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En la búsqueda constante de plantas que , las plantas colgantes han emergido como una solución estética y funcional para los espacios interiores.
Más allá de su belleza natural, estas plantas ofrecen una variedad de beneficios que impactan positivamente la salud física y mental de las personas. Desde la mejora de la calidad del aire hasta la reducción del estrés, las plantas colgantes se han convertido en aliadas indispensables en la creación de entornos más saludables y agradables.
Carlos Cruz, botánico especializado en plantas ornamentales, explica que las plantas colgantes son aquellas que tienen tallos flexibles y largos, que permiten que sus hojas y flores caigan hacia abajo. Suelen tener tallos más largos que las plantas erectas, lo que les permite colgar y cubrir áreas verticales. A pesar de ser flexibles, los tallos son lo suficientemente fuertes para soportar el peso de las hojas y flores.
Presentan nudos a lo largo de los tallos donde se desarrollan las hojas, ramas secundarias y raíces aéreas en algunos casos, y pueden desarrollar muchas ramas laterales, lo que les ayuda a cubrir más espacio.
De acuerdo con Cruz, las plantas colgantes de interior tienen características que pueden hacerlas particularmente efectivas para la mejora de la calidad del aire interior. “La primera característica es su exposición y superficie de hoja, pues a menudo tienen una mayor superficie foliar expuesta al aire en comparación con las plantas en macetas tradicionales. Esto significa que hay más área para la absorción de contaminantes. La segunda es la distribución de aire pues, al estar colgadas, “estas plantas pueden estar situadas en zonas con mejor circulación de aire, lo que puede aumentar la eficiencia de la absorción de contaminantes. La circulación de aire puede ayudar a distribuir mejor los gases y partículas alrededor de la planta, facilitando su absorción”. Por último, la accesibilidad a la luz, ya que “las plantas colgantes a menudo tienen acceso a mejor iluminación, lo que optimiza la fotosíntesis y otros procesos fisiológicos que ayudan en la limpieza del aire”.
Cruz sostiene que,por medio de la fotosíntesis las plantas absorben dióxido de carbono (CO₂) y liberan oxígeno (O₂), lo que mejora la calidad del aire. Además, hay absorción de gases contaminantes a través de los estomas en sus hojas y pueden metabolizarlos o almacenarlos en sus tejidos. A eso se suma, señala, que los microorganismos en el sustrato de las plantas pueden descomponer compuestos orgánicos volátiles (COVs) y otros contaminantes, ayudando en el proceso de purificación”.
Estos son algunos ejemplos de plantas colgantes que puede tener en su casa y los cuidados que requieren.
Potos (Epipremnum aureum)
Sus hojas son en forma de corazón de color verde brillante, algunas variedades presentan manchas doradas o blancas, su tallo es largo y flexible, capaz de crecer varios metros. Su crecimiento en interiores puede alcanzar los 3 metros de longitud, mientras que en exteriores los 10 metros. Su capacidad para enraizar en los nudos y producir nuevas plantas contribuye a que pueda extenderse y cubrir grandes áreas. Crece bien en luz indirecta y tolera áreas de poca luz, aunque la variegación (manchas) puede disminuir con poca luz. Su riego debe ser cada semana cuando está en primavera y verano, y 2 o 3 semanas cuando está en otoño o invierno. Prefiere ambientes con humedad moderada a alta y su temperatura ideal está entre 18-24°C, no tolera temperaturas bajo 10°C. El suelo debe estar bien drenado y ligeramente húmedo y su fertilización debe ser cada 2-4 semanas durante la primavera y el verano con un fertilizante balanceado.
Hiedra Inglesa (Hedera helix)
Sus hojas son lobuladas, de color verde oscuro, algunas con bordes blancos o crema, su tallo es largo y trepador, capaz de adherirse a superficies, y sus pequeñas flores son de color verde amarillento en otoño, seguidas de bayas negras. En cuanto a sus cuidados, prefiere luz indirecta brillante, pero tolera sombra. En primavera y verano su riego debe ser cada 7 o 10 días, y en otoño e invierno se riega cada 2 o 3 semanas, prefiere alta humedad, pero es bastante adaptable y la temperatura idónea es entre los 10° y 18°C. El suelo debe estar drenado y fértil, y debe ser fertilizada cada 4-6 semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante balanceado.
Filodendro (Philodendron spp.)
Sus hojas varían desde pequeñas y verdes hasta grandes y lobuladas, dependiendo de la especie, su tallo es largo y trepador, algunas especies tienen raíces aéreas, y su floración es rara en interiores. En cuanto a sus cuidados, su luz debe ser indirecta brillante, su riego cada 7 o 10 días cuando está en primavera e invierno, y cada 2 o 3 semanas cuando está en otoño e invierno. Prefiere humedad alta, pero se adapta a niveles moderados, y su temperatura ideal debe ser entre 18-24°C. No tolera temperaturas bajo 10°C. El suelo debe estar bien drenado y ligeramente ácido, y se debe fertilizar cada 4-6 semanas durante la primavera y el verano con un fertilizante balanceado.
Helecho de Boston (Nephrolepis exaltata)
Sus hojas son frondes largas y arqueadas, de color verde brillante, con tallo corto y fibroso, con rizomas subterráneos, su crecimiento es moderado, formando masas densas de frondes y su reproducción es a través de rizomas y esporas. En cuanto a sus cuidados, requiere luz indirecta brillante, evite la luz solar directa, su riego debe ser cada 2 o 3 días cuando está en primavera y verano, y cada 7 o 10 días cuando está en otoño e invierno. Necesita de alta humedad, idealmente más del 50%, y su temperatura ideal está entre 18-24°C, no tolera temperaturas bajo 10°C. El suelo debe estar bien drenado y rico en materia orgánica y la fertilización debe ser cada 4-6 semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante líquido diluido.
Ceropegia (Ceropegia woodii)
Sus hojas son pequeñas, en forma de corazón, de color verde con manchas plateadas, su tallo es largo y delgado, formando una cascada de hojas, y sus pequeñas flores tubulares son de color púrpura o rosa. En cuanto a sus cuidados, necesita luz indirecta brillante, no tolera la luz solar directa, su riego debe ser cada 1 o 2 semanas en primavera y verano, y 3 o 4 semanas en otoño e invierno. Prefiere ambientes con humedad moderada a baja, y su temperatura ideal entre 18-24°C, no tolera temperaturas bajo 10°C. El suelo debe ser bien drenado, de mezcla cactus o suculentas. La fertilización debe ser cada 4-6 semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante para suculentas.
Tradescantia (Tradescantia zebrina)
Sus hojas son largas y lanceoladas, de color verde con rayas púrpuras y plateadas, su tallo es largo y suculento, con capacidad para enraizar en los nudos, tiene pequeñas flores de color rosa o púrpura. En cuanto a sus cuidados, necesita luz indirecta brillante, la falta de luz reduce la variegación. Su riego debe ser cada 7 o 10 días en primavera y verano, y de 2 a 3 semanas en otoño e invierno. Su temperatura ideal es entre 18-24°C, no tolera temperaturas bajo 10°C, el suelo debe ser bien drenado y fértil, y la fertilización cada 2-4 semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante balanceado, y su temperatura ideal está entre 18-24°C, no tolera temperaturas bajo 10°C. Su suelo debe estar bien drenado y rico en materia orgánica, y su fertilización debe ser cada 4-6 semanas durante la temporada de crecimiento con un fertilizante balanceado.
Columnea (Columnea spp.)
Tiene hojas pequeñas, carnosas, de color verde oscuro, su tallo es largo y flexible, y tiene flores tubulares de colores brillantes como rojo, naranja o amarillo. En cuanto a sus cuidados, necesita luz indirecta brillante, evite la luz solar directa intensa, su riego debe ser cada 4 o 7 días en primavera y verano, y cada 10 a 14 días en otoño e invierno. Prefiere alta humedad, idealmente más del 50%.
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