Estas son las frutas más fáciles para cultivar en casa
Hay buenas opciones para tener frutos cultivados en casa, que requieren poco mantenimiento y son resistentes al clima y a las plagas. Conózcalas.
Una de las razones para pensar en una huerta urbana, más allá de la labor en sí y el placer de cultivar y ver crecer, es la obtención de frutas y verduras.
Una huerta en casa puede sonar como toda una labor, especialmente si la persona es medianamente nueva al mundo de las plantas y la jardinería. Y la verdad es que no se equivoca del todo si es de los que asocian la palabra complejidad a esta tarea.
Pero hay formas de adentrarse en un huerto casero y sobrevivir a la tarea. Al final de cuentas, siempre hay una primera vez para todo y para todos.
Lea también: La reconfortante presencia de la manzanilla: características y cuidados
En esta ocasión, queremos centrarnos en los árboles frutales que crecen más fácilmente en casa, tanto en un jardín exterior, como en macetas para interiores o terrazas.
Antes de empezar, lo primero es aceptar el error como parte del camino. La jardinería y la agricultura, en general, tienen una serie de imprevistos y variables inciertas. Parte del camino es ir encontrando las formas de superarlos y de divertirse en el proceso. No es un eterno ensayo y error, pero tampoco se trata de perfección al primer intento. Aceptar esto aligerará todo el proceso y abrirá la oportunidad para aprender, más allá de la frustración.
Con esto dicho, veamos una corta lista de buenas opciones para empezar en jardinería de frutos, si se quiere.
Árboles frutales de fácil cuidado
Limonero
Es una de las opciones más comunes en este campo por varias razones: no requiere de mayores cuidados, es una especie resistente en términos de plagas. Y se da muy bien tanto en suelo abierto, como en maceta.
Es clave que reciban mucho sol y no hay problema con que sea directo, lo cual es perfecto para un árbol de terraza, por ejemplo.
Este árbol resiente más el encharcamiento de agua que la sequía, así que el riego, aunque constante para evitar sequía constante, debe evitar los excesos. Si se trata de plantarlo en una maceta, es muy importante que tenga buen drenaje para que las raíces no acumulen excesos de humedad.
Mandarino
A la par con el limonero, es uno de los clásicos entre árboles frutales para el hogar por las mismas razones: no requiere muchos cuidados y es bastante resistente a plagas y hongos.
A diferencia de su primo cítrico, este árbol lidia mejor con las temperaturas bajas, por lo que no tendría problema en climas más templados que cálidos.
También requiere tanto de buen drenaje, como de humedad constante para que su crecimiento sea óptimo. En otras palabras, es una especie sedienta, pero que tampoco le gusta atragantarse con agua.
Lea también: ¿Cómo limpiar las hojas de las plantas? Trucos para que tengan brillo
Ciruelo
Esta es otra especie que casi que se cuida sola. Pero, hay que tener en cuenta que es una especie que se da especialmente en climas cálidos y resiente los cambios de temperatura propios de lugares más templados.
Por lo demás, es un árbol que requiere mucha luz y bastante agua, que le ayude a conservar humedad constate. A diferencia de especies como los manzanos o los perales no es vital podarlo, aunque puede ayudar a la salud de los frutos y la estructura de las ramas, especialmente si es un ejemplar maduro.
Moras
La principal recomendación con este cultivo es que, si es en maceta, se haga en un recipiente rectangular, pues esta disposición favorece su crecimiento.
El otro punto clave para tener en cuenta es que un fruto que se da especialmente en climas fríos, aunque necesita de una cantidad generosa de luz diariamente. Lo que lo vuelve perfecto para una terraza de un apartamento, por ejemplo.
Tomate
Técnicamente es un fruto, aunque se asocia más con el mundo de los vegetales por su presencia casi segura en ensaladas de todo tipo en cientos de culturas.
El tomate es un cultivo resistente, que no precisa de muchos cuidados. Lo que no quiere decir que no requiera de atenciones humanas.
El riego debe ser constante, pero con cuidado de no encharcar la planta. Dependiendo de la temperatura ambiente, se recomienda regar, mínimo, un par de veces a la semana.
Entre las recomendaciones comunes con muchas plantas, que también aplica para el tomate, está la necesidad de que la matera o cajonera cuente con un buen desagüe que evite los excesos de humedad, que pueden pudrir las raíces y atraer plagas y hongos.
Además de luz y agua, el cultivo de tomate requiere fertilización periódica, con especial énfasis en elementos como fósforo, nitrógeno y potasio. En el mercado se encuentran varias mezclas que privilegian esta combinación. Y lo mejor es escoger opciones orgánicas, pues esto redunda en el bien de todo el ecosistema, así como de los propios tomates.
🌳 ☘️ 🌿 Encuentre en La Huerta toda la información sobre plantas, jardinería, cultivos y siembra. 🍂🌺 🌼
Una de las razones para pensar en una huerta urbana, más allá de la labor en sí y el placer de cultivar y ver crecer, es la obtención de frutas y verduras.
Una huerta en casa puede sonar como toda una labor, especialmente si la persona es medianamente nueva al mundo de las plantas y la jardinería. Y la verdad es que no se equivoca del todo si es de los que asocian la palabra complejidad a esta tarea.
Pero hay formas de adentrarse en un huerto casero y sobrevivir a la tarea. Al final de cuentas, siempre hay una primera vez para todo y para todos.
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En esta ocasión, queremos centrarnos en los árboles frutales que crecen más fácilmente en casa, tanto en un jardín exterior, como en macetas para interiores o terrazas.
Antes de empezar, lo primero es aceptar el error como parte del camino. La jardinería y la agricultura, en general, tienen una serie de imprevistos y variables inciertas. Parte del camino es ir encontrando las formas de superarlos y de divertirse en el proceso. No es un eterno ensayo y error, pero tampoco se trata de perfección al primer intento. Aceptar esto aligerará todo el proceso y abrirá la oportunidad para aprender, más allá de la frustración.
Con esto dicho, veamos una corta lista de buenas opciones para empezar en jardinería de frutos, si se quiere.
Árboles frutales de fácil cuidado
Limonero
Es una de las opciones más comunes en este campo por varias razones: no requiere de mayores cuidados, es una especie resistente en términos de plagas. Y se da muy bien tanto en suelo abierto, como en maceta.
Es clave que reciban mucho sol y no hay problema con que sea directo, lo cual es perfecto para un árbol de terraza, por ejemplo.
Este árbol resiente más el encharcamiento de agua que la sequía, así que el riego, aunque constante para evitar sequía constante, debe evitar los excesos. Si se trata de plantarlo en una maceta, es muy importante que tenga buen drenaje para que las raíces no acumulen excesos de humedad.
Mandarino
A la par con el limonero, es uno de los clásicos entre árboles frutales para el hogar por las mismas razones: no requiere muchos cuidados y es bastante resistente a plagas y hongos.
A diferencia de su primo cítrico, este árbol lidia mejor con las temperaturas bajas, por lo que no tendría problema en climas más templados que cálidos.
También requiere tanto de buen drenaje, como de humedad constante para que su crecimiento sea óptimo. En otras palabras, es una especie sedienta, pero que tampoco le gusta atragantarse con agua.
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Ciruelo
Esta es otra especie que casi que se cuida sola. Pero, hay que tener en cuenta que es una especie que se da especialmente en climas cálidos y resiente los cambios de temperatura propios de lugares más templados.
Por lo demás, es un árbol que requiere mucha luz y bastante agua, que le ayude a conservar humedad constate. A diferencia de especies como los manzanos o los perales no es vital podarlo, aunque puede ayudar a la salud de los frutos y la estructura de las ramas, especialmente si es un ejemplar maduro.
Moras
La principal recomendación con este cultivo es que, si es en maceta, se haga en un recipiente rectangular, pues esta disposición favorece su crecimiento.
El otro punto clave para tener en cuenta es que un fruto que se da especialmente en climas fríos, aunque necesita de una cantidad generosa de luz diariamente. Lo que lo vuelve perfecto para una terraza de un apartamento, por ejemplo.
Tomate
Técnicamente es un fruto, aunque se asocia más con el mundo de los vegetales por su presencia casi segura en ensaladas de todo tipo en cientos de culturas.
El tomate es un cultivo resistente, que no precisa de muchos cuidados. Lo que no quiere decir que no requiera de atenciones humanas.
El riego debe ser constante, pero con cuidado de no encharcar la planta. Dependiendo de la temperatura ambiente, se recomienda regar, mínimo, un par de veces a la semana.
Entre las recomendaciones comunes con muchas plantas, que también aplica para el tomate, está la necesidad de que la matera o cajonera cuente con un buen desagüe que evite los excesos de humedad, que pueden pudrir las raíces y atraer plagas y hongos.
Además de luz y agua, el cultivo de tomate requiere fertilización periódica, con especial énfasis en elementos como fósforo, nitrógeno y potasio. En el mercado se encuentran varias mezclas que privilegian esta combinación. Y lo mejor es escoger opciones orgánicas, pues esto redunda en el bien de todo el ecosistema, así como de los propios tomates.
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