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El girasol (Helianthus annuus), con su característica flor amarilla que sigue la trayectoria del sol, es uno de las más versátiles en la huerta y desempeña un papel fundamental en la mejora del ecosistema de otras plantas al cultivarse en asociación. Las asociaciones de cultivos, o “companions planting”, son prácticas agrícolas que permiten maximizar los beneficios de diferentes plantas cuando se cultivan juntas. En este sentido, el girasol ha demostrado ser compatible con una serie de especies vegetales debido a sus características únicas, que van desde su capacidad para atraer polinizadores hasta su habilidad para proporcionar sombra y soporte a otras plantas.
Para profundizar en las razones por las cuales el girasol es una excelente opción para asociar con otras plantas, El Espectador habló con el agrónomo de la Universidad de los Andes, Andrés Pérez, experto en cultivos. Según Pérez, las plantas compatibles con el girasol se benefician no solo de su presencia física, sino también de las interacciones que genera en el suelo y el ambiente circundante.
Beneficios del girasol para la huerta
El girasol es una planta resistente que puede crecer a alturas extremas, lo que la convierte en una opción pertinente para asociar con cultivos más bajos. A continuación, Pérez explica los beneficios principales de incluir girasoles en una huerta:
- Atracción de polinizadores: Los girasoles, al igual que otras plantas de la familia Asteraceae, son conocidos por atraer una amplia variedad de polinizadores, como abejas y mariposas. Estos insectos no solo ayudan al girasol a producir semillas, sino que también favorecen el polinizado de otras plantas cercanas, mejorando la producción general de la huerta. “El girasol actúa como un imán para los polinizadores, lo que puede ser muy beneficioso para cultivos como tomates, pepinos y calabazas, que dependen del polen para fructificar”, comenta Pérez.
- Sombra parcial: Gracias a su altura y follaje denso, el girasol puede proporcionar sombra parcial a plantas más sensibles al calor y la luz intensa. Esto lo hace compatible con cultivos que requieren condiciones frescas o que son vulnerables a las altas temperaturas, como las lechugas, espinacas y otras hojas verdes. “La sombra que el girasol proporciona es como un microclima refrescante, especialmente en las horas más calurosas del día”, explica Pérez.
- Protección contra el viento: En áreas ventosas, los girasoles actúan como una barrera natural que protege a las plantas más frágiles. Su tallo robusto y hojas grandes pueden servir como una cortina contra vientos fuertes que podrían dañar cultivos más delicados. Esta cualidad es especialmente útil para plantas como las judías verdes, que son sensibles al viento.
- Mejora de la estructura del suelo: Las raíces profundas de los girasoles ayudan a aflojar el suelo, mejorando su aireación y drenaje. Esto puede beneficiar a plantas que necesitan un suelo bien estructurado, como los tubérculos. Además, cuando los girasoles se descomponen al final de su ciclo de vida, sus raíces liberan nutrientes al suelo, lo que enriquece la tierra para futuros cultivos.
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Cultivos compatibles con el girasol
De acuerdo con Pérez, la elección de cultivos para asociar con los girasoles no debe hacerse al azar. “Las plantas que se benefician del girasol son aquellas que pueden aprovechar sus propiedades sin competir por los mismos recursos, como agua, luz o nutrientes”, explica. Estas son las mejores opciones para cultivar junto al girasol:
1. Tomates
Los girasoles, con su alto follaje, ofrecen sombra parcial, lo que ayuda a proteger los tomates del calor excesivo. Además, la presencia de girasoles puede atraer polinizadores que beneficiarán a los tomates durante su proceso de floración. “Los girasoles proporcionan sombra a los tomates durante las horas más calurosas del día, lo que ayuda a mantener los frutos frescos y saludables”, afirma Pérez.
2. Calabazas y calabacines
Especialmente aquellas que requieren mucho espacio para expandirse. Los girasoles, al ofrecer sombra y protección, son una excelente opción para cultivar junto a estos vegetales, que prefieren suelos bien aireados y un ambiente protegido del calor extremo. Además, los girasoles ayudan a mantener un microclima húmedo y favorable para las calabazas.
3. Judías verdes
Al necesitar soporte para trepar, se benefician de la robustez del girasol. El tallo del girasol puede actuar como una estructura natural para que las judías se enrosquen, facilitando su crecimiento vertical sin necesidad de estructuras adicionales. “Las judías verdes aprovechan las altas alturas de los girasoles para crecer de manera más eficiente”, indica Pérez.
4. Lechugas y espinacas
Son plantas que no toleran bien el calor intenso. El girasol, al proporcionar sombra parcial, puede ayudar a mantener estas plantas frescas y protegidas del sol directo. “La sombra de los girasoles ayuda a prevenir que las lechugas y las espinacas se quemen o se espiguen”, comenta Pérez. Además, el suelo enriquecido por los girasoles beneficia el crecimiento de estas hortalizas de hoja verde.
5. Ajo y cebollas
También pueden crecer bien junto a los girasoles, ya que estas plantas no tienen grandes necesidades de sombra y se benefician del espacio que los girasoles dejan libre. Además, el fuerte olor de las cebollas y ajos puede actuar como repelente natural contra plagas que podrían afectar al girasol. “El ajo y las cebollas no compiten directamente con los girasoles por luz o nutrientes, lo que hace que esta sea una asociación exitosa”, concluye Pérez.
Recomendaciones para una plantación exitosa con girasoles
Para maximizar los beneficios de la asociación con girasoles, es importante considerar algunos aspectos clave:
- Espaciado adecuado: Aunque los girasoles necesitan espacio para crecer, es fundamental mantener una distancia adecuada entre las plantas. Pérez sugiere un espaciado de al menos 30 cm entre los girasoles y las plantas más pequeñas, como las lechugas y espinacas.
- Exposición al sol: Los girasoles requieren pleno sol para crecer, pero las plantas asociadas pueden beneficiarse de la sombra parcial proporcionada por los girasoles durante las horas más calurosas del día. Es crucial considerar la orientación del huerto y las horas de sol directo.
- Riego adecuado: Aunque los girasoles son resistentes a la sequía una vez establecidos, las plantas más pequeñas pueden necesitar riego adicional. Se recomienda un riego regular y uniforme para mantener el suelo húmedo pero bien drenado.
- Control de plagas: Los girasoles pueden atraer plagas como los pulgones, que pueden afectar a otras plantas cercanas. Mantener el huerto limpio y libre de maleza, y utilizar soluciones naturales, como el aceite de neem, puede ayudar a controlar las plagas sin recurrir a pesticidas químicos.
El girasol, más allá de su belleza y función decorativa, es una opción para asociar con una variedad de cultivos en la huerta. Gracias a su capacidad para atraer polinizadores, proporcionar sombra, proteger contra el viento y mejorar la calidad del suelo, esta planta se presenta como una opción versátil y beneficiosa para su huerta.
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