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Si de hablar de variedades de especies de plantas se trata, hay un espacio reservado para aquellas que despiertan asombro no tanto por su belleza sino por su letalidad. Sí, nos referimos acá a las plantas venenosas, las que evolucionaron para defenderse de futuros depredadores y se dotaron de toxinas y compuestos nocivos para así garantizar su supervivencia.
Para los seres humanos el conocimiento sobre las especies venenosas ha sido crucial a lo largo de la historia, pues comprender sus propiedades, mecanismos de acción y efectos ha servido para desarrollar antídotos, tratamientos e incluso para nuestra soberanía alimentaria.
Aquí le presentamos algunas de las plantas más venenosas del mundo, famosas por su alta toxicidad o por los trágicos eventos históricos en los que han estado involucradas.
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Cicuta o Conium (Cicuta matulata)
Tal vez la planta más famosa de esta lista sea la cicuta, célebre porque se dice que en el año 399 A.C Sócrates fue envenenado con esta planta. A primera vista, la cicuta puede parecer inofensiva e incluso hermosa, con su porte herbáceo bienal que puede alcanzar hasta 2,5 metros de altura, sus tallos erectos y moteados con llamativas manchas violetas irregulares, sus hojas compuestas y triangulares que recuerdan a delicados helechos, y sus pequeñas y delicadas flores blancas que se agrupan en racimos con forma de elegantes paraguas.
La planta alberga trece compuestos químicos alcaloides altamente tóxicos, entre los que destacan la coniina y la γ-coniceína. Estos potentes compuestos afectan principalmente al sistema nervioso periférico y paralizan los músculos diafragmáticos esenciales para la respiración, lo que puede conducir a una muerte por asfixia.
Belladona (Atropa Belladonna)
La belladona, conocida científicamente como Atropa belladonna, es una planta venenosa cuya historia y usos se entrelazan con la mitología, la medicina y la superstición. Originaria de las regiones montañosas de Europa, oeste de Asia y norte de África, - aunque ahora se ve comúnmente en América del Norte - es prácticamente venenosa en todas sus partes, pues contiene dos potentes toxinas: la atropina y la escopolamina. Estas sustancias actúan sobre el sistema nervioso, y en dosis suficientes, pueden paralizar las terminaciones nerviosas de los músculos de reflejo involuntario, como el corazón o los músculos del sistema digestivo. La dosis tóxica se sitúa entre las 10 y 20 bayas, sin embargo, en cantidades menores, la belladona ha encontrado aplicaciones en la medicina tradicional y los remedios naturales.
Más allá de su toxicidad, ha ocupado un lugar destacado en la cultura de varias civilizaciones, pues se dice que fue empleada en contextos tan diversos como los ritos dionisíacos en la Grecia antigua, donde se le atribuían propiedades afrodisíacas, o en las ofrendas romanas a Atenea, diosa de la guerra, para infundir valor y ferocidad en la mirada de los soldados. En Siria, se creía que la belladona podía alejar los pensamientos tristes, mientras que en las tierras celtas y centroeuropeas se asociaba con Bellona, diosa de la guerra.
Acónito (Aconitum napellus)
También conocido como Casco del diablo o Reina de los venenos, es una planta perteneciente a la familia de las Ranunculáceas que crece en altitudes moderadas de las montañas europeas, normalmente entre 1500 y 2000 metros, en zonas húmedas como ríos o lagos. A pesar de su atractivo aspecto, con flores coloridas y comúnmente violáceas que suelen aparecer en julio, y su tamaño grande - pues tiene tallos rectos que pueden alcanzar 1 metro de altura-, el acónito se encuentra entre las plantas más mortíferas del mundo debido a su contenido de alcaloides con una toxicidad neurológica y cardíaca muy potente.
Aunque su parte más peligrosa son las raíces, toda la planta en general contiene un nivel importante de veneno, por ello es crucial tener cuidado al manipular esta planta, ya que este puede ser absorbido a través de la piel, causando intoxicación incluso sin ingerirla.
Yuca amarga
La yuca es un tubérculo versátil y económico que ha sido parte fundamental de la base alimenticia de muchas poblaciones a lo largo de la historia. Sin embargo, existe una variedad altamente venenosa, originaria del Amazonas, llamada yuca amarga. Este tubérculo contiene niveles significativos de cianuro o ácido cianhídrico debido a la presencia de glucósidos tóxicos, principalmente la linamarina, que al ser ingerida produce una serie de transformaciones químicas que liberan cianuro y acetona. Aunque parte del cianuro se volatiliza y la acetona es eliminada por el organismo, el resto se incorpora al torrente sanguíneo y se acumula en los tejidos, causando síntomas que van desde náuseas, vómitos y dolor abdominal hasta alteraciones neurológicas y fallo multiorgánico en los casos más graves.
Sin embargo, gracias al conocimiento ancestral de diversas culturas indígenas amazónicas, se han desarrollado técnicas milenarias y minuciosas para detoxificar la yuca amarga y utilizarla en preparaciones seguras y nutritivas, como el casabe o la fariña, convirtiéndose en una parte importante de la gastronomía de la región.
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Manzanillo de la muerte
El árbol Hippomane mancinella, conocido comúnmente como manzanillo de la muerte, es una de las especies más peligrosas del mundo. De hecho, en 2011 fue reconocida por el Libro Guinness de los Récords como el árbol más tóxico del planeta. Es originario del sur de Florida, los Cayos, las islas del Caribe, México y América Central, y se extiende hasta el territorio colombiano, donde crece principalmente en zonas costeras y pantanos, además alcanza unas alturas impresionantes de hasta 15 metros.
La savia lechosa del árbol contiene irritantes potentes que pueden causar erupciones cutáneas graves al mínimo contacto, incluso a través de la lluvia que caiga de sus ramas. Consumir sus frutos provoca ampollas, dolor intenso y posiblemente la muerte, incluso quemar el árbol es peligroso, pues este emite un humo que puede causar ceguera. Sin embargo, aunque peligroso, este árbol se encuentra en peligro de extinción, ya que su madera se ha usado durante años para la fabricación de muebles.
Adelfa (Nerium oleander)
No podíamos dejar de mencionar a la Adelfa, conocida como laurel de flor o trinitaria, considerada como una de las plantas más venenosas del mundo debido a la presencia de diferentes toxinas que atacan directamente al corazón.
Puede alcanzar hasta 5 metros de altura, con hojas alargadas, duras y de color verde intenso, dispuestas en hileras de tres. Sus flores, de colores como rosa, salmón, púrpura, blanco o crema, son muy olorosas y forman inflorescencias terminales. Aunque hermosa, esta planta produce alteraciones gastrointestinales, vértigo, ataxia, arritmias cardíacas y, en casos graves, puede causar la muerte por parada cardíaca en cuestión de horas. Los niños son especialmente vulnerables al jugar con esta planta altamente tóxica.
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