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¿Busca una planta buena, bonita, resistente y variada?: las suculentas al rescate

Son una opción perfecta para decorar un escritorio, para darle vida y oxígeno a un pequeño cubículo.

La  Huerta
20 de junio de 2024 - 03:44 p. m.
A pesar de que solamos verlas color verde, las suculentas también pueden amarillo, naranja, rosa o rojo.
A pesar de que solamos verlas color verde, las suculentas también pueden amarillo, naranja, rosa o rojo.
Foto: Generacion Verde
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Las suculentas llevan un tiempo siendo una de las plantas más requeridas por usuarios de todo tipo: jardineros aficionados, personas que apenas entran al mundo de la jardinería o algunos de quienes se consideran (o son llamados) mataplantas.

Estas son algunas de las plantas más de moda por razones evidentes: tienen una amplia variedad de formas y colores, requieren de muy pocos cuidados y, gracias a sus tamaños, se pueden adaptar a prácticamente cualquier espacio.

Son una opción perfecta para decorar un escritorio, para darle vida y oxígeno a un pequeño cubículo, para un pequeño regalo, para comenzar a adueñarse de un cuarto. Si la pregunta es planta, la respuesta en muchas ocasiones puede ser suculenta.

Cuidados básicos de una suculenta

Las suculentas son plantas que, con alguna distancia, están emparentadas con los cactus. Por esto, su régimen de agua es bajo: una vez a la semana puede resultar suficiente. Hablamos acá de una regada no para encharcar la planta, sino más bien para mantener húmeda la tierra.

Aunque hay una gran variedad, las suculentas se caracterizan por ser plantas que, con mayor o menos efectividad, capturan humedad del ambiente. Y esto ya ofrece pistas para entender el cuidado que hay que tener con el agua.

Así mismo, se recomienda dirigir el riego hacia la tierra y el sustrato y no hacia las hojas. Como son aptas para capturar humedad del ambiente, mojar las hojas puede volverlas susceptibles a hongos o enfermedades por el exceso de agua.

De fondo, las suculentas son capaces de tolerar mucho mejor la ausencia de agua que un superávit repentino o un encharcamiento. Tenga en cuenta esto, pues puede hacer la diferencia entre la vida y muerte de su suculenta.

Estas plantas, aunque agradecen la luz continua, resienten la radiación directa, que puede quemar sus hojas y, en general, disminuir su crecimiento y desarrollo óptimo. Por esto, se recomiendan como plantas de interiores, preferiblemente.

Entonces, si bien pueden resistir en lugares medianamente sombríos, su belleza reluce con una exposición a luz constante (mas no directa).

¿Cómo reproducir las suculentas?

Hay tres métodos principales: por hojas, esquejes y en agua.

La primera opción trata de aprovechar las hojas sanas que se han desprendido de las suculentas, o incluso las que removemos intencionalmente, teniendo cuidado de no dejar parte de la hoja en la planta.

Una vez se han escogido las hojas (que no incluyan las amarillas o arrugadas, pues se necesitan hojas en plena salud), se aconseja dejarlas secar durante uno o dos días

Teniendo ya las hojas, (póngalas en un recipiente y déjelas sin regar en un lugar sin sol directo) y posteriormente llevarlas a una matera. En este paso es indispensable que la hoja no quede enterrada por completo sino que parte de la misma quede en la superficie, pues la punta (la parte que se desprendió del tallo de la suculenta madre) necesita oxígeno para poder sacar nuevas raíces. Asegúrese de que el extremo de la hoja que se unía con el tallo quede en contacto con el sustrato pero también esté un poco por fuera. Ubique la matera en un lugar con semisombra. Y después de esto humedezca el sustrato y espere un par de semanas para empezar a ver más hojas.

El camino de los esquejes es el recomendable para los tipos de suculetas que tienen tallos. El proceso es similar al de las hojas, pero en este caso se requiere separar de la planta madre todo un tallo.

Se parece mucho al método de reproducción por hojas, sólo que en este caso se emplea todo un tallo de la planta madre.

Por último, para la reproducción en agua debe dejar el tallo remojando en este líquido -no es necesario que sea todo, puedes ser menos de la mitad- y espere a que comience a sacar raíces.

El agua las atraerá y hará que salgan mucho más rápido. Deje el recipiente en un lugar iluminado pero, de nuevo, sin sol directo.

Al cabo de una semana (y también dependiendo del tamaño del tallo) notará buenas raíces y será momento de replantarla en sustrato.

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