¿Cómo sembrar moringa en casa? Aproveche todos sus beneficios
Ha sido llamada por algunos como hierba mágica, así realmente no tenga nada de magia. Sin embargo, se trata de una planta reconocida por sus valores nutricionales y, en términos de cultivo, no representa mayores problemas.
La moringa es una planta milenaria, cuyos primeros registros se pueden rastrear a los pies de los Himalaya, en el actual Pakistán.
Esta planta (Moringa oleifera) se ha diseminado ampliamente por el mundo y hoy es posible encontrarla en varios lugares de África y Asia, así como en varias islas del Caribe (Cuba es un lugar notable, pero ya hablaremos de ello) y América del Sur.
Es muy posible que el nombre de este árbol le suene, especialmente en el contexto de la pandemia de covid-19. Para ese momento, una serie de creencias populares asociaron esta planta a formas de curar o prevenir el virus. Y hay que decirlo claro antes de continuar: hasta el momento, ninguna autoridad sanitaria con peso recomienda tratamientos preventivos o curativos para este virus a punta o incluyendo moringa.
Esto porque no hay evidencia científica que la planta prevenga, desacelere, mitigue, debilite, ataque o cualquier otro verbo que se quiera conjugar alrededor del covid-19.
Si está pensando en añadir moringa a su huerta casera por sus propiedades anti covid-19, desista: no hay tales, a pesar de lo que diga Facebook o una discusión en Reddit o aquella cadena de Whatsapp que le llegó antes de un mensaje de texto en el que le ofrecen un jugoso salario por hacer básicamente nada.
Lea también: Ojo, no hay remedios caseros para el covid-19
Ahora bien, la moringa comenzó a sonar duro en tiempos de pandemia porque, más allá de no tener nada que ver con la respuesta inmune ni el manejo epidemiológico ante el covid-19, se trata de una especie plena en nutrientes y vitaminas.
En otras palabras, es una planta nutritiva y saludable para el ser humano (sin exceder su consumo, un poco como todo). De acuerdo con un documento de la FAO, las hojas de la moringa son ricas en proteínas y vitaminas como A, B y C. También tiene un alto contenido de calcio y hierro y en algunas partes se consume la planta como un sustituto de la espinaca, por ejemplo.
La FAO reconoce que, en el mundo de la medicina herbal, las hojas de la plata han sido usadas como antiséptico, así como tratamiento de inflamaciones, entre otros males menores. Su uso en el campo medicinal, hay que aclarar, no reemplaza el cuidado médico profesional o la aplicación de farmacología especializada.
Al final, para todos sus beneficios, no se trata de una planta mágica.
Aunque, a decir verdad, calificarla como mágica no es un asunto reciente o atado a la pandemia. Ya lo había hecho Fidel Castro, quien aseguró en su momento que era una de las balas de plata para luchar contra los problemas nutricionales durante uno de los puntos más altos de la crisis económica de la isla, especialmente durante el llamado Periodo Especial.
¿Cómo cultivar moringa en casa?
Lo primero que hay que mencionar acá es que estamos hablando de un árbol que puede llegar a crecer entre 10 y 12 metros de altura, según el Ministerio de Agricultura. Y en un año puede sumar unos 5 metros de altura.
Entonces, la primera recomendación si quiere adentrarse en el cultivo de moringa es que el desarrollo óptimo de esta planta se dará en suelo abierto: no es un cultivo de interiores por sus dimensiones, entre otras razones que ya veremos.
La moringa crece de forma óptima hasta los 1.500 metros sobre el nivel del mar, de acuerdo con una investigación de la Universidad Militar de Colombia y es preferible que habite en lugares que oscilen entre los 15 y 35 grados centígrados. No soporta mucho las bajas temperaturas y bordeando, o debajo del cero, pierde su preciadas hojas. Sin embargo, hay especímenes que se han documentado en lugares por encima de los 40 grados centígrados.
Lea también: ¿Funcionan los fertilizantes caseros?
Es un árbol que resiste mejor la sequía que el exceso de agua, por lo que el riego debe hacerse con cuidado de no encharcar las raíces y siempre de acuerdo con las condiciones ambientales (si es un lugar muy cálido, incrementar la frecuencia y cantidad de riego y, en lugares más templados, espaciar más la cantidad de agua).
Esta especie la va muy bien con la luz, incluso si es directa. Por esto también se recomienda que sea parte de una huerta casera en exteriores, pues su mejor desarrollo se da a pleno sol.
Al prosperar con relativa poca agua y en suelos no muy fértiles, es una especie que se usa para reforestar, especialmente en zonas secas, pues su rápido crecimiento implica que habrá cobertura en poco tiempo.
🌳 ☘️ 🌿 Encuentre en La Huerta toda la información sobre plantas, jardinería, cultivos y siembra. 🍂🌺 🌼
La moringa es una planta milenaria, cuyos primeros registros se pueden rastrear a los pies de los Himalaya, en el actual Pakistán.
Esta planta (Moringa oleifera) se ha diseminado ampliamente por el mundo y hoy es posible encontrarla en varios lugares de África y Asia, así como en varias islas del Caribe (Cuba es un lugar notable, pero ya hablaremos de ello) y América del Sur.
Es muy posible que el nombre de este árbol le suene, especialmente en el contexto de la pandemia de covid-19. Para ese momento, una serie de creencias populares asociaron esta planta a formas de curar o prevenir el virus. Y hay que decirlo claro antes de continuar: hasta el momento, ninguna autoridad sanitaria con peso recomienda tratamientos preventivos o curativos para este virus a punta o incluyendo moringa.
Esto porque no hay evidencia científica que la planta prevenga, desacelere, mitigue, debilite, ataque o cualquier otro verbo que se quiera conjugar alrededor del covid-19.
Si está pensando en añadir moringa a su huerta casera por sus propiedades anti covid-19, desista: no hay tales, a pesar de lo que diga Facebook o una discusión en Reddit o aquella cadena de Whatsapp que le llegó antes de un mensaje de texto en el que le ofrecen un jugoso salario por hacer básicamente nada.
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Ahora bien, la moringa comenzó a sonar duro en tiempos de pandemia porque, más allá de no tener nada que ver con la respuesta inmune ni el manejo epidemiológico ante el covid-19, se trata de una especie plena en nutrientes y vitaminas.
En otras palabras, es una planta nutritiva y saludable para el ser humano (sin exceder su consumo, un poco como todo). De acuerdo con un documento de la FAO, las hojas de la moringa son ricas en proteínas y vitaminas como A, B y C. También tiene un alto contenido de calcio y hierro y en algunas partes se consume la planta como un sustituto de la espinaca, por ejemplo.
La FAO reconoce que, en el mundo de la medicina herbal, las hojas de la plata han sido usadas como antiséptico, así como tratamiento de inflamaciones, entre otros males menores. Su uso en el campo medicinal, hay que aclarar, no reemplaza el cuidado médico profesional o la aplicación de farmacología especializada.
Al final, para todos sus beneficios, no se trata de una planta mágica.
Aunque, a decir verdad, calificarla como mágica no es un asunto reciente o atado a la pandemia. Ya lo había hecho Fidel Castro, quien aseguró en su momento que era una de las balas de plata para luchar contra los problemas nutricionales durante uno de los puntos más altos de la crisis económica de la isla, especialmente durante el llamado Periodo Especial.
¿Cómo cultivar moringa en casa?
Lo primero que hay que mencionar acá es que estamos hablando de un árbol que puede llegar a crecer entre 10 y 12 metros de altura, según el Ministerio de Agricultura. Y en un año puede sumar unos 5 metros de altura.
Entonces, la primera recomendación si quiere adentrarse en el cultivo de moringa es que el desarrollo óptimo de esta planta se dará en suelo abierto: no es un cultivo de interiores por sus dimensiones, entre otras razones que ya veremos.
La moringa crece de forma óptima hasta los 1.500 metros sobre el nivel del mar, de acuerdo con una investigación de la Universidad Militar de Colombia y es preferible que habite en lugares que oscilen entre los 15 y 35 grados centígrados. No soporta mucho las bajas temperaturas y bordeando, o debajo del cero, pierde su preciadas hojas. Sin embargo, hay especímenes que se han documentado en lugares por encima de los 40 grados centígrados.
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Es un árbol que resiste mejor la sequía que el exceso de agua, por lo que el riego debe hacerse con cuidado de no encharcar las raíces y siempre de acuerdo con las condiciones ambientales (si es un lugar muy cálido, incrementar la frecuencia y cantidad de riego y, en lugares más templados, espaciar más la cantidad de agua).
Esta especie la va muy bien con la luz, incluso si es directa. Por esto también se recomienda que sea parte de una huerta casera en exteriores, pues su mejor desarrollo se da a pleno sol.
Al prosperar con relativa poca agua y en suelos no muy fértiles, es una especie que se usa para reforestar, especialmente en zonas secas, pues su rápido crecimiento implica que habrá cobertura en poco tiempo.
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