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La jardinería es un arte que requiere paciencia y dedicación, de hecho a menudo se asocia con la paz y la relajación. Pero, los más veteranos saben que en este mundo también existe un lado más agreste, y en mucho casos frustrante, lleno de batallas contra las plagas. Es el caso de los pulgones, conocidos como Aphidoidea, miembros de la superfamilia de fitopatógenos, lo que significa que son organismos que pueden causar enfermedades en las plantas.
Estos insectos son conocidos por su capacidad para reproducirse rápidamente y causar daño al alimentarse de la savia de las plantas. Aunque no representan una amenaza directa para la salud de las personas, su eclosión se ve favorecida por el aumento de las temperaturas. Esta rápida proliferación puede resultar en infestaciones graves que comprometen la salud de las plantas y la estética de los jardines.
Los pulgones se dividen a su vez en más de 4000 especies, con multiplicidad de colores, aunque los rojos, blancos, negros, verdes y amarillos son los más comunes.
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¿Cómo identificar un pulgón en las plantas?
La presencia de pulgones en las plantas puede detectarse principalmente mediante:
- Observación directa del insecto. Generalmente, estos se proliferan en colonias alrededor de las hojas.
- Observación de hojas enrolladas, pegajosas, lo que se conoce como “rocío de miel” y brotes atacados.
- Observación de manchas amarillas o verde pálido en los puntos de picadura.
- Aparición del hongo de color negro y la presencia de hormigas.
Lo curioso de las hormigas es que aquí no funcionan como control biológico para esta plaga, como lo haría en otros casos con otros insectos como las pulgas o las termitas, debido a que mantienen una relación simbiótica con ellos. Es decir, los pulgones producen una sustancia azucarada llamada melaza, que las hormigas consumen. A cambio, las hormigas protegen a los pulgones de sus enemigos naturales, como depredadores y parasitoides. Es por ello que en lugar de ayudar a controlar las poblaciones, las hormigas contribuyen a su proliferación al protegerlos. Los que sí controlan a esta población son las mariquitas.
También, estos animales tiene unos gustos específicos, pues suelen aparecer principalmente cuando hay mucho calor, también cuando hay brotes nuevos disponibles en las planta y cuando hay un exceso de fertilizantes. Prefieren atacar a las frutales, las plantas ornamentales y muchas hortalizas.
Plantas más atacadas por pulgones
- Pulgón del algodonero o blanco (Aphis gossypii): Este tipo de pulgón es común en cultivos de algodón, así como en cítricos y hortalizas.
- Pulgón negro del haba (Aphis fabae): Se encuentra principalmente en plantas de legumbres, mostrando una predilección especial por la savia de estas plantas.
- Pulgón verde (Aphis spiraecola): Esta especie de pulgón es muy versátil en cuanto a su dieta, prefiriendo plantas que da frutos como el tomate, la papa, la berenjena, el pimiento. Se ha convertido en una plaga importante en cultivos de verduras y cultivos de rosa, especialmente en invernaderos.
- Pulgón rojo: (Myzus cerasi): Estos pulgones se encuentran generalmente en los brotes tiernos o incluso en los frutos de árboles frutales, como los cerezos. Suelen atacar cultivos como el tomate, el pimiento y otros similares en el huerto.
- El pulgón de la adelfa (Aphis nerii): es una plaga frecuente que afecta a diversas plantas ornamentales, incluyendo las asclepias, conocidas coloquialmente como “algodoncillos”, “plantas de mariposa” o “flor de seda”, así como en el jazmín, la adelfa y la vinca. Otros pulgones de este color son vistos en plantas de granos y cereales, como la avena, el trigo, la cebada e incluso la caña de azúcar.
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¿Cómo atacarlos?
Insecticidas sistémicos
Estos productos se aplican sobre la planta y son absorbidos por sus tejidos, distribuyéndose a lo largo de todo el organismo. Al ingerir la savia de la planta tratada, los pulgones consumen el veneno y mueren. Sin embargo, muchos de estos insecticidas pueden ser perjudiciales para el medio ambiente y la salud humana, por lo que se recomienda consultar con especialistas antes de su uso. Asesórese primero para saber exactamente qué tipo de afectación tiene su planta y cómo puede tratarla.
Tratamientos orgánicos o caseros
Preste atención a esta parte, porque son recetas con medidas para combatir a estos insectos desde nuestro hogar.
- Pesticida natural de ajo: Prepare 4-5 dientes de ajo y un litro de agua. Corte los ajos en trozos pequeños y aplástelos ligeramente. Coloque los ajos en un litro de agua en una olla y cubra con un trapo (no tan grueso, que sea de algodón preferiblemente) Déjelo reposar durante 24 horas. Lleve la mezcla a fuego lento y déjelo hervir durante 20 minutos. Al enfriar, cuele la infusión y transfiérela a una botella con spray para aplicarla en las plantas afectadas.
- Vinagre: Mezcle 1 litro de vinagre blanco en 10 litros de agua. Ponga la mezcla en un tarro de spray y aplíquelo en las plantas.
- Ortigas: Remoje un manojo de ortigas en 1,5 a 2 litros de agua durante un día. Cuele el líquido y viértalo en una botella con spray para aplicarlo en las plantas.
- Jabón: Mezcle jabón de lavar platos con agua y rocíe las plantas con esta solución para eliminar los pulgones. No ahogue la planta con tanto de esta mezcla porque puede ser perjudicial para ella.
Control mecánico:
Un consejo efectivo antes de aplicar insecticidas o remedios caseros es dedicar tiempo a limpiar la planta. Esto implica cortar las hojas y brotes afectados, o eliminar los pulgones manualmente con un cepillo de dientes, especialmente en plantas de interior. Además, se pueden utilizar cintas pegajosas en la corteza para atrapar a los pulgones.
Control biológico:
Como se mencionó anteriormente, algunos animales son buenos para controlar esta plaga:
- Parasitoides: Son insectos que depositan sus huevos dentro de los pulgones, eventualmente matándolos. Por ejemplo, algunas avispas parasitoides como la Aphidius colemani o la Aphidius ervi son enemigos naturales de los pulgones.
- Depredadores: Son animales que se alimentan de los pulgones. Algunos ejemplos comunes son las mariquitas (Coccinellidae) y las arañas que cazan activamente pulgones en las plantas.
- Entomopatógenos: Son organismos que causan enfermedades en los pulgones. Por ejemplo, el hongo Verticillium lecanii es un patógeno que infecta y mata a los pulgones.
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Prevenga antes de lamentar:
La mejor forma de proteger una planta siempre es cuidarla antes. Puede plantar especies que actúan como repelentes naturales, como la lavanda, la madreselva, el lupino, el ajo o la ortiga, lo que puede ayudar a disuadir a los pulgones y otras plagas. O incluso, puede hacer uso de trampas para la captura de pulgones, como trampas engomadas amarillas o bandejas con agua.
Es importante que se evalúe cuidadosamente cada método y se emplee una combinación de ellos según las necesidades específicas y las condiciones ambientales de cada situación. Además, es fundamental mantener un monitoreo constante de las plantas para detectar cualquier signo de infestación y actuar de manera oportuna. No las descuide, pues son compañeras que necesitan atención.
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