Las suculentas son algunas de las platas más comunes en las casas por razones que, aunque obvias, no dejan de ser importantes: son fáciles de cuidar, no ocupan mucho espacio y su gama de formas y texturas permite tener varias sin que la persona sienta que está arborizando por metros.
Sin embargo, a pesar de que son plantas que requieren pocos cuidados, hay que saber cuáles y cómo. En otras palabras, no son indestructibles.
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Entonces: ¿es posible revivir una suculenta? La respuesta, aunque suena un poco obvia o ambigua, es sí y no. Mejor dicho, depende.
Ahora bien, antes de resolver este interrogante es importante saber cómo se comportan las suculentas y cuáles son sus cuidados, pues esto ofrecerá, en últimas, las condiciones para saber si la resurrección es posible en este caso.
Las suculentas son plantas que, con alguna distancia, están emparentadas con los cactus. Por esto, su régimen de agua es bajo: una vez a la semana puede resultar suficiente. Hablamos acá de una regada no para encharcar la planta, sino más bien para mantener húmeda la tierra.
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Aunque hay una gran variedad, las suculentas se caracterizan por ser plantas que, con mayor o menos efectividad, capturan humedad del ambiente.
De fondo, una suculenta puede sobrevivir mucho más tiempo sin mucha agua de lo que puede hacerlo cuando esta ecuación se invierte.
Por este lado llega la primera parte de la respuesta: si lo que ha ocurrido con su suculenta es que le falta agua, la probabilidad de revivirla mediante hidratación es alta. En este caso se recomienda sumergir la matera en agua y así permitir que todo el sustrato y las raíces capten la mayor cantidad de agua posible.
Seguido de esto hay que permitir que el exceso de agua abandone la matera, pues los encharcamientos son realmente malos para esta planta, prima de los cactus, si se quiere.
Y a renglón seguido llega otra parte de la respuesta a la pregunta que guía este artículo: si lo que ha pasado con su suculenta es que ha habido un exceso de agua y las raíces se han podrido, lamentamos decirle que en este caso la resurrección puede ser más terreno de lo místico y religioso que de la realidad.
Como ya se dijo, esta es una planta que ha evolucionado para retener humedad en el ambiente y, de fondo, sobrevivir mejor a las sequías que a los riegos intensos. Los encharcamientos pudren con facilidad y rapidez las raíces y, por desgracia, de ese camino no hay regreso.
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Por otra parte, la relación de estas plantas con la luz es un poco similar a la que tienen con el agua: son plantas de luz, definitivamente, pero no son las mejores amigas del sol directo (a pesar de sus relaciones distantes con los cactus). En especial, las altas temperaturas pueden ser desastrosas para estas plantas.
Entonces, si si suculenta está ubicada cerca a una ventana en a que recibe luz directa o en exteriores, en donde también capta radiación directamente del sol, lo mejor que puede hacer es llevarla a un lugar más sombreado.
Ojo, no hablamos acá de semisombra o sombra total, pero sí un sitio en donde reciba luz, tan sólo que no sea de forma directa.
La otra forma de resurrección de una suculenta, aunque algo más compleja, es a través de su reproducción.
¿Cómo reproducir una suculenta?
Si su suculenta tiene aún porciones vivas y en buen estado, una forma de darle nueva vida es intentar reproducirla.
Hay tres maneras básicas, que dependen, obviamente, de la salud de cada parte de la planta.
Se trata de reproducción a través de las hojas, por medio de esquejes (la más recomendable) y multiplicación en agua.
En esta breve guía puede encontrar todos los detalles.
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