¿Cómo combatir las enfermedades en plantas de interior?
Sus plantas de interior pueden estar sufriendo en silencio sin que lo note. Descubra las cinco enfermedades más comunes que afectan a sus verdes amigos y aprenda a detectarlas antes de que sea demasiado tarde. ¡No permita que sus plantas se conviertan en víctimas de enfermedades prevenibles!
Diego Suárez
Mantener un jardín interior vibrante y saludable puede ser un desafío, especialmente cuando se enfrenta a las enfermedades que afectan a las plantas de interior. Aunque estos espacios suelen ofrecer un ambiente controlado y protegido, no son inmunes a factores que pueden debilitar y, en casos extremos, destruir sus plantas favoritas. Desde hongos que proliferan en condiciones de humedad hasta plagas que invaden sin previo aviso, estas enfermedades pueden manifestarse de formas variadas y a menudo sutiles.
“Conocer las cinco enfermedades más comunes en plantas de interior es crucial porque permite a los propietarios identificar y abordar problemas de manera temprana, antes de que se propaguen y causen daños significativos. Muchas enfermedades de las plantas pueden ser tratadas con éxito si se detectan en sus primeras etapas, lo que ayuda a preservar la salud general de las plantas y proteger su inversión en jardinería. Además, comprender estas enfermedades facilitará la implementación de prácticas de manejo preventivo, como el ajuste de condiciones ambientales y el uso adecuado de fertilizantes y riegos, lo que puede reducir la incidencia de brotes” dijo José Pedraza, investigador del Instituto Alexander von Humboldt, en entrevista con El Espectador.
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El Instituto Alexander von Humboldt realizó una investigación para identificar las enfermedades más comunes en las plantas de interior, llamado ‘Fungal Diseases of Ornamental Plants in Colombia’.
“Se recolectaron muestras de plantas ornamentales afectadas por diversas enfermedades fúngicas en diferentes regiones de Colombia. Estas muestras incluyeron hojas, tallos y flores con signos de infección. Se usaron microscopios para examinar las muestras y confirmar la presencia de hongos patógenos. Las muestras fueron cultivadas en medios de cultivo específicos para identificar los hongos patógenos. Se realizaron análisis moleculares, como PCR (reacción en cadena de la polimerasa), para identificar y clasificar las especies de hongos. Después, se realizaron encuestas y entrevistas con agricultores y jardineros para obtener información sobre las prácticas de manejo de plantas y las observaciones de enfermedades.e documentaron todos los hallazgos y se clasificaron los hongos según su impacto en las plantas. Por último, se emplearon herramientas estadísticas para analizar la frecuencia de las enfermedades y posterior publicación” dijo Pedraza sobre la metodología empleada para el estudio.
Según los resultados de ese estudio, estas son las algunas de las enfermedades más comunes en plantas de interior en Colombia.
Mildiu (Peronospora spp.)
Es una enfermedad fúngica causada por hongos del género Peronospora. Es un problema común en plantas ornamentales y agrícolas, particularmente en ambientes húmedos. Los síntomas son la aparición de manchas amarillentas en la parte superior de las hojas, en la parte inferior de las hojas se desarrolla un moho de color gris claro o púrpura y la deformación de las hojas, pueden volverse arrugadas y eventualmente caerse. Para una identificación precisa, se puede usar un microscopio para observar las estructuras fúngicas en las hojas afectadas.
Esta enfermedad se desarrolla en la humedad alta y en condiciones de riego excesivo, generalmente se desarrolla en donde hay temperaturas entre 15°C y 20°C. La falta de circulación de aire aumenta la humedad en el área de cultivo, creando condiciones ideales para el desarrollo del hongo.
Para el control y prevención se debe mejorar la ventilación, asegurando una buena circulación de aire para reducir la humedad en el área de cultivo. Así mismo, un riego adecuado, prefiriendo el riego por goteo en lugar de riego por aspersión. Si quiere conocer más sobre las técnicas de riego de click acá. También, aplicar fungicidas específicos para mildiu, siguiendo las recomendaciones del fabricante y la eliminación de plantas afectadas, retirando las plantas gravemente afectadas para evitar la propagación de la enfermedad.
“La razón por la que es tan común en Colombia es que las regiones tropicales de tienen altas temperaturas y humedad, condiciones ideales para el desarrollo del mildiu. Además, en ambientes cerrados y mal ventilados, como invernaderos y viveros, el mildiu puede proliferar fácilmente. La práctica de riego por aspersión en lugar de riego localizado contribuye a la alta humedad, favoreciendo el crecimiento del hongo”, dijo Pedraza.
Oidío
El oídio es una enfermedad fúngica causada por hongos de las familias Erysiphaceae y Oidium. Es reconocida por la aparición de un polvo blanco o grisáceo en la superficie de las hojas y otros tejidos de la planta. Se desarrolla en una amplia variedad de plantas, incluidas las ornamentales y hortícolas.
Los síntomas son la aparición de polvo blanco, que es la característica más distintiva del oídio, aparece en las hojas, tallos, flores y frutos. La deformación de hojas que se vuelven arrugadas o deformadas, y en casos graves, se secan y caen. Y el retraso en el crecimiento debido a la interrupción de la fotosíntesis.
A diferencia del mildiu, el oídio se desarrolla en condiciones de humedad relativa baja a moderada, generalmente entre 40% y 70%. El hongo prospera en temperaturas templadas, entre 20°C y 25°C, y es menos común en temperaturas extremas. El oídio tiende a desarrollarse en áreas sombreadas o en plantas que no reciben luz solar directa.
Para el control y prevención se debe colocar las plantas en áreas donde reciban luz solar directa puede ayudar a reducir la incidencia del oídio. Retirar las partes afectadas de la planta y destruirlas para evitar la propagación del hongo. Aplicar fungicidas específicos para el oídio, como azufre en polvo o productos a base de bicarbonato de potasio y regar las plantas en la mañana para que las hojas tengan tiempo de secarse durante el día.
El oídio puede estar asociado con otras enfermedades que prosperan en condiciones de poca luz y alta humedad relativa, como la botritis (moho gris). Las plantas que están estresadas por malas condiciones de cultivo o nutrición insuficiente también son más susceptibles al oídio.
“Aunque Colombia tiene regiones con alta humedad, también tiene áreas con climas templados y secos donde el oídio puede ser más prevalente. Las prácticas de cultivo en áreas sombreadas o en invernaderos con mala circulación de aire pueden favorecer el desarrollo del oídio. Colombia cultiva una gran diversidad de plantas ornamentales y agrícolas, muchas de las cuales son susceptibles al oídio debido a su susceptibilidad genética o condiciones de cultivo específicas” expuso Pedraza.
Podredumbre radicular
Es una enfermedad causada por diversos patógenos, principalmente hongos como Pythium, Phytophthora, y Rhizoctonia. Afecta las raíces de las plantas de interior, debilitando gravemente la planta al impedir la absorción de agua y nutrientes. Esta enfermedad es común en suelos o sustratos que retienen demasiada humedad y en condiciones de drenaje deficiente.
Las raíces afectadas se vuelven negras o marrones y presentan una textura blanda y gelatinosa en lugar de ser firmes y blancas. A pesar de un riego adecuado, las plantas pueden marchitarse debido a la incapacidad de las raíces dañadas para absorber agua. Las hojas de la planta pueden volverse amarillas, comenzando por las más viejas, y pueden caerse eventualmente. La planta puede mostrar un crecimiento reducido o nulo debido a la falta de nutrientes y agua que son absorbidos a través de las raíces dañadas.
El riego excesivo o un sustrato que retiene demasiada agua son las principales causas de la podredumbre radicular. Además de las macetas sin agujeros de drenaje o sustratos pesados que no permiten que el agua fluya libremente aumentan el riesgo. Así mismo, la presencia de hongos patógenos en el sustrato, que se diseminan a través de agua contaminada o herramientas sucias, puede causar la enfermedad.
La forma más directa de identificar la podredumbre radicular es inspeccionar las raíces. Si las raíces son negras, blandas y desprenden un olor desagradable, la planta está afectada. Además, si la planta muestra signos de marchitamiento a pesar de un riego adecuado, podría ser un indicio de podredumbre radicular.
Para combatirla se debe ajustar las prácticas de riego, asegurándose de que el sustrato se seque entre riegos. También usar macetas con agujeros de drenaje y un sustrato bien aireado y ligero que permita que el agua fluya libremente. Si la planta está afectada, retirar las raíces podridas con herramientas desinfectadas y replantar en un sustrato fresco y bien drenado. Aplicar fungicidas específicos para combatir los hongos responsables de la podredumbre radicular, siguiendo las instrucciones del producto y esterilizar las herramientas y, si es necesario, cambiar la maceta y el sustrato para evitar la reinfección.
“En muchas regiones de Colombia, la alta humedad ambiental contribuye a la retención de humedad en el sustrato, lo que favorece la aparición de podredumbre radicular. El uso de sustratos pesados o mal drenados es común en algunas prácticas de jardinería en interiores, lo que aumenta la probabilidad de que se desarrollen enfermedades radiculares”, dijo López.
Antracnosis
Es una enfermedad fúngica causada por hongos del género Colletotrichum y afecta principalmente las hojas, tallos y frutos de las plantas. Este hongo prospera en condiciones de alta humedad y temperaturas cálidas, características típicas de los ambientes interiores. Sus síntomas son la aparición de manchas negras o marrones en las hojas, que pueden ser pequeñas o grandes, con una apariencia hundida o necrótica en el centro. En tallos, las lesiones suelen ser decoloradas, alargadas y deprimidas, lo que puede debilitar la planta. En infecciones severas, las hojas pueden marchitarse, secarse y caerse, debilitando significativamente la planta. En casos avanzados, puede ocurrir una defoliación significativa, donde la planta pierde la mayoría de sus hojas.
Las causas son la presencia del hongo Colletotrichum spp, que se disemina a través de esporas que se transportan por el agua, el viento, y herramientas contaminadas. Así mismo la alta humedad, pues las esporas germinan en condiciones de humedad alta, especialmente en ambientes donde el agua se queda estancada en las hojas o en el sustrato. El hongo es más activo en temperaturas cálidas (20-25 °C), que son comunes en espacios interiores.
Para combatirla se debe asegurar una buena circulación de aire en el área donde se encuentran las plantas, reduciendo la humedad. En el riego se debe evitar mojar las hojas al regar y no dejar agua estancada en el sustrato o bandejas. También hay que retirar y desechar las hojas y tallos afectados para prevenir la propagación del hongo. Así mismo, aplicar fungicidas a base de cobre o específicos para Colletotrichum según las indicaciones del producto, y mantener las herramientas de jardinería limpias y desinfectar las áreas de cultivo regularmente para prevenir la reinfección.
“Muchas regiones de Colombia tienen condiciones climáticas que favorecen la proliferación de Colletotrichum, como la alta humedad y temperaturas cálidas. Las prácticas comunes de mantener plantas en interiores en Colombia, a menudo en condiciones de alta humedad y poca ventilación, proporcionan un ambiente ideal para la enfermedad. Además, la alta densidad de plantas ornamentales en espacios interiores aumenta el riesgo de propagación de la Antracnosis, especialmente si no se controla adecuadamente la humedad y el riego”, expuso Lopez.
Tizón Foliar
Afecta principalmente las hojas de las plantas de interior, provocando daños visibles y debilitando la planta, prefiere condiciones de alta humedad, temperaturas moderadas (15-25 °C) y mala ventilación, que son comunes en interiores. Se puede identificar cuando aparecen manchas oscuras, generalmente marrones o negras, con bordes irregulares y, a veces, un halo amarillento alrededor.En infecciones severas, las manchas pueden fusionarse, cubriendo gran parte de las hojas que se debilitan y caen prematuramente. La planta puede mostrar un crecimiento reducido y marchitamiento debido a la pérdida de hojas.
Las causas son el desarrollo del hongo Alternaria spp, que es común en ambientes húmedos y con poca circulación de aire, proliferando en condiciones de riego excesivo o acumulación de agua en las hojas. La falta de ventilación adecuada en interiores crea un microclima favorable para el hongo, y la acumulación de materia orgánica, como hojas caídas y restos de plantas, puede facilitar la aparición del hongo.
Para combatirla se debe aumentar la circulación de aire en el ambiente donde se encuentran las plantas, abriendo ventanas o utilizando ventiladores, evitar el riego excesivo y regar en la base de la planta, sin mojar las hojas. Además de retirar y desechar las hojas afectadas para reducir la propagación de la enfermedad, aplicar fungicidas específicos para hongos foliares, como aquellos a base de cobre o fungicidas sistémicos seguros para plantas de interior, y limpiar el área alrededor de la planta, eliminando restos vegetales y manteniendo el sustrato limpio. En ocasiones, el manejo preventivo no es suficiente, y la alta densidad de plantas ornamentales en espacios cerrados puede aumentar la susceptibilidad a esta enfermedad.
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Mantener un jardín interior vibrante y saludable puede ser un desafío, especialmente cuando se enfrenta a las enfermedades que afectan a las plantas de interior. Aunque estos espacios suelen ofrecer un ambiente controlado y protegido, no son inmunes a factores que pueden debilitar y, en casos extremos, destruir sus plantas favoritas. Desde hongos que proliferan en condiciones de humedad hasta plagas que invaden sin previo aviso, estas enfermedades pueden manifestarse de formas variadas y a menudo sutiles.
“Conocer las cinco enfermedades más comunes en plantas de interior es crucial porque permite a los propietarios identificar y abordar problemas de manera temprana, antes de que se propaguen y causen daños significativos. Muchas enfermedades de las plantas pueden ser tratadas con éxito si se detectan en sus primeras etapas, lo que ayuda a preservar la salud general de las plantas y proteger su inversión en jardinería. Además, comprender estas enfermedades facilitará la implementación de prácticas de manejo preventivo, como el ajuste de condiciones ambientales y el uso adecuado de fertilizantes y riegos, lo que puede reducir la incidencia de brotes” dijo José Pedraza, investigador del Instituto Alexander von Humboldt, en entrevista con El Espectador.
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El Instituto Alexander von Humboldt realizó una investigación para identificar las enfermedades más comunes en las plantas de interior, llamado ‘Fungal Diseases of Ornamental Plants in Colombia’.
“Se recolectaron muestras de plantas ornamentales afectadas por diversas enfermedades fúngicas en diferentes regiones de Colombia. Estas muestras incluyeron hojas, tallos y flores con signos de infección. Se usaron microscopios para examinar las muestras y confirmar la presencia de hongos patógenos. Las muestras fueron cultivadas en medios de cultivo específicos para identificar los hongos patógenos. Se realizaron análisis moleculares, como PCR (reacción en cadena de la polimerasa), para identificar y clasificar las especies de hongos. Después, se realizaron encuestas y entrevistas con agricultores y jardineros para obtener información sobre las prácticas de manejo de plantas y las observaciones de enfermedades.e documentaron todos los hallazgos y se clasificaron los hongos según su impacto en las plantas. Por último, se emplearon herramientas estadísticas para analizar la frecuencia de las enfermedades y posterior publicación” dijo Pedraza sobre la metodología empleada para el estudio.
Según los resultados de ese estudio, estas son las algunas de las enfermedades más comunes en plantas de interior en Colombia.
Mildiu (Peronospora spp.)
Es una enfermedad fúngica causada por hongos del género Peronospora. Es un problema común en plantas ornamentales y agrícolas, particularmente en ambientes húmedos. Los síntomas son la aparición de manchas amarillentas en la parte superior de las hojas, en la parte inferior de las hojas se desarrolla un moho de color gris claro o púrpura y la deformación de las hojas, pueden volverse arrugadas y eventualmente caerse. Para una identificación precisa, se puede usar un microscopio para observar las estructuras fúngicas en las hojas afectadas.
Esta enfermedad se desarrolla en la humedad alta y en condiciones de riego excesivo, generalmente se desarrolla en donde hay temperaturas entre 15°C y 20°C. La falta de circulación de aire aumenta la humedad en el área de cultivo, creando condiciones ideales para el desarrollo del hongo.
Para el control y prevención se debe mejorar la ventilación, asegurando una buena circulación de aire para reducir la humedad en el área de cultivo. Así mismo, un riego adecuado, prefiriendo el riego por goteo en lugar de riego por aspersión. Si quiere conocer más sobre las técnicas de riego de click acá. También, aplicar fungicidas específicos para mildiu, siguiendo las recomendaciones del fabricante y la eliminación de plantas afectadas, retirando las plantas gravemente afectadas para evitar la propagación de la enfermedad.
“La razón por la que es tan común en Colombia es que las regiones tropicales de tienen altas temperaturas y humedad, condiciones ideales para el desarrollo del mildiu. Además, en ambientes cerrados y mal ventilados, como invernaderos y viveros, el mildiu puede proliferar fácilmente. La práctica de riego por aspersión en lugar de riego localizado contribuye a la alta humedad, favoreciendo el crecimiento del hongo”, dijo Pedraza.
Oidío
El oídio es una enfermedad fúngica causada por hongos de las familias Erysiphaceae y Oidium. Es reconocida por la aparición de un polvo blanco o grisáceo en la superficie de las hojas y otros tejidos de la planta. Se desarrolla en una amplia variedad de plantas, incluidas las ornamentales y hortícolas.
Los síntomas son la aparición de polvo blanco, que es la característica más distintiva del oídio, aparece en las hojas, tallos, flores y frutos. La deformación de hojas que se vuelven arrugadas o deformadas, y en casos graves, se secan y caen. Y el retraso en el crecimiento debido a la interrupción de la fotosíntesis.
A diferencia del mildiu, el oídio se desarrolla en condiciones de humedad relativa baja a moderada, generalmente entre 40% y 70%. El hongo prospera en temperaturas templadas, entre 20°C y 25°C, y es menos común en temperaturas extremas. El oídio tiende a desarrollarse en áreas sombreadas o en plantas que no reciben luz solar directa.
Para el control y prevención se debe colocar las plantas en áreas donde reciban luz solar directa puede ayudar a reducir la incidencia del oídio. Retirar las partes afectadas de la planta y destruirlas para evitar la propagación del hongo. Aplicar fungicidas específicos para el oídio, como azufre en polvo o productos a base de bicarbonato de potasio y regar las plantas en la mañana para que las hojas tengan tiempo de secarse durante el día.
El oídio puede estar asociado con otras enfermedades que prosperan en condiciones de poca luz y alta humedad relativa, como la botritis (moho gris). Las plantas que están estresadas por malas condiciones de cultivo o nutrición insuficiente también son más susceptibles al oídio.
“Aunque Colombia tiene regiones con alta humedad, también tiene áreas con climas templados y secos donde el oídio puede ser más prevalente. Las prácticas de cultivo en áreas sombreadas o en invernaderos con mala circulación de aire pueden favorecer el desarrollo del oídio. Colombia cultiva una gran diversidad de plantas ornamentales y agrícolas, muchas de las cuales son susceptibles al oídio debido a su susceptibilidad genética o condiciones de cultivo específicas” expuso Pedraza.
Podredumbre radicular
Es una enfermedad causada por diversos patógenos, principalmente hongos como Pythium, Phytophthora, y Rhizoctonia. Afecta las raíces de las plantas de interior, debilitando gravemente la planta al impedir la absorción de agua y nutrientes. Esta enfermedad es común en suelos o sustratos que retienen demasiada humedad y en condiciones de drenaje deficiente.
Las raíces afectadas se vuelven negras o marrones y presentan una textura blanda y gelatinosa en lugar de ser firmes y blancas. A pesar de un riego adecuado, las plantas pueden marchitarse debido a la incapacidad de las raíces dañadas para absorber agua. Las hojas de la planta pueden volverse amarillas, comenzando por las más viejas, y pueden caerse eventualmente. La planta puede mostrar un crecimiento reducido o nulo debido a la falta de nutrientes y agua que son absorbidos a través de las raíces dañadas.
El riego excesivo o un sustrato que retiene demasiada agua son las principales causas de la podredumbre radicular. Además de las macetas sin agujeros de drenaje o sustratos pesados que no permiten que el agua fluya libremente aumentan el riesgo. Así mismo, la presencia de hongos patógenos en el sustrato, que se diseminan a través de agua contaminada o herramientas sucias, puede causar la enfermedad.
La forma más directa de identificar la podredumbre radicular es inspeccionar las raíces. Si las raíces son negras, blandas y desprenden un olor desagradable, la planta está afectada. Además, si la planta muestra signos de marchitamiento a pesar de un riego adecuado, podría ser un indicio de podredumbre radicular.
Para combatirla se debe ajustar las prácticas de riego, asegurándose de que el sustrato se seque entre riegos. También usar macetas con agujeros de drenaje y un sustrato bien aireado y ligero que permita que el agua fluya libremente. Si la planta está afectada, retirar las raíces podridas con herramientas desinfectadas y replantar en un sustrato fresco y bien drenado. Aplicar fungicidas específicos para combatir los hongos responsables de la podredumbre radicular, siguiendo las instrucciones del producto y esterilizar las herramientas y, si es necesario, cambiar la maceta y el sustrato para evitar la reinfección.
“En muchas regiones de Colombia, la alta humedad ambiental contribuye a la retención de humedad en el sustrato, lo que favorece la aparición de podredumbre radicular. El uso de sustratos pesados o mal drenados es común en algunas prácticas de jardinería en interiores, lo que aumenta la probabilidad de que se desarrollen enfermedades radiculares”, dijo López.
Antracnosis
Es una enfermedad fúngica causada por hongos del género Colletotrichum y afecta principalmente las hojas, tallos y frutos de las plantas. Este hongo prospera en condiciones de alta humedad y temperaturas cálidas, características típicas de los ambientes interiores. Sus síntomas son la aparición de manchas negras o marrones en las hojas, que pueden ser pequeñas o grandes, con una apariencia hundida o necrótica en el centro. En tallos, las lesiones suelen ser decoloradas, alargadas y deprimidas, lo que puede debilitar la planta. En infecciones severas, las hojas pueden marchitarse, secarse y caerse, debilitando significativamente la planta. En casos avanzados, puede ocurrir una defoliación significativa, donde la planta pierde la mayoría de sus hojas.
Las causas son la presencia del hongo Colletotrichum spp, que se disemina a través de esporas que se transportan por el agua, el viento, y herramientas contaminadas. Así mismo la alta humedad, pues las esporas germinan en condiciones de humedad alta, especialmente en ambientes donde el agua se queda estancada en las hojas o en el sustrato. El hongo es más activo en temperaturas cálidas (20-25 °C), que son comunes en espacios interiores.
Para combatirla se debe asegurar una buena circulación de aire en el área donde se encuentran las plantas, reduciendo la humedad. En el riego se debe evitar mojar las hojas al regar y no dejar agua estancada en el sustrato o bandejas. También hay que retirar y desechar las hojas y tallos afectados para prevenir la propagación del hongo. Así mismo, aplicar fungicidas a base de cobre o específicos para Colletotrichum según las indicaciones del producto, y mantener las herramientas de jardinería limpias y desinfectar las áreas de cultivo regularmente para prevenir la reinfección.
“Muchas regiones de Colombia tienen condiciones climáticas que favorecen la proliferación de Colletotrichum, como la alta humedad y temperaturas cálidas. Las prácticas comunes de mantener plantas en interiores en Colombia, a menudo en condiciones de alta humedad y poca ventilación, proporcionan un ambiente ideal para la enfermedad. Además, la alta densidad de plantas ornamentales en espacios interiores aumenta el riesgo de propagación de la Antracnosis, especialmente si no se controla adecuadamente la humedad y el riego”, expuso Lopez.
Tizón Foliar
Afecta principalmente las hojas de las plantas de interior, provocando daños visibles y debilitando la planta, prefiere condiciones de alta humedad, temperaturas moderadas (15-25 °C) y mala ventilación, que son comunes en interiores. Se puede identificar cuando aparecen manchas oscuras, generalmente marrones o negras, con bordes irregulares y, a veces, un halo amarillento alrededor.En infecciones severas, las manchas pueden fusionarse, cubriendo gran parte de las hojas que se debilitan y caen prematuramente. La planta puede mostrar un crecimiento reducido y marchitamiento debido a la pérdida de hojas.
Las causas son el desarrollo del hongo Alternaria spp, que es común en ambientes húmedos y con poca circulación de aire, proliferando en condiciones de riego excesivo o acumulación de agua en las hojas. La falta de ventilación adecuada en interiores crea un microclima favorable para el hongo, y la acumulación de materia orgánica, como hojas caídas y restos de plantas, puede facilitar la aparición del hongo.
Para combatirla se debe aumentar la circulación de aire en el ambiente donde se encuentran las plantas, abriendo ventanas o utilizando ventiladores, evitar el riego excesivo y regar en la base de la planta, sin mojar las hojas. Además de retirar y desechar las hojas afectadas para reducir la propagación de la enfermedad, aplicar fungicidas específicos para hongos foliares, como aquellos a base de cobre o fungicidas sistémicos seguros para plantas de interior, y limpiar el área alrededor de la planta, eliminando restos vegetales y manteniendo el sustrato limpio. En ocasiones, el manejo preventivo no es suficiente, y la alta densidad de plantas ornamentales en espacios cerrados puede aumentar la susceptibilidad a esta enfermedad.
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