar que se detenga su crecimiento o incluso causar su muerte.
- Tenga en cuenta que también se debe evitar exponerlas a fuentes de calor directo, como radiadores o calefactores, pues el exceso de calor seco puede dañar las hojas y reducir la humedad que necesitan.
Riego:
- El riego es crucial para el buen desarrollo de las aralias, debido a que sus hojas requieren un buen aporte de agua para poder mantenerlas. Es por esto que prefieren un suelo húmedo, pero bien drenado, puesto que es importante evitar el encharcamiento que puede llevar a la pudrición de las raíces. Se recomienda regar cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto.
- Necesitan cierta humedad ambiental, por lo que es mejor colocar un plato con agua debajo de ellas. Esto se debe a que cuando el agua se evapore, la humedad le dé en las hojas.
- Limpie las hojas regularmente con un paño húmedo, para quitarle el polvo acumulado.
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Sustrato:
- El sustrato ideal para las aralias debe ser ligero, bien drenado y rico en materia orgánica. Una mezcla adecuada puede incluir turba, perlita y un poco de tierra para macetas. La turba ayuda a retener la humedad necesaria, mientras que la perlita facilita el drenaje, evitando el encharcamiento.
- Es importante que el sustrato no sea demasiado compacto, ya que las aralias necesitan aireación en las raíces para crecer de manera saludable.
Abono:
- Se benefician de un abono equilibrado que contiene nitrógeno, fósforo y potasio. Se recomienda fertilizarlas cada dos o tres semanas durante la temporada de crecimiento. Un fertilizante líquido diluido en el agua de riego es una opción adecuada, ya que proporciona nutrientes de manera uniforme.
- Sin embargo, tenga cuidado, pues es importante no excederse con el abono, pues un exceso de fertilización puede provocar quemaduras en las raíces o una acumulación de sales en el sustrato, lo que afectaría el crecimiento de la planta.
Trasplante:
- El trasplante debe realizarse cuando la planta ha crecido lo suficiente y las raíces empiezan a ocupar toda la maceta. Por ello, es recomendable elegir una maceta ligeramente más grande y renovar el sustrato para garantizar que la planta tenga espacio y nutrientes suficientes para seguir creciendo.
- Al trasplantar, es importante manipular la planta con cuidado para no dañar las raíces, ya que son bastante delicadas. Después del trasplante, riegue la planta moderadamente y colóquela en un lugar con buena luz, pero evite el sol directo para permitir que se adapte a su nuevo entorno sin estrés.
Plagas:
- Pueden verse afectadas por plagas como los pulgones, ácaros y cochinillas. Estos insectos suelen aparecer cuando las condiciones de humedad o ventilación no son adecuadas. Por esto, debe revisar las hojas y tallos regularmente, y si se detecta alguna plaga, se puede aplicar un insecticida casero, como jabón potásico o una combinación de ají y ajo.
- Son sensibles a enfermedades fúngicas como el mildiú, por lo que evitar mojar el follaje durante el riego.
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