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Cinco plantas medicinales bonitas y fácil de cuidar

Las plantas medicinales son una excelente opción para embellecer su hogar, ya que son fáciles de cuidar, ofrecen beneficios curativos y se adaptan bien a principiantes en jardinería.

La  Huerta
23 de octubre de 2024 - 03:10 p. m.
La caléndula es una de las plantas medicinales más conocidas.
La caléndula es una de las plantas medicinales más conocidas.
Foto: Pixabay

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Si busca embellecer su hogar con plantas que sean fáciles de cuidar y que además ofrezcan beneficios adicionales, las plantas medicinales son una excelente opción. Estas especies han acompañado a la humanidad desde tiempos ancestrales, siendo valoradas no solo por su belleza sino también por sus propiedades curativas, muchas de las cuales han sido validadas por la ciencia moderna e incluso incorporadas en diversos fármacos actuales.

Lo mejor de estas especies es que la mayoría son resistentes y no requieren cuidados excesivamente complejos, lo que las hace perfectas incluso para quienes apenas se inician en la jardinería. Sus múltiples usos -desde la cocina hasta la medicina tradicional-, sumados a sus agradables aromas y atractiva apariencia, las convierten en candidatas ideales para crear un espacio verde que combine funcionalidad y belleza en el hogar.

Caléndula

La caléndula (Calendula officinalis) es una planta herbácea originaria del Mediterráneo, cuyo nombre deriva del latín “calendae” que significa primer día del mes, debido a su floración mensual. Se caracteriza por alcanzar una altura promedio de 65 cm, con hojas ovaladas de hasta 10 cm y distintivas flores amarillas o anaranjadas que se abren al amanecer y se cierran al anochecer, siendo especialmente atractivas para las abejas melíferas.

Es medicinal, pues la planta posee una rica composición química que incluye aceites esenciales (como carvona, cariofileno y mentona), carotenoides, flavonoides, triterpenos, saponinas, ácidos fenólicos, cumarinas y otros compuestos bioactivos. Según el Jardín Botánico de Bogotá, en la página de plantas medicinales, estas sustancias le confieren propiedades antiinflamatorias, antisépticas, antibacterianas y cicatrizantes, que han sido reconocidas y aprobadas por instituciones regulatorias como el INVIMA.

Sus aplicaciones son diversas, abarcando tanto el uso medicinal como cosmético y gastronómico. En medicina tradicional, se emplea para tratar afecciones de la piel (acné, eczemas, quemaduras), inflamaciones bucofaríngeas y problemas ginecológicos. En cosmética, se aprovecha como un bálsamo para hidratar y calmar la piel.

Cuidados:

  • Luz: Necesita mucho sol para florecer. En interiores debe colocarse cerca de una ventana o en un área bien iluminada. En semisombra florecerá menos.
  • Temperatura: Soporta temperaturas bajas de hasta -3°C.
  • Riego: 2 o 3 veces por semana, evitando encharcar las raíces.
  • Sustrato: Debe ser aireado con buen drenaje. Materas con agujeros en la base son esenciales, además de que sean grandes para que sus raíces se desarrollen bien.
  • Poda: Retirar manualmente ramas y flores marchitas para una mejor absorción de nutrientes.

Diente de león

El diente de león, conocido científicamente como Taraxacum officinale, es una planta de origen europeo que se caracteriza por su naturaleza resistente y su capacidad de crecer en casi cualquier entorno. Se caracteriza por sus flores amarillas intensas que, tras la polinización, se transforman en característicos vilanos (pequeñas bolas con estructuras similares a plumas que se dispersan con el viento).

La planta contiene diversos compuestos bioactivos: en sus hojas se encuentran flavonoides, cumarinas y vitaminas, mientras que en las raíces hay presencia de inulina, sustancias amargas y resina. Según el Jardín Botánico de Bogotá, en la página de plantas medicinales, esta planta tiene propiedades como diurético y coadyuvante en el tratamiento de alteraciones de la secreción biliar. Se puede utilizar toda la planta, aunque se aprovechan especialmente las hojas y raíces, las cuales pueden prepararse en forma de infusión, decocción, tintura, aceite o pomada.

Es importante tener en cuenta que su consumo en infusión debe limitarse a máximo tres tazas diarias y, como toda planta medicinal, su uso no sustituye un tratamiento médico profesional.

Cuidados:

  • Riego: El Diente de león es tolerante a la sequía y requiere riego ocasional, por lo que puede darle agua 1 vez a la semana o una vez cada 15 días.
  • Luz solar: Necesita estar a pleno sol por al menos 6 u 8 horas diarias. Si bien tolera sol parcial, esto puede afectar su floración.
  • Temperatura: La temperatura ideal para el diente de león está entre 15°C y 38°C, aunque puede tolerar desde -5°C hasta 43°C. Sin embargo, es importante protegerlo en condiciones climáticas extremas para evitar daños.
  • Tipo de suelo: El diente de león necesita un suelo suelto, arenoso y con buen drenaje. La mezcla ideal incluye turba, perlita, roca volcánica y vermiculita.
  • Fertilización: Es suficiente aplicarla dos veces al año, usando un fertilizante recomendado para suculentas o cactus.

Pensamiento

El pensamiento pertenece al género Viola, que abarca aproximadamente 500 especies de plantas herbáceas, destacándose por sus flores multicolores o monocromáticas que contrastan con su follaje verde. Su popularidad se debe principalmente a su resistencia a las bajas temperaturas, lo que la convierte en una opción ideal para jardines en climas fríos.

Se le considera medicinal debido a que la planta contiene diversos compuestos bioactivos incluyendo ácido salicílico, ácidos fenólicos, mucílagos, taninos, flavonoides, antocianósidos, cumarinas, y otros componentes. De acuerdo con el Vademecum Colombiano de Plantas Medicinales del 2008, estas sustancias le confieren propiedades depurativas, expectorantes, diuréticas y antiespasmódicas, siendo utilizada tradicionalmente para tratar afecciones cutáneas (como eczema, impétigo y acné), bronquitis y tos.

Cuidados:

  • Luz: Se deben ubicar en áreas luminosas para recibir suficiente luz solar, aunque en climas muy cálidos o con sol intenso es preferible colocarlas en semisombra. Son ideales para exteriores debido a su resistencia al frío.
  • Riego: La tierra debe mantenerse constantemente húmeda pero sin encharcamientos, ya que el exceso de agua podría dañar las raíces. Durante la floración, es necesario regar cada 2 o 3 días, dependiendo del clima y las condiciones del suelo.
  • Sustrato: Necesitan un suelo rico en nutrientes, preferentemente con turba, vermiculita y perlita para asegurar un buen drenaje. Tras la floración, se debe aplicar abono orgánico cada 60 o 90 días, siendo el humus de lombriz una excelente opción.
  • Poda: Durante el calor, los pensamientos pierden vigor, y es necesario realizar una poda agresiva, dejando solo el tallo, para prolongar su vida como planta perenne en lugar de bianual.
  • Plagas y enfermedades: Los pulgones son una amenaza común para los pensamientos, y pueden combatirse con insecticidas caseros como infusiones de ajo o cebolla, y jabón potásico. En cuanto a hongos, el oídio es el más frecuente.

Manzanilla

La manzanilla (Matricaria recutita) es una planta herbácea anual originaria de Europa y Asia, que se ha adaptado a crecer en América y Australia. Se caracteriza por ser una planta pequeña que alcanza hasta 50 cm de altura, con un tallo rectangular y ramificado, hojas alternadas y flores características que forman capítulos con pétalos blancos alrededor de un centro amarillo y hueco, lo que la distingue de otras variedades de manzanilla,

Según el Jardín Botánico de Bogotá, en la página de plantas medicinales, sus propiedades han sido reconocidas y aprobadas por el INVIMA, para uso tanto interno como externo. En uso interno, se emplea para el tratamiento sintomático de trastornos digestivos, actuando como laxante, mientras que externamente se utiliza para tratar inflamaciones e irritaciones de la piel y mucosas. Adicionalmente, la planta es conocida por sus efectos calmantes y su capacidad para ayudar en el manejo del estrés.

  • Luz: La manzanilla es una planta de fácil cuidado que se adapta bien tanto en interiores como exteriores, siempre y cuando reciba la mayor cantidad de luz posible. Aunque tolera los rayos directos del sol, es recomendable tener precaución en zonas con temperaturas que superen los 30 grados centígrados de manera constante.
  • Riego: A pesar de ser resistente al sol directo, la manzanilla prefiere ambientes más secos que húmedos. No necesita riego excesivo, basta con humedecer la tierra un par de veces por semana, o una vez si está en climas fríos o templados. Es crucial evitar el encharcamiento para mantener la planta saludable.
  • Drenaje y recipientes: El drenaje es fundamental para evitar el exceso de humedad que podría afectar a la manzanilla. Se recomienda usar macetas con buen drenaje y que tengan al menos 20 centímetros de profundidad para que las raíces se desarrollen adecuadamente.
  • Plagas y enfermedades: Puede ser atacada por plagas comunes como trips y pulgones, por lo que es recomendable combatirlas con jabón potásico, ají o ajo.

Geranio

El género Geranium, comúnmente conocido como geranio, comprende 422 especies de plantas que se distribuyen en las regiones templadas del mundo, con especial presencia en la zona oriental del Mediterráneo. Estas plantas, conocidas también por sus propiedades medicinales, contienen una amplia gama de compuestos bioactivos, como cumarinas, fenoles, ácido gálico, proantocianidinas, taninos y flavonoides.

Según el Vademécum Colombiano de Plantas Medicinales de 2008, se ha demostrado que estos compuestos tienen actividad inmunomoduladora, antibacteriana y antifúngica, lo que los ha hecho efectivos en el tratamiento de afecciones respiratorias como resfriados, bronquitis, entre otros problemas respiratorios.

  • Clima: Pueden florecer durante todo el año en climas tropicales. Aunque son resistentes, su temperatura mínima ideal oscila entre 18°C y 20°C, siendo 15°C el límite tolerable, esto se debe a que las heladas pueden afectar su crecimiento, ya que a temperaturas bajas las hojas pueden tornarse rojizas, indicando la necesidad de protección.
  • Luz: Esta planta necesita buenas jornadas de luz diaria, pero debe evitar la exposición directa a los rayos del sol durante las horas más intensas. Se recomienda que reciban luz directa en la mañana y que, en la tarde, estén en semisombra para prevenir la sobreexposición, lo que también influirá en la cantidad de agua que requieren.
  • Riego: Aunque los geranios requieren una cantidad adecuada de agua, es fundamental evitar el encharcamiento. Para determinar la frecuencia de riego, es mejor comprobar que el sustrato esté seco antes de volver a regar.
  • Poda: Es normal que las flores se sequen después de unos días, por lo que es aconsejable podarlas y retirar las hojas secas para que la planta concentre sus nutrientes en las partes más jóvenes.

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