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Que es mejor ni mirarla, que es una especie difícil y que entre menos atención se le preste mejor le va. Seguramente si usted tiene una tradescantia en casa, ya habrá escuchado consejos varios de este tipo para el mantenimiento de su planta. Y sí, pero no. Se trata de una especie resistente que a la hora de la verdad no requiere cuidados extremos, pero si hay que tener en cuenta ciertos factores para que se desarrolle correctamente.
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Pero antes de entrar en materia, una precisión la tradescantia es en sí un género de plantas que reúne por lo menos 75 especies, unas más populares que otras, y entre las que se destacan algunas que han ganado espacio en las plantas ornamentales como el caso de la zebrina, Nanouk, la pallida y la fluminensis.
El amor de hombre, como es conocida popularmente, es una planta de hojas vistosas (con manchas o rayas en algunas variedades) cuyos colores van desde el verde intenso, hasta un morado vibrante, y que puede alcanzar una altura que varía entre los 30 y los 60 cm.
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Cuidados de la tradescantia
De tallos carnosos y con raíces tuberosas o fibrosas, la tradescantia funciona tanto para interiores como exteriores pues no solo es resistente sino que se adapta fácilmente a distintas condiciones. Son plantas que disfrutan de las temperaturas cálidas (entre los 18 y 24 grados, preferiblemente) y no se la llevan muy bien con las temperaturas muy bajas. También hay que resguardarlas de las corrientes frías, algo para tener en cuenta si piensa ponerla en una terraza en un piso alto de una ciudad como Bogotá, por ejemplo.
Hay que tener cuidado, eso sí, con el manejo de la luz. Esta es una planta que, si bien se beneficia de recibir sol constantemente, no se acopla a la radiación directa. Si la va a mantener en exteriores, tiene que ser en un lugar de semisombra. En interiores, su ubicación ideal será cerca a una ventana, pero sin que reciba directamente los rayos del sol. Si las puntas de las hojas comienzan a tomar un color marrón , es posible que la planta esté recibiendo sol directo, así que pruebe moviéndola hacia otro lugar.
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Por lo general, esta planta se beneficia de un suelo ligeramente húmedo, pero no encharcado. Es importante dejar que la capa superior del suelo se seque entre riegos. Esté atento a las señales que le da su planta para entender las necesidades de riego: si comienza a notar que el tallo se pudre y las hojas se cubren de una suerte de moho, es signo de que está regándola de más. Las hojas marrones y secas, por su parte, son una señal de que el riego no ha sido suficiente.
Así mismo, es clave que la matera en la que se encuentre la tradescantia (independientemente de la variedad que tenga) tenga un buen drenaje para evitar que, por excesos de acumulación de agua, se puedan pudrir las raíces.
Algunas de las enfermedades más comunes en esta especie incluye el hongo conocido como oídio y la cochinilla algodonosa. Sepa qué hacer contra el hongo en esta guía y puede consultar esta otra para enterarse acerca de cómo lidiar con la cochinilla.
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