Claves para una poda correcta y cicatrización saludable en las plantas
La poda es una tarea esencial en el mantenimiento de plantas y árboles, pero requiere un ojo atento para reconocer cuándo es necesaria.
En el mundo de la jardinería y el cuidado de las plantas, existe una práctica que a menudo pasa desapercibida, pero que tiene el poder de transformar completamente un jardín: la poda. Esta técnica, que va mucho más allá del simple recorte de ramas, es en realidad un arte refinado que combina conocimiento, intuición y un toque de magia verde.
La poda consiste en la eliminación estratégica de ciertas partes de una planta o árbol con el fin de mejorar su desarrollo. Es como si se le diera a la naturaleza un suave empujón en la dirección correcta. Cada corte tiene un propósito: puede ser para estimular un crecimiento más vigoroso, para mejorar la forma de la planta, o para fomentar una floración más abundante y hermosa.
Los beneficios de esta práctica son múltiples:
- Fortalecer la estructura: Al eliminar ramas débiles o mal posicionadas, se promueve un crecimiento más fuerte y equilibrado.
- Estimular el vigor: La poda adecuada puede revitalizar plantas envejecidas o estancadas, fomentando nueva vegetación.
- Mejorar la floración y fructificación: Una poda estratégica puede aumentar la cantidad y calidad de flores y frutos.
- Controlar el tamaño y la forma: Permite mantener las plantas en dimensiones deseadas y darles formas específicas, especialmente útil en jardines pequeños o para fines ornamentales.
- Promover la salud: La eliminación de partes enfermas o dañadas previene la propagación de enfermedades y mejora la circulación del aire.
La Huerta habló con el docente de ingeniería ambiental de la Universidad ECCI, para hacerle una guía completa sobre lo que debe tener en cuenta para este proceso.
¿Cuándo debo podar?
Las podas son esenciales para el mantenimiento de plantas y árboles, pero su realización depende de varios factores como el tipo de planta, la especie, la edad y el objetivo deseado, ya sea floración, producción de frutos, rejuvenecimiento o sombra.
El momento óptimo para podar generalmente coincide con el período de receso vegetativo de la planta. En la mayoría de los casos, esto ocurre durante el invierno o a finales de esta estación, cuando el riesgo de heladas severas ha disminuido. Sin embargo, algunas plantas que florecen en invierno deben podarse en verano, durante su época de reposo.
Según el docente: “La poda de las plantas y de los árboles y la determinación del momento óptimo para realizarla dependen de varios factores, incluyendo el tipo de planta, las condiciones climáticas, la región de Colombia donde se encuentre y el estado fenológico del cultivo. En el caso de los frutales, como los cítricos (naranjos y limoneros), se recomienda podar después de la cosecha o durante una temporada relativamente seca, preferiblemente antes del inicio de las lluvias”.
Añade que para árboles como manzanos y perales, la poda se aconseja durante la temporada seca, cuando el cultivo está en reposo vegetativo y no en fase productiva. Tradicionalmente, esto ocurría entre diciembre y enero, aunque el cambio climático ha alterado un poco estos períodos. Y en cuanto a los mangos, la poda se sugiere después de la cosecha y al inicio de la temporada de lluvias. Los aguacates se podan preferentemente en temporada seca, mientras que para los guayabos, la poda depende del estado fenológico y se realiza principalmente después de recoger la cosecha.
De hecho, debe considerar el ciclo de la floración de la planta, pues si por ejemplo su planta florece en primavera, podar al final del otoño lo impediría. Otro factor es que debe tener en cuenta la temperatura, ya que podar plantas sensibles al frío en febrero, por ejemplo, puede ser contraproducente. Cuanto más susceptible sea una planta a las bajas temperaturas, más se debe retrasar el momento de la poda. En general, se desaconseja podar durante los meses de invierno, ya que coincide con el período de reposo vegetativo de la planta, lo que dificulta la cicatrización adecuada de las heridas
Tipos de poda:
Tipos de poda | Características | Especificaciones |
---|---|---|
Poda de formación | La poda de formación se realiza en árboles jóvenes, generalmente entre dos y tres años, con el objetivo de establecer la estructura deseada para su etapa adulta. | Es uno de los tipos de poda más cruciales, ya que determina la forma futura del árbol y minimiza la necesidad de modificaciones posteriores. Para plantas más complejas, se suelen utilizar guías de metal o madera fijadas a las ramas para orientar su crecimiento en la dirección deseada. |
Poda de pinzamiento: | Esta técnica implica cortar las ramas tiernas tanto de árboles como de arbustos. Su principal función es controlar el volumen en plantas muy frondosas | La frecuencia de esta poda depende de la densidad del follaje: plantas con poco volumen pueden requerir solo una poda anual, mientras que especies más frondosas necesitarán podas más frecuentes. |
Poda de saneamiento: | La poda de saneamiento es fundamental para mantener la salud de la planta. Consiste en eliminar ramas o tallos secos, enfermos, infestados de insectos, rotos o en riesgo de ruptura. | Esta práctica no solo previene daños materiales y personales por caídas de ramas, sino que también evita la propagación de problemas a otras partes de la planta. |
Poda ornamental o topiaria | La topiaria es una técnica de poda muy apreciada en paisajismo. Consiste en dar formas decorativas a árboles y arbustos para embellecer jardines. | Con creatividad y habilidad, se pueden crear formas espectaculares y únicas. |
Poda de fructificación: | Esta poda se aplica a árboles y arbustos frutales para equilibrar las yemas de madera y las de flor. Se estima que por cada fruto de calidad se necesitan aproximadamente 40 hojas maduras. El objetivo es mejorar la producción y/o calidad de los frutos. | Es importante adaptar la técnica y frecuencia de poda según la especie, ya que cada tipo de árbol frutal tiene necesidades específicas. |
Poda de rejuvenecimiento: | Esta poda se aplica a plantas en mal estado, eliminando ramas y tallos secos o débiles para estimular un nuevo crecimiento saludable. | Es una medida correctiva que busca revitalizar plantas deterioradas, permitiéndoles desarrollarse con el volumen adecuado y de manera correcta. Un ejemplo de esto es la técnica del “soqueo” empleada en los cafetales, donde se cortan todas las hojas para inducir hormonalmente un nuevo crecimiento más vigoroso |
Poda tras la floración | Esta poda se realiza en plantas florecientes, generalmente en invierno después de la floración. El objetivo es preparar la planta para que en primavera produzca flores fuertes y atractivas. | Es particularmente importante para arbustos florales como rosales y hortensias. |
Antes de realizar una poda debe notar algunas señales comunes, en las que se incluyen ramas muertas o enfermas, ausencia de hojas, presencia de clorosis, infecciones fúngicas y daño mecánico. Este último suele ocurrir durante cosechas inadecuadas, cuando los operarios rompen accidentalmente las ramas al recolectar los frutos.
“La poda mal ejecutada puede causar más daño que beneficio. Los errores más comunes incluyen realizar cortes incorrectos, usar herramientas mal afiladas que producen cortes sesgados y dañan la planta, utilizar herramientas sucias o no desinfectadas, y podar en temporadas inadecuadas como épocas de lluvia, invierno o cosecha. Es importante notar que existen excepciones, como la poda de raleo durante la floración, donde se elimina uno de cada tres frutos para mejorar el desarrollo de los restantes” advierte el experto.
Otra cosa en la que hace énfasis es evitar el exceso de poda. Aunque puede ser tentador cortar demasiado, reducir excesivamente el follaje puede debilitar significativamente la planta y afectar su capacidad de realizar la fotosíntesis. La clave está en encontrar el equilibrio adecuado para cada planta y situación.
¿Como podar una planta?
“Las labores de poda requieren delicadeza y precisión, ya que una poda incorrecta puede dañar las ramas e incluso provocar la muerte de la planta. La técnica más apropiada consiste en realizar un corte lo más preciso posible, casi quirúrgico, pues los cortes erróneos pueden convertirse en puntos de entrada para enfermedades, afectando el crecimiento de la planta” dice García.
Es crucial comprender que podar implica causar un daño controlado a la planta, y si bien este puede que no sea perjudicial si se hace bien, requiere ciertas precauciones. Esto se debe a que cada corte es una herida, por ello debe tratarse adecuadamente por dos razones principales: primero, para evitar complicaciones en el proceso de cicatrización que puedan alterar el crecimiento de la planta; y segundo, para prevenir la entrada de hongos, plagas y bacterias que puedan comprometer su salud.
Por ello, según el docente, al podar, es importante determinar qué ramas necesitan ser cortadas, ya sea porque están demasiado grandes y podrían caerse o porque ya no son productivas. Se debe tener especial cuidado de no cortar la yema apical, responsable del crecimiento de la planta.
Al podar una rama, el corte debe realizarse justo por encima de la yema que se desea que crezca. La incisión debe hacerse aproximadamente a 1 cm de la yema, con una ligera inclinación que protegerá el corte de la acumulación de agua y tierra, previniendo así la putrefacción de la rama. Para ramas más gruesas, el corte debe realizarse a unos 20 o 30 cm del tronco. Se recomienda iniciar el corte desde arriba hasta la mitad del diámetro de la rama y, luego, hacer otro corte desde abajo unos 10 cm más hacia afuera, permitiendo que la rama se quiebre por su propio peso sin dañar la corteza.
Para realizar una poda efectiva, se requieren herramientas específicas. Las tijeras de podar son ideales para plantas pequeñas o medianas, así como para ramas poco leñosas o arbustos jóvenes. Para plantas más grandes, se recomiendan tijeras de poda de dos manos, que permiten aplicar mayor fuerza con mayor facilidad.
En el caso de los setos, una tijera de poda cortasetos es la herramienta más adecuada para cortar y sanear arbustos de gran tamaño. Para setos de gran altura, las tijeras de pértiga son la mejor opción. Estas pueden ser de mango fijo, permitiendo podar hasta dos metros de altura, o extensibles, alcanzando hasta 5 metros.
“Una vez realizado el corte, es necesario sellar la herida, preferiblemente con una cinta, para prevenir infecciones. Para llevar a cabo estos cortes, las herramientas deben estar correctamente afiladas, limpias y desinfectadas. Se recomienda utilizar una solución yodada o alcohólica para limpiar las herramientas. Es importante desinfectarlas entre cada poda para evitar la transmisión de enfermedades de una planta a otra” dice García.
Cicatrización de una planta, un paso importante
“El tiempo de cicatrización de una herida tras la poda depende principalmente de su tamaño. Las heridas pequeñas, de unos dos centímetros de diámetro, pueden cicatrizar en dos o tres semanas. En cambio, las heridas más grandes, de 5 a 7 centímetros, pueden tardar hasta un mes y medio en sanar completamente” dice el experto.
Para detectar una cicatrización inadecuada, es importante estar atento a ciertos síntomas:
- Coloración oscura o negra en la herida
- Presencia de hongos o bacterias
- Exudados: líquidos viscosos de colores claros o lechosos que indican infección
- Cicatrización incompleta
- Muerte de la rama afectada
“El sellado de las heridas después de la poda es un paso esencial para prevenir la entrada de enfermedades. Existen diversas opciones para este propósito, cada una con sus propias ventajas. Los selladores comerciales, disponibles en tiendas agrícolas, suelen incluir fungicidas o bactericidas, ofreciendo una protección más completa. Alternativas naturales incluyen el uso de la propia savia del árbol, aunque esta opción proporciona menos protección contra hongos. También se pueden emplear remedios caseros como polvo de azufre, canela en polvo o gel de aloe vera”, aclara el docente.
La elección del método de sellado debe depender de factores como el tamaño de la herida y el tipo de corte realizado. Aunque las opciones naturales y caseras pueden ser efectivas en ciertas situaciones, los selladores comerciales generalmente ofrecen una protección más completa contra posibles infecciones.
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En el mundo de la jardinería y el cuidado de las plantas, existe una práctica que a menudo pasa desapercibida, pero que tiene el poder de transformar completamente un jardín: la poda. Esta técnica, que va mucho más allá del simple recorte de ramas, es en realidad un arte refinado que combina conocimiento, intuición y un toque de magia verde.
La poda consiste en la eliminación estratégica de ciertas partes de una planta o árbol con el fin de mejorar su desarrollo. Es como si se le diera a la naturaleza un suave empujón en la dirección correcta. Cada corte tiene un propósito: puede ser para estimular un crecimiento más vigoroso, para mejorar la forma de la planta, o para fomentar una floración más abundante y hermosa.
Los beneficios de esta práctica son múltiples:
- Fortalecer la estructura: Al eliminar ramas débiles o mal posicionadas, se promueve un crecimiento más fuerte y equilibrado.
- Estimular el vigor: La poda adecuada puede revitalizar plantas envejecidas o estancadas, fomentando nueva vegetación.
- Mejorar la floración y fructificación: Una poda estratégica puede aumentar la cantidad y calidad de flores y frutos.
- Controlar el tamaño y la forma: Permite mantener las plantas en dimensiones deseadas y darles formas específicas, especialmente útil en jardines pequeños o para fines ornamentales.
- Promover la salud: La eliminación de partes enfermas o dañadas previene la propagación de enfermedades y mejora la circulación del aire.
La Huerta habló con el docente de ingeniería ambiental de la Universidad ECCI, para hacerle una guía completa sobre lo que debe tener en cuenta para este proceso.
¿Cuándo debo podar?
Las podas son esenciales para el mantenimiento de plantas y árboles, pero su realización depende de varios factores como el tipo de planta, la especie, la edad y el objetivo deseado, ya sea floración, producción de frutos, rejuvenecimiento o sombra.
El momento óptimo para podar generalmente coincide con el período de receso vegetativo de la planta. En la mayoría de los casos, esto ocurre durante el invierno o a finales de esta estación, cuando el riesgo de heladas severas ha disminuido. Sin embargo, algunas plantas que florecen en invierno deben podarse en verano, durante su época de reposo.
Según el docente: “La poda de las plantas y de los árboles y la determinación del momento óptimo para realizarla dependen de varios factores, incluyendo el tipo de planta, las condiciones climáticas, la región de Colombia donde se encuentre y el estado fenológico del cultivo. En el caso de los frutales, como los cítricos (naranjos y limoneros), se recomienda podar después de la cosecha o durante una temporada relativamente seca, preferiblemente antes del inicio de las lluvias”.
Añade que para árboles como manzanos y perales, la poda se aconseja durante la temporada seca, cuando el cultivo está en reposo vegetativo y no en fase productiva. Tradicionalmente, esto ocurría entre diciembre y enero, aunque el cambio climático ha alterado un poco estos períodos. Y en cuanto a los mangos, la poda se sugiere después de la cosecha y al inicio de la temporada de lluvias. Los aguacates se podan preferentemente en temporada seca, mientras que para los guayabos, la poda depende del estado fenológico y se realiza principalmente después de recoger la cosecha.
De hecho, debe considerar el ciclo de la floración de la planta, pues si por ejemplo su planta florece en primavera, podar al final del otoño lo impediría. Otro factor es que debe tener en cuenta la temperatura, ya que podar plantas sensibles al frío en febrero, por ejemplo, puede ser contraproducente. Cuanto más susceptible sea una planta a las bajas temperaturas, más se debe retrasar el momento de la poda. En general, se desaconseja podar durante los meses de invierno, ya que coincide con el período de reposo vegetativo de la planta, lo que dificulta la cicatrización adecuada de las heridas
Tipos de poda:
Tipos de poda | Características | Especificaciones |
---|---|---|
Poda de formación | La poda de formación se realiza en árboles jóvenes, generalmente entre dos y tres años, con el objetivo de establecer la estructura deseada para su etapa adulta. | Es uno de los tipos de poda más cruciales, ya que determina la forma futura del árbol y minimiza la necesidad de modificaciones posteriores. Para plantas más complejas, se suelen utilizar guías de metal o madera fijadas a las ramas para orientar su crecimiento en la dirección deseada. |
Poda de pinzamiento: | Esta técnica implica cortar las ramas tiernas tanto de árboles como de arbustos. Su principal función es controlar el volumen en plantas muy frondosas | La frecuencia de esta poda depende de la densidad del follaje: plantas con poco volumen pueden requerir solo una poda anual, mientras que especies más frondosas necesitarán podas más frecuentes. |
Poda de saneamiento: | La poda de saneamiento es fundamental para mantener la salud de la planta. Consiste en eliminar ramas o tallos secos, enfermos, infestados de insectos, rotos o en riesgo de ruptura. | Esta práctica no solo previene daños materiales y personales por caídas de ramas, sino que también evita la propagación de problemas a otras partes de la planta. |
Poda ornamental o topiaria | La topiaria es una técnica de poda muy apreciada en paisajismo. Consiste en dar formas decorativas a árboles y arbustos para embellecer jardines. | Con creatividad y habilidad, se pueden crear formas espectaculares y únicas. |
Poda de fructificación: | Esta poda se aplica a árboles y arbustos frutales para equilibrar las yemas de madera y las de flor. Se estima que por cada fruto de calidad se necesitan aproximadamente 40 hojas maduras. El objetivo es mejorar la producción y/o calidad de los frutos. | Es importante adaptar la técnica y frecuencia de poda según la especie, ya que cada tipo de árbol frutal tiene necesidades específicas. |
Poda de rejuvenecimiento: | Esta poda se aplica a plantas en mal estado, eliminando ramas y tallos secos o débiles para estimular un nuevo crecimiento saludable. | Es una medida correctiva que busca revitalizar plantas deterioradas, permitiéndoles desarrollarse con el volumen adecuado y de manera correcta. Un ejemplo de esto es la técnica del “soqueo” empleada en los cafetales, donde se cortan todas las hojas para inducir hormonalmente un nuevo crecimiento más vigoroso |
Poda tras la floración | Esta poda se realiza en plantas florecientes, generalmente en invierno después de la floración. El objetivo es preparar la planta para que en primavera produzca flores fuertes y atractivas. | Es particularmente importante para arbustos florales como rosales y hortensias. |
Antes de realizar una poda debe notar algunas señales comunes, en las que se incluyen ramas muertas o enfermas, ausencia de hojas, presencia de clorosis, infecciones fúngicas y daño mecánico. Este último suele ocurrir durante cosechas inadecuadas, cuando los operarios rompen accidentalmente las ramas al recolectar los frutos.
“La poda mal ejecutada puede causar más daño que beneficio. Los errores más comunes incluyen realizar cortes incorrectos, usar herramientas mal afiladas que producen cortes sesgados y dañan la planta, utilizar herramientas sucias o no desinfectadas, y podar en temporadas inadecuadas como épocas de lluvia, invierno o cosecha. Es importante notar que existen excepciones, como la poda de raleo durante la floración, donde se elimina uno de cada tres frutos para mejorar el desarrollo de los restantes” advierte el experto.
Otra cosa en la que hace énfasis es evitar el exceso de poda. Aunque puede ser tentador cortar demasiado, reducir excesivamente el follaje puede debilitar significativamente la planta y afectar su capacidad de realizar la fotosíntesis. La clave está en encontrar el equilibrio adecuado para cada planta y situación.
¿Como podar una planta?
“Las labores de poda requieren delicadeza y precisión, ya que una poda incorrecta puede dañar las ramas e incluso provocar la muerte de la planta. La técnica más apropiada consiste en realizar un corte lo más preciso posible, casi quirúrgico, pues los cortes erróneos pueden convertirse en puntos de entrada para enfermedades, afectando el crecimiento de la planta” dice García.
Es crucial comprender que podar implica causar un daño controlado a la planta, y si bien este puede que no sea perjudicial si se hace bien, requiere ciertas precauciones. Esto se debe a que cada corte es una herida, por ello debe tratarse adecuadamente por dos razones principales: primero, para evitar complicaciones en el proceso de cicatrización que puedan alterar el crecimiento de la planta; y segundo, para prevenir la entrada de hongos, plagas y bacterias que puedan comprometer su salud.
Por ello, según el docente, al podar, es importante determinar qué ramas necesitan ser cortadas, ya sea porque están demasiado grandes y podrían caerse o porque ya no son productivas. Se debe tener especial cuidado de no cortar la yema apical, responsable del crecimiento de la planta.
Al podar una rama, el corte debe realizarse justo por encima de la yema que se desea que crezca. La incisión debe hacerse aproximadamente a 1 cm de la yema, con una ligera inclinación que protegerá el corte de la acumulación de agua y tierra, previniendo así la putrefacción de la rama. Para ramas más gruesas, el corte debe realizarse a unos 20 o 30 cm del tronco. Se recomienda iniciar el corte desde arriba hasta la mitad del diámetro de la rama y, luego, hacer otro corte desde abajo unos 10 cm más hacia afuera, permitiendo que la rama se quiebre por su propio peso sin dañar la corteza.
Para realizar una poda efectiva, se requieren herramientas específicas. Las tijeras de podar son ideales para plantas pequeñas o medianas, así como para ramas poco leñosas o arbustos jóvenes. Para plantas más grandes, se recomiendan tijeras de poda de dos manos, que permiten aplicar mayor fuerza con mayor facilidad.
En el caso de los setos, una tijera de poda cortasetos es la herramienta más adecuada para cortar y sanear arbustos de gran tamaño. Para setos de gran altura, las tijeras de pértiga son la mejor opción. Estas pueden ser de mango fijo, permitiendo podar hasta dos metros de altura, o extensibles, alcanzando hasta 5 metros.
“Una vez realizado el corte, es necesario sellar la herida, preferiblemente con una cinta, para prevenir infecciones. Para llevar a cabo estos cortes, las herramientas deben estar correctamente afiladas, limpias y desinfectadas. Se recomienda utilizar una solución yodada o alcohólica para limpiar las herramientas. Es importante desinfectarlas entre cada poda para evitar la transmisión de enfermedades de una planta a otra” dice García.
Cicatrización de una planta, un paso importante
“El tiempo de cicatrización de una herida tras la poda depende principalmente de su tamaño. Las heridas pequeñas, de unos dos centímetros de diámetro, pueden cicatrizar en dos o tres semanas. En cambio, las heridas más grandes, de 5 a 7 centímetros, pueden tardar hasta un mes y medio en sanar completamente” dice el experto.
Para detectar una cicatrización inadecuada, es importante estar atento a ciertos síntomas:
- Coloración oscura o negra en la herida
- Presencia de hongos o bacterias
- Exudados: líquidos viscosos de colores claros o lechosos que indican infección
- Cicatrización incompleta
- Muerte de la rama afectada
“El sellado de las heridas después de la poda es un paso esencial para prevenir la entrada de enfermedades. Existen diversas opciones para este propósito, cada una con sus propias ventajas. Los selladores comerciales, disponibles en tiendas agrícolas, suelen incluir fungicidas o bactericidas, ofreciendo una protección más completa. Alternativas naturales incluyen el uso de la propia savia del árbol, aunque esta opción proporciona menos protección contra hongos. También se pueden emplear remedios caseros como polvo de azufre, canela en polvo o gel de aloe vera”, aclara el docente.
La elección del método de sellado debe depender de factores como el tamaño de la herida y el tipo de corte realizado. Aunque las opciones naturales y caseras pueden ser efectivas en ciertas situaciones, los selladores comerciales generalmente ofrecen una protección más completa contra posibles infecciones.
🌳 ☘️ 🌿 Encuentre en La Huerta toda la información sobre plantas, jardinería, cultivos y siembra. 🍂🌺 🌼