Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Las plantas son atacadas comúnmente por múltiples variedades de hongos, y uno de los más comunes, especialmente en las de interiores, es el moho. Aunque no siempre es sinónimo de problemas, y en cantidades pequeñas no causa ningún daño significativo a la planta, su exceso puede inhibir la entrada de luz, ocasionando una alteración en la temperatura y dificultando el proceso de fotosíntesis. Además, las capas espesas de moho en el sustrato evitan que las plantas absorban el agua suficiente para su normal desarrollo.
Le recomendamos: ¿Cómo eliminar la maleza para que no vuelva a aparecer?
Y aunque las causas de la propagación de este hongo pueden ser diversas y en ocasiones es difícil prevenir su aparición, no hay por qué alarmarse. Con los debidos cuidados puede tratar el problema sin que se convierta en un dolor de cabeza para usted y en una tragedia para sus plantas. En La Huerta le contamos cómo evitarlo, la forma correcta de retirar las pelusas y, en caso de que el moho se haya expandido hasta la matera, cómo desinfectarla y mejorar las condiciones del sustrato.
Más sobre La Huerta
¿Cómo evitar la aparición de moho en las plantas?
La causa principal de la propagación del moho es la humedad. Espacios con poca ventilación, sustrato con mal sistema de drenaje y exceso de riego son factores favorables para su reproducción.
Para evitar la aparición de estas pelusas, ventile frecuentemente las habitaciones en las que residen las plantas, pero teniendo siempre en cuenta la resistencia de las especies a las corrientes de aire. En pocas palabras, aléjese de las turbinas de aire o tenga mayor cuidado si, por ejemplo, vive en pisos altos. Las plantas solo necesitan que el aire del ambiente que habitan se renueve de tanto en tanto.
Cuide también la cantidad de agua que le suministra a sus plantas. Si las necesidades hídricas son mínimas, vaya poco a poco con el riego. Uno de los errores más comunes en la jardinería es regar de más provocando encharcamientos, pudrición de raíces y, por supuesto, aparición de hongos.
Si ninguno de estos cuidados funciona, puede ser que la causa resida en el sustrato, que al estar muy compacto y con tensión, no permita el correcto desagüe cada vez que hace el riego. Revise también que su matera tenga agujeros suficientes en la base para permitir que el agua restante salga cada vez que hidrata la planta.
Leer más: Plagas y enfermedades en plantas: cuáles son y cómo eliminarlas
Otro consejo que puede seguir es mantener la tierra limpia, sin desechos orgánicos en la superficie y podar la planta siempre que alguna de sus hojas o flores se marchiten.
Quite el moho, cambie el sustrato y recupere su planta
Para remover el moho de su planta, tiene varias opciones. Si la pelusa aún no se ha propagado lo suficiente como para formar una capa gruesa, con un paño y bicarbonato, bastará. El vinagre de manzana también puede funcionar, estos dos compuestos hacen las veces de fungicidas y son efectivos.
Si el moho está en la superficie del sustrato, siga los siguientes pasos:
- Remueva la tierra. Con la ayuda de una pala, quite la primera capa afectada por los hongos. Dependiendo del tamaño de la maceta, quite 1 a 2 centímetros de tierra.
- Remueva el sustrato, esto ayudará a que las raíces se aireen y el exceso de humedad se elimine. Para este proceso es necesario que lo haga con cuidado para no dañar el estado de las raíces.
- Mantenga la planta con la tierra removida al menos un día. Una vez culminado este lapso, reemplace los centímetros retirados de tierra con sustrato nuevo.
En caso de que se trate de un caso grave en el que tanto la tierra, como la planta y la matera tengan moho, retire la planta de la maceta, lávela con jabón neutro, agua y vinagre de manzana. Una vez termine el procedimiento, deje secar la matera al sol y reemplace la tierra por una nueva.
🌳 ☘️ 🌿 Encuentre en La Huerta toda la información sobre plantas, jardinería, cultivos y siembra. 🍂🌺