Dalia: una singular flor que le dará vida a su jardín
Con flores de varios colores, la Dalia es una planta singular y bella, que adorna los espacios. Aquí le decimos como cuidarla.
Las dalias son un verdadero espectáculo de la naturaleza, cautivando a jardineros y amantes de las flores con su extraordinaria belleza y elegancia. Estas majestuosas plantas se distinguen por su impresionante variedad de formas, tamaños y colores vibrantes, convirtiéndose en las verdaderas reinas de cualquier jardín o espacio interior. Desde las encantadoras dalias pompón de pétalos redondeados hasta las exóticos cactus con sus formas singulares y cautivadoras, cada variedad aporta un toque único y encantador.
Sin embargo, la belleza de las dalias no se limita a su apariencia deslumbrante. Estas flores también destacan por su facilidad de cultivo y mantenimiento. Por ello, con los cuidados apropiados, como un riego adecuado, una exposición solar óptima y un mantenimiento regular, sus dalias florecerán abundantemente, llenando su entorno de esplendor y fragancia durante meses.
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Características de las Dalias
Las dalias, miembros de la familia Asteraceae, recibieron su nombre en homenaje al botánico sueco Anders Dahl por obra de Antonio José Cavanilles. Este último, pionero en botánica, obtuvo la primera variedad, Dahlia variabilis ‘cambiante’, en el Real Jardín Botánico de Madrid, luego de meticulosos cultivos por semillas, lo que llevo a que su flor tuviera una rápida difusión y popularidad por toda Europa por su extraordinaria formas. Las dalias tienen una apariencia similar a los claveles o rosas, pero cada “pétalo” es en realidad una flor individual en forma de lengua que en su centro posee pequeñas flores con forma de tubo que se agrupan en un racimo llamado cabezuela.
Son especies herbáceas o arbustivas que varían en tamaño desde unos pocos centímetros hasta 1.20 metros de altura, con tallos gruesos, nudosos, huecos y algo débiles que producen tallos subterráneos o “papas” de donde brotan nuevas plantas. Las flores pueden ser de casi todos los colores, sin embargo, sus tallos, se mantienen de un color verde con un toque rojizo, pueden alcanzar hasta 10 cm de altura.
Originarias de América Central y del Sur, es en México donde se encuentra la mayor diversidad y endemismo del género Dahlia, con 35 de las 37 especies registradas, siendo endémicas de su territorio. Sin embargo, su crecimiento también se extiende hasta Colombia, con las variedades D. australis, D. Sørensen y D. coccinea Cav, entre otras.
Las dalias tienen profundas raíces culturales y tradicionales en México, lo que las llevó a convertirse en la Flor Nacional en 1963, de hecho, en reconocimiento a su relevancia cultural, en 2007 se instituyó el 4 de agosto como el Día Nacional de la Dalia en todo el país. Esta celebración rinde homenaje a la antigua apreciación que productores y la sociedad mexicana tenían por estas flores desde tiempos prehispánicos, cuando gobernantes como Netzahualcóyotl y Moctezuma las incluían en sus emblemáticos jardines.
Ha sido también apreciada enormemente, de acuerdo con la información proporcionada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno de México, en su página web, por tener propiedades medicinales y alimenticias que son muy beneficiosas para la salud. Entre las más destacadas son:
- Contiene inulina, que es un prebiótico o fibra vegetal que ayuda a la digestión y permite una mejor absorción de minerales como el calcio y el magnesio.
- Los camotes o raíces de la dalia aportan fibra dietética, fibra natural, agua, proteínas y benefician la flora intestinal.
- El consumo de las raíces de dalia ayudaría a reducir los niveles de glucosa y hemoglobina en pacientes con diabetes mellitus tipo 2, según estudios de esta universidad.
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Cuidados:
Agua:
- Riego: Riegue las dalias profundamente y con regularidad, especialmente durante el clima cálido y seco. La frecuencia de riego dependerá del clima, el tipo de suelo y la etapa de crecimiento de la planta. En general, se recomienda regar cuando la superficie del suelo se sienta seca al tacto. Tenga en cuenta que el exceso de agua puede provocar la pudrición de los tubérculos.
- Riego por la mañana: El mejor momento para regarlas es por la mañana temprano, para que las hojas tengan tiempo de secarse antes de la noche. Esto ayuda a prevenir enfermedades fúngicas.
Luz:
- Las dalias necesitan al menos 6 horas de luz solar indirecta al día para florecer adecuadamente. También puede ponerlas en un lugar que le llegue luz directa, sin embargo, esto podría llegar a quemar sus hojas.
- Si el clima es muy caluroso, puede proporcionarles a las dalias un poco de sombra parcial durante las horas más calurosas del día.
Sustrato:
- Suelo bien drenado: Las dalias prefieren un suelo bien drenado y rico en materia orgánica. Por ello lo mejor es que tenga una combinación de arena o turba para mejorar el drenaje. Tenga en cuenta que no es una planta tan ácida, por lo que si decide ponerla con compost, debe tratar de que sea una vez al mes y que sea poco.
Poda:
- Pode las dalias regularmente para estimular la floración y mantener las plantas ordenadas. Quite las flores marchitas y los tallos muertos para evitar que la planta gaste energía en ellos.
Enfermedades y plagas:
- Monitoree las plantas regularmente para detectar signos de enfermedades o plagas. Si ve sus hojas amarillas o con pulgones, use métodos de control orgánico siempre que sea posible para evitar el uso de productos químicos nocivos.
- Las dalias son susceptibles a enfermedades como el moho gris, el tizón y la pudrición de la raíz. Además, sus plagas comunes son pulgones y arañas rojas.
Plantación:
- La mejor época para plantar dalias es a principios de primavera, después de que haya pasado la última helada. Por ello, prepare el suelo labrando bien y agregando abono orgánico compostado, luego plante los tubérculos de dalia a una profundidad de 10 a 15 cm, con los ojos hacia arriba.
Otros cuidados:
- Cobertura: Aplique una capa de mantillo alrededor de las plantas para ayudar a conservar la humedad, regular la temperatura del suelo y suprimir las malezas.
- Invernada: En climas fríos, desentierre los tubérculos de dalia en otoño y almacénelos en un lugar fresco y seco durante el invierno. Replante los tubérculos en primavera cuando el clima se haya calentado.
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Las dalias son un verdadero espectáculo de la naturaleza, cautivando a jardineros y amantes de las flores con su extraordinaria belleza y elegancia. Estas majestuosas plantas se distinguen por su impresionante variedad de formas, tamaños y colores vibrantes, convirtiéndose en las verdaderas reinas de cualquier jardín o espacio interior. Desde las encantadoras dalias pompón de pétalos redondeados hasta las exóticos cactus con sus formas singulares y cautivadoras, cada variedad aporta un toque único y encantador.
Sin embargo, la belleza de las dalias no se limita a su apariencia deslumbrante. Estas flores también destacan por su facilidad de cultivo y mantenimiento. Por ello, con los cuidados apropiados, como un riego adecuado, una exposición solar óptima y un mantenimiento regular, sus dalias florecerán abundantemente, llenando su entorno de esplendor y fragancia durante meses.
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Características de las Dalias
Las dalias, miembros de la familia Asteraceae, recibieron su nombre en homenaje al botánico sueco Anders Dahl por obra de Antonio José Cavanilles. Este último, pionero en botánica, obtuvo la primera variedad, Dahlia variabilis ‘cambiante’, en el Real Jardín Botánico de Madrid, luego de meticulosos cultivos por semillas, lo que llevo a que su flor tuviera una rápida difusión y popularidad por toda Europa por su extraordinaria formas. Las dalias tienen una apariencia similar a los claveles o rosas, pero cada “pétalo” es en realidad una flor individual en forma de lengua que en su centro posee pequeñas flores con forma de tubo que se agrupan en un racimo llamado cabezuela.
Son especies herbáceas o arbustivas que varían en tamaño desde unos pocos centímetros hasta 1.20 metros de altura, con tallos gruesos, nudosos, huecos y algo débiles que producen tallos subterráneos o “papas” de donde brotan nuevas plantas. Las flores pueden ser de casi todos los colores, sin embargo, sus tallos, se mantienen de un color verde con un toque rojizo, pueden alcanzar hasta 10 cm de altura.
Originarias de América Central y del Sur, es en México donde se encuentra la mayor diversidad y endemismo del género Dahlia, con 35 de las 37 especies registradas, siendo endémicas de su territorio. Sin embargo, su crecimiento también se extiende hasta Colombia, con las variedades D. australis, D. Sørensen y D. coccinea Cav, entre otras.
Las dalias tienen profundas raíces culturales y tradicionales en México, lo que las llevó a convertirse en la Flor Nacional en 1963, de hecho, en reconocimiento a su relevancia cultural, en 2007 se instituyó el 4 de agosto como el Día Nacional de la Dalia en todo el país. Esta celebración rinde homenaje a la antigua apreciación que productores y la sociedad mexicana tenían por estas flores desde tiempos prehispánicos, cuando gobernantes como Netzahualcóyotl y Moctezuma las incluían en sus emblemáticos jardines.
Ha sido también apreciada enormemente, de acuerdo con la información proporcionada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno de México, en su página web, por tener propiedades medicinales y alimenticias que son muy beneficiosas para la salud. Entre las más destacadas son:
- Contiene inulina, que es un prebiótico o fibra vegetal que ayuda a la digestión y permite una mejor absorción de minerales como el calcio y el magnesio.
- Los camotes o raíces de la dalia aportan fibra dietética, fibra natural, agua, proteínas y benefician la flora intestinal.
- El consumo de las raíces de dalia ayudaría a reducir los niveles de glucosa y hemoglobina en pacientes con diabetes mellitus tipo 2, según estudios de esta universidad.
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Cuidados:
Agua:
- Riego: Riegue las dalias profundamente y con regularidad, especialmente durante el clima cálido y seco. La frecuencia de riego dependerá del clima, el tipo de suelo y la etapa de crecimiento de la planta. En general, se recomienda regar cuando la superficie del suelo se sienta seca al tacto. Tenga en cuenta que el exceso de agua puede provocar la pudrición de los tubérculos.
- Riego por la mañana: El mejor momento para regarlas es por la mañana temprano, para que las hojas tengan tiempo de secarse antes de la noche. Esto ayuda a prevenir enfermedades fúngicas.
Luz:
- Las dalias necesitan al menos 6 horas de luz solar indirecta al día para florecer adecuadamente. También puede ponerlas en un lugar que le llegue luz directa, sin embargo, esto podría llegar a quemar sus hojas.
- Si el clima es muy caluroso, puede proporcionarles a las dalias un poco de sombra parcial durante las horas más calurosas del día.
Sustrato:
- Suelo bien drenado: Las dalias prefieren un suelo bien drenado y rico en materia orgánica. Por ello lo mejor es que tenga una combinación de arena o turba para mejorar el drenaje. Tenga en cuenta que no es una planta tan ácida, por lo que si decide ponerla con compost, debe tratar de que sea una vez al mes y que sea poco.
Poda:
- Pode las dalias regularmente para estimular la floración y mantener las plantas ordenadas. Quite las flores marchitas y los tallos muertos para evitar que la planta gaste energía en ellos.
Enfermedades y plagas:
- Monitoree las plantas regularmente para detectar signos de enfermedades o plagas. Si ve sus hojas amarillas o con pulgones, use métodos de control orgánico siempre que sea posible para evitar el uso de productos químicos nocivos.
- Las dalias son susceptibles a enfermedades como el moho gris, el tizón y la pudrición de la raíz. Además, sus plagas comunes son pulgones y arañas rojas.
Plantación:
- La mejor época para plantar dalias es a principios de primavera, después de que haya pasado la última helada. Por ello, prepare el suelo labrando bien y agregando abono orgánico compostado, luego plante los tubérculos de dalia a una profundidad de 10 a 15 cm, con los ojos hacia arriba.
Otros cuidados:
- Cobertura: Aplique una capa de mantillo alrededor de las plantas para ayudar a conservar la humedad, regular la temperatura del suelo y suprimir las malezas.
- Invernada: En climas fríos, desentierre los tubérculos de dalia en otoño y almacénelos en un lugar fresco y seco durante el invierno. Replante los tubérculos en primavera cuando el clima se haya calentado.
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