Publicidad

Cucurbita pepo: el origen del sabor de la flor de calabaza

Conozca el origen histórico de la planta cucurbita pepo, famosa por dar origen a la flor de calabaza, revelando su papel en diversas culturas. Además, una guía práctica de siembra y cuidados, ideal para cultivadores interesados en aprovechar al máximo sus beneficios nutricionales.

Diego Suárez
09 de octubre de 2024 - 10:45 p. m.
La flor de calabaza es una flor comestible de color amarillo anaranjado, con pétalos delicados y una textura suave. Proviene de plantas del género Cucurbita, como calabazas y zucchinis, y se distingue por su sabor sutil y ligeramente dulce. Se utiliza en diversas cocinas tradicionales, tanto en platillos frescos como cocidos.
La flor de calabaza es una flor comestible de color amarillo anaranjado, con pétalos delicados y una textura suave. Proviene de plantas del género Cucurbita, como calabazas y zucchinis, y se distingue por su sabor sutil y ligeramente dulce. Se utiliza en diversas cocinas tradicionales, tanto en platillos frescos como cocidos.
Foto: Gobierno de México
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

La Cucurbita pepo es una especie herbácea que pertenece a la familia Cucurbitaceae. Esta planta se caracteriza por su tallo largo y rastrero, que puede extenderse varios metros a lo largo del suelo. Sus tallos son angulares y presentan una textura pelosa, lo que les permite sostenerse y treparse a través de estructuras o a otras plantas mediante zarcillos. Las hojas son grandes y lobuladas, con bordes dentados, y presentan un color verde brillante. Su superficie es áspera debido a la presencia de pequeños pelos, lo que proporciona una textura distintiva. El sistema radicular de la planta es fibroso y superficial, permitiéndole absorber rápidamente los nutrientes y el agua del suelo.

“Uno de los aspectos más destacados de la Cucurbita pepo es la flor de calabaza, que se considera uno de sus productos más atractivos. Esta flor presenta un color amarillo intenso, a veces anaranjado, que se hace más vibrante bajo la luz del sol, lo que ayuda a atraer a polinizadores como las abejas”, explica el ingeniero ambiental Gabriel Suárez. La flor tiene un tamaño considerable, con un diámetro de entre ocho y diez centímetros, y se abre en una disposición de estrella con cinco pétalos. Esta forma tubular en su base permite que los pétalos se desplieguen completamente cuando están en plena floración, creando un aspecto amplio y delicado.

La textura de los pétalos de la flor de calabaza es suave y aterciopelada, lo que la hace especialmente apreciada en la cocina, ya que aporta una textura tierna a los platillos. La planta produce tanto flores masculinas como femeninas, siendo las masculinas más abundantes y las que generalmente se cosechan para el consumo. Las flores femeninas, en cambio, tienen un pequeño fruto en la base que se convertirá en calabaza si son polinizadas. Aunque no es extremadamente fragante, la flor de calabaza emite un aroma suave y fresco, que se percibe más intensamente en las primeras horas del día.

Suárez explica que el fruto de la Cucurbita puede variar dependiendo de la subespecie, pudiendo ser un calabacín (zucchini), una calabaza o un zapallo. “Estos frutos presentan una piel dura o suave, con colores que van del verde al amarillo o anaranjado, y contienen numerosas semillas en su interior. Las semillas, que son planas y ovaladas, también son comestibles y se caracterizan por su alto contenido de nutrientes”, dijo el experto.

Esta planta tiene sus raíces en las antiguas civilizaciones mesoamericanas, particularmente en lo que hoy es México, y fue una de las primeras plantas domesticadas por las culturas precolombinas hace más de 10,000 años, de acuerdo con el estudio publicado en el Journal of Agricultural Origins en 2018, titulado ‘Tracing the Genetic Roots of Cucurbita pepo: A Comprehensive Analysis of Its Domestication and Evolution’, por el equipo de investigadores de la Universidad de Wisconsin. Los resultados muestran que las primeras formas silvestres de esta planta ya producían una flor comestible, que con el tiempo fue seleccionada por sus características culinarias y medicinales.

El estudio utilizó una combinación de técnicas genéticas, arqueológicas y botánicas para rastrear los orígenes de la Cucurbita pepo. Se analizaron muestras de ADN extraídas de restos antiguos de semillas y plantas de diferentes regiones de América, complementadas con excavaciones en sitios arqueológicos clave en México y Estados Unidos.

La investigación también destaca que la flor de calabaza fue altamente valorada en las culturas mexica y maya, no solo por su uso en la cocina, sino por su simbolismo en rituales agrícolas. Se descubrió que estas civilizaciones cultivaban la planta específicamente para la producción de las flores masculinas, que eran más abundantes y fáciles de cosechar sin afectar la producción del fruto.

🍂🌺 🌼Le podría interesar: Jardines sostenibles: ¿cómo transformar botellas plásticas en huertas caseras?

La flor de calabaza, proveniente de la planta Cucurbita pepo, tiene una notable importancia botánica que abarca diversos aspectos ecológicos, agronómicos y culturales.

“En primer lugar, desde el punto de vista ecológico, la flor de calabaza juega un papel crucial en la polinización. Las flores masculinas y femeninas son esenciales para la reproducción de la planta, ya que las primeras producen polen que es transferido a las segundas, permitiendo la formación de frutos. Esta interacción no solo es vital para la producción de calabazas, sino que también sostiene la biodiversidad en los ecosistemas donde se cultiva. Al atraer polinizadores como abejas y otros insectos, la flor de calabaza contribuye a la salud del ecosistema y a la producción de otros cultivos en la misma área”, expuso Suárez.

Además, la flor de calabaza es un indicador de la salud de la planta. La presencia y calidad de las flores pueden reflejar las condiciones ambientales, como la disponibilidad de agua y nutrientes, lo que puede ayudar a los agricultores a tomar decisiones informadas sobre el manejo del cultivo.

Guía de siembra

Preparación del suelo: Elija un lugar soleado en el jardín, ya que la planta requiere al menos seis a ocho horas de luz solar directa al día. Prefiere suelos bien drenados, ricos en materia orgánica y ligeramente ácidos a neutros (pH 6.0-7.0). Antes de sembrar, enriquezca el suelo con compost o abono orgánico para mejorar la fertilidad. Labre el suelo a una profundidad de al menos 30 cm para asegurar una buena aireación y drenaje.

Siembra: Puede realizarse en primavera, después de las últimas heladas, cuando la temperatura del suelo alcance al menos 18 °C (65 °F). Siembre las semillas directamente en el suelo a una profundidad de dos a cinco centímetros, dejando un espacio de uno a dos metros entre cada planta. Puede plantar de dos a tres semillas en un hoyo y luego seleccionar la planta más fuerte. También puede iniciar las semillas en bandejas de plántulas tres a cuatro semanas antes de la última helada. Trasplante las plántulas al suelo cuando tengan de dos a tres hojas verdaderas.

Cuidados durante el crecimiento: Mantenga el suelo húmedo, especialmente durante el período de germinación y crecimiento. Riegue profundamente una vez por semana, evitando que el agua se acumule en la base de las plantas. Aplique un fertilizante equilibrado (N-P-K 10-10-10) cada cuatro a seis semanas, comenzando cuando las plantas tienen unas semanas de edad. “Durante la floración, puede cambiar a un fertilizante con mayor contenido de fósforo para estimular la producción de flores. Mantenga el área libre de malezas, ya que compiten por nutrientes y agua. Use mulch (acolchado) alrededor de las plantas para reducir el crecimiento de malezas y retener la humedad” dijo Suárez.

Polinización: La polinización es crucial para el desarrollo de frutos. Asegúrese de atraer polinizadores naturales al jardín. Si la polinización es deficiente, puede realizar la polinización manual utilizando un pincel suave para transferir el polen de las flores masculinas a las femeninas.

Cosecha: Las flores se pueden cosechar cuando están abiertas y frescas, generalmente en la mañana. Coseche las flores femeninas que tienen un pequeño bulbo en la base, ya que son las que se convertirán en fruto si son polinizadas. Las flores masculinas, que no producen fruto, también son comestibles y pueden ser cosechadas. Si desea cosechar los frutos, esper hasta que estén completamente desarrollados, lo que puede tomar entre 60 y 90 días después de la siembra, dependiendo de la variedad. Coseche los frutos cuando estén firmes y tengan un color vibrante, utilizando tijeras o un cuchillo para evitar dañar la planta.

Después de cosechar la flor de calabaza (Cucurbita pepo), hay varios aspectos importantes que considerar para garantizar su frescura, seguridad alimentaria y maximizar su disfrute en la cocina.

Manejo y almacenamiento Inmediato: Al cosechar las flores de calabaza, es crucial hacerlo con cuidado para no dañar la planta ni las flores restantes. Utilice tijeras o un cuchillo afilado para cortar las flores en la base, asegurándose de dejar un poco de tallo. Las flores de calabaza son muy perecederas y deben refrigerarse lo antes posible. Colóquelas en una bolsa de plástico perforada o en un recipiente que permita la circulación de aire. Manténgalas en el compartimiento de verduras del refrigerador, donde se pueden conservar frescas por dos a tres días.

Preparación para el consumo: Antes de cocinar o consumir las flores, asegúrese de lavarlas cuidadosamente. Enjuáguelas bajo agua fría para eliminar cualquier suciedad, insectos o residuos. Puede sumergirlas en un recipiente con agua fría durante unos minutos y luego enjuagarlas suavemente. Inspeccione las flores para asegurarse de que no estén dañadas o marchitas. Si encuentra alguna flor con manchas, descolorida o con un aspecto poco fresco, es mejor desecharla.. Puede:

Las flores de calabaza deben cocinarse brevemente para evitar que se vuelvan blandas y pierdan su sabor, un salteado rápido o un breve paso por agua hirviendo es suficiente. Además son bajas en calorías y ricas en nutrientes. Son una buena fuente de vitamina A, vitamina C, y antioxidantes.

🌳 ☘️ 🌿 Encuentre en La Huerta toda la información sobre plantas, jardinería, cultivos y siembra. 🍂🌺 🌼

Por Diego Suárez

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar