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En el corazón de la gestión sostenible de residuos y el cultivo responsable, se encuentra una práctica simple pero poderosa: la lombricomposta o lombricompostaje. Se trata de un proceso que transforma los desperdicios de alimentos en fertilizante, aprovechando la increíble capacidad de las lombrices para reciclar materia orgánica.
La lombricomposta no solo ofrece una solución rápida y eficiente para reducir los residuos domésticos, sino que también produce un abono de suelo de alta calidad y un fertilizante líquido rico en nutrientes. Además, este sistema funciona de manera autónoma y prácticamente sin olores, convirtiéndose en un aliado perfecto para hogares urbanos y rurales por igual.
¿Cómo hacer lombricomposta?
- Primer paso: la estructura
“La estructura y ubicación de un sistema de lombricultivo son fundamentales para su éxito. Es crucial establecer el sistema en un sitio con piso sólido, preferiblemente de cemento, o si se hace directamente en tierra, asegurarse de que el terreno esté lo más compacto posible. Esto proporciona estabilidad a la estructura y facilita la recolección de lixiviados”, explica Hernan Rodríguez, profesional de campo del proyecto de agricultura urbana del Jardín Botanico de Bogotá.
Al diseñar el espacio para lombricultura, especialmente en áreas grandes, es importante asegurarse de que haya una ligera inclinación en el terreno. Esto permite que los líquidos que se generan en las camas de lombrices fluyan de manera natural hacia un recipiente donde se recolecta el humus líquido. Esta inclinación es clave porque si el suelo está completamente plano, puede acumularse agua en las camas, lo que afecta el desarrollo de las lombrices.
Otros aspectos que debe considerar son:
- Protección contra los elementos naturales: El espacio debe estar resguardado de la luz solar directa, ya que las lombrices son fotosensibles y no toleran los rayos del sol. Igualmente, debe estar protegido de la lluvia y las granizadas, que podrían afectar negativamente a la población de lombrices. “Es importante evitar ubicar el sistema en áreas con temperaturas extremas o fluctuantes. Por ejemplo, no se recomienda colocarlo cerca de calderas o en lugares donde haya grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche. La temperatura ideal debe mantenerse por debajo de los 40 grados centígrados”, advierte el experto.
- Protéjalo contra animales domésticos: especialmente aves como las gallinas, que son depredadores naturales de las lombrices. Esto se aplica tanto en espacios grandes como en fincas, así como en entornos urbanos más reducidos donde puedan existir aves de corral. La estructura debe diseñarse para impedir el acceso de estos animales.
- Espacio con fácil acceso y circulación adecuada: Esto facilita las labores de mantenimiento y manejo del sistema de lombricultivo. Un espacio donde se pueda transitar libremente alrededor de las estructuras no solo hace más eficiente el trabajo, sino que también permite una mejor supervisión y cuidado del sistema en general.
“Un aspecto crucial a considerar en la estructura de un sistema de lombricultivo es la altura. En espacios grandes como fincas o lotes amplios, es importante que las estructuras no tengan una profundidad mayor a 40-50 centímetros. Esto se debe a que las lombrices no trabajan ni profundizan más allá de esta medida. Esta consideración es fundamental para garantizar la eficiencia del sistema y el bienestar de las lombrices”, explica Rodríguez.
Tenga en cuenta lo siguiente, pues en cuanto a los materiales y tipos de estructuras existe una variedad de opciones adaptables a diferentes espacios:
- En áreas grandes, se pueden utilizar materiales como madera, ladrillos o concreto para construir las camas.
- Para espacios más reducidos o entornos urbanos, se pueden emplear soluciones más compactas como huacales de madera, canastillas, baldes o canecas.
- Es crucial mantener presente el tema de la altura, incluso en recipientes caseros. Por ejemplo, aunque existan canecas de 50 litros disponibles, su altura podría no ser adecuada para un proceso eficiente de lombricompostaje.
Existen dos tipos principales de estructuras para lombricultura: abiertas y cerradas. Los sistemas abiertos, como camas de madera, son ideales para espacios grandes como fincas. En áreas urbanas o apartamentos, se utilizan recipientes más pequeños y manejables. Lo bueno de este sistema es que es flexible y se puede adaptar a cualquier espacio, ya sea grande o pequeño. Además, no requiere una gran inversión, ya que se pueden reutilizar materiales como baldes, canastillas o huacales que tengamos en casa”, afirmo el experto
- Segundo paso: el lecho
“El lecho inicial es clave para el éxito del lombricultivo, ya que ofrece el primer sustrato y alimento para las lombrices al adaptarse a su nuevo entorno. La composición del lecho puede variar según los recursos disponibles. En espacios grandes como fincas, donde se tiene acceso a estiércol de ganado o caballos, se suele usar estiércol que ha reposado unos cinco días, mezclado con paja o pasto seco. Esta combinación crea el ambiente perfecto para que las lombrices comiencen a trabajar”, dice Rodríguez.
En entornos urbanos, como hogares en Bogotá, se recomienda usar materiales secos como hojarasca de parques, evitando zonas frecuentadas por mascotas para prevenir contaminación. Además, se puede complementarse con residuos orgánicos precompostados, como cáscaras de papa o plátano, para ello, es útil contar con un contenedor separado para degradar inicialmente estos desechos orgánicos de cocina
Esta es la alimentación que debe usar:
- Las lombrices pueden procesar una variedad de materiales orgánicos, incluyendo estiércoles (preferiblemente de caballo o vaca), papel sin tintas o con tintas ecológicas, cartón lo más virgen posible, restos de frutas y vegetales, cáscaras de huevo y restos de podas. En general, cualquier residuo orgánico es apropiado, siempre y cuando no haya pasado por un proceso de cocción.
- Es crucial enfatizar que los alimentos cocinados, aunque sean de origen orgánico, no son adecuados para este proceso. Por ejemplo, el arroz cocido, a pesar de ser un grano, no se recomienda ni para el compostaje ni para el lombricultivo. La regla de oro es que todo alimento debe ser crudo.
- Otros residuos que debe evitar son: pescado, carne y huesos, leche, estiércol de animales domésticos, revistas ilustradas, pañales, serrín de maderas tratadas, otros materiales no orgánicos.
Para alimentarlas mejor, puede practicar el precompostaje, que tiene dos ventajas importantes: ablanda los residuos, facilitando su digestión por las lombrices, y evita que se expongan a los primeros días de descomposición, donde los alimentos pueden liberar sustancias que frenan su crecimiento. Es por esto que los residuos deben descomponerse durante 15 días a un mes antes de dárselos a las lombrices
De acuerdo con Rodríguez, el precompostaje ayuda a reducir el contenido de ácidos orgánicos y otras sustancias que pueden afectar negativamente el pH del lecho, además de que permite inhibir el crecimiento de patógenos presentes en los residuos orgánicos. Según el experto, este paso previo de degradación es crucial, ya que muchos residuos tienen altos contenidos de ácidos orgánicos y otras sustancias que pueden perjudicar el pH del lecho donde se encuentran las lombrices. Además, el precompostaje puede inhibir el crecimiento de patógenos presentes en los residuos orgánicos.
- Tercer paso: pie de cría
“El pie de cría es fundamental para comenzar un proyecto de lombricultivo, ya que es la población inicial de lombrices que se introducirá en el sistema. En Bogotá, hay varias opciones para adquirirlo, incluyendo servicios de entrega a domicilio y plataformas como Mercado Libre. También se puede optar por productores locales, como Cocumus, que ha recibido apoyo del Jardín Botánico”, explica el experto.
Al adquirir el pie de cría, es importante observar su composición. Un pie de cría ideal debe incluir lombrices en diferentes etapas de su ciclo de vida: adultos (grandes), jóvenes (pequeñas) y huevos (de color blanquecino o amarillento). Esta diversidad asegura una población equilibrada y con potencial de crecimiento. En cuanto al tipo de lombriz, según el experto, la Eisenia foetida, conocida como lombriz roja californiana es la más comercializada y se puede encontrar muy fácil, aunque agrega que en el mundo existen cientos de especies de lombrices que degradan residuos orgánicos. Sin embargo, la mayoría de ellas viven en estados silvestres.
Otro factor a considerar es la cantidad de lombrices por kilogramo. Según las recomendaciones estándar, un kilogramo de pie de cría debe contener aproximadamente 700 lombrices. Para verificar esto, se puede tomar una muestra más pequeña (por ejemplo, 50 o 100 gramos) y contar las lombrices presentes, extrapolando luego este número al kilogramo completo.
- Duración de lombricultivo
La duración del proceso de lombricultivo varía considerablemente dependiendo de diversos factores como la humedad, temperatura, población de lombrices y el tipo de residuos utilizados, ya que algunos se descomponen más rápidamente que otros. Según el experto, para conocer más sobre esto, es mejor pedir asesoría con expertos.
Por otro lado, es importante diferenciar entre dos productos principales del lombricultivo:
- Lombricompost o lombriabono: Este es el producto que generalmente se obtiene después de aproximadamente tres meses. Es un abono orgánico de buena calidad, pero no debe confundirse con el humus de lombriz.
- Humus de lombriz: Este producto requiere un proceso más largo, alrededor de un año. El humus de lombriz puede existir en forma sólida (como tierra) o líquida. Su principal característica es que los residuos orgánicos han pasado por un proceso de humificación, lo que transforma los elementos químicos y minerales en formas más fácilmente asimilables por las plantas. Esto lo hace particularmente rico en nutrientes y beneficioso para el crecimiento vegetal.
“Ojo, la introducción de las lombrices al sistema requiere de un cuidado especial. Deben ser depositadas con suavidad sobre el lecho preparado, observando atentamente su comportamiento. Su rápido enterramiento es una señal positiva de que el ambiente es propicio. Posteriormente, es crucial cubrir el contenedor y permitir un período de adaptación de 24 horas antes de ofrecer el primer alimento”, dice el experto.
Un aspecto clave que debe tener en cuenta aquí, es la humedad, pues esta impacta directamente en la respiración de las lombrices. Puede suceder dos situaciones si no esta pendiente de ella:
- Si la cama se reseca, las lombrices tienden a escapar en busca de condiciones más favorables.
- Un exceso de humedad puede dificultar la respiración de las lombrices, afectando negativamente su salud y productividad.
Para evitar esto puede controlarlo de la siguiente forma:
- Monitoreo de humedad: En proyectos grandes o productivos, lo ideal es usar un sensor digital para mantener la humedad entre 70% y 80%, clave para el crecimiento de las lombrices. Este parámetro debe ser medido diariamente.
- Métodos caseros: En proyectos pequeños, puede usarse la “prueba del puño”. Consiste en apretar una muestra de sustrato; si caen 7-8 gotas de agua, la humedad está en el rango adecuado.
- Riego adecuado: Se recomienda usar agua lluvia o reposada, ya que el agua potable puede contener cloro, afectando los microorganismos beneficiosos.
Además de la humedad y la temperatura, hay otras variables importantes a considerar:
- pH: Debe mantenerse en un rango adecuado para las lombrices.
- Luminosidad: Las lombrices son sensibles a la luz solar directa y requieren un ambiente oscuro.
- Contenido de amonio: Un exceso de materiales ricos en nitrógeno puede llevar a la acumulación de amonio, lo cual es perjudicial para las lombrices. Este es uno de los motivos por los que el pre-compostaje, mencionado anteriormente, es tan importante. Al pre-compostar los residuos antes de introducirlos en la cama de lombrices, se reduce significativamente el riesgo de problemas relacionados con el exceso de amonio.
Recomendaciones:
- Su capacidad reproductiva es muy elevada, la población puede duplicarse cada 45-60 días.
- Demanda menos mano de obra que el compostaje. Sin embargo, demanda atención, así que debe asegurarse de darle un mantenimiento adecuado.
- Los costos del proceso son inferiores en el lombricultivo debido a que no se requiere de maquinaria y mano de obra para realizar los volteos al material, ya que las lombrices se encargan de mover los residuos y airear la mezcla.
- En el lombricompostaje no se pierden nutrientes durante un proceso prolongado, como sí puede suceder con los procesos de compostaje.
- El abono resultante tiene mejor calidad que el compostaje, debido a la gran cantidad de microorganismos benéficos que aporta la lombriz.
- El olor y color del lixiviado señala si la lombricomposta está desequilibrada o no; color negro y olor desagradable es señal de un desequilibrio, color amarillo y olor a tierra es señal de un buen equilibrio.
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