Estas son las tendencias de horticultura para 2025

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Foto: Leidy Barbosa

La horticultura, más que una simple práctica agrícola, es un pilar esencial en la producción de plantas comestibles y ornamentales. Tradicionalmente asociada a huertas y huertos, esta actividad está profundamente ligada al desarrollo humano y evoluciona constantemente para incorporar innovaciones que responden a las demandas de una sociedad en transformación y a los estilos de vida cada vez más modernos y que buscan una estética definida. Respondiendo a ese contexto cambiante, el Consejo de Flores de Holanda presentó las Tendencias del Sector Hortícola para 2025, un análisis detallado de las transformaciones que marcarán el futuro del sector.

Según este informe, lo primero que se debe considerar es que la horticultura tiene múltiples oportunidades para alinearse con las tendencias de valores actuales, comenzando por un enfoque en productos respetuosos con el medio ambiente. Esto se ha visto en los consumidores, pues buscan cada vez más plantas y flores cultivadas de manera sostenible, valorando la historia detrás del producto. Es por esto que ahora, los productores buscan conectar al público con el origen del producto, contando todo el proceso que ha tenido la planta desde el cultivo hasta la venta, pues fortalece la confianza y la relación con la marca.

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Por otro lado, la tecnología juega un papel crucial en la modernización del sector, facilitando procesos y simplificando decisiones para los consumidores. Aquí, según el informe, se destacan aplicaciones como Botanical Wonders, que permite ayudar a visualizar plantas en el hogar antes de comprarlas. Este enfoque pragmático, que prioriza la información, permite adaptar el sector a las necesidades actuales.

Algo importante es que la horticultura se ha consolidado como un poderoso agente de cambio, promoviendo valores esenciales como la igualdad y la solidaridad. Cada vez son más frecuentes iniciativas que incluyen la donación de plantas o flores a comunidades vulnerables, así como la creación de jardines escolares o comunitarios y la organización de talleres inclusivos que fortalecen los lazos sociales. Estos espacios no solo fomentan la conexión entre las personas, sino que también exploran las tradiciones y los significados simbólicos de las plantas y flores en diferentes culturas del mundo. De esta manera, la horticultura amplía su impacto, convirtiéndose en un vehículo clave para construir una sociedad más diversa, unida y consciente de su riqueza cultural.

Espacios llenos de plantas como un rincón de paz

Una de las tendencias más destacadas del Sector Horticultura 2025 responde a la creciente necesidad de encontrar tranquilidad y claridad en tiempos de incertidumbre, los cuales están marcados por problemas como la seguridad alimentaria, los conflictos globales y el cambio climático. En este contexto, las personas buscan crear un refugio personal en el hogar, donde la seguridad, la conexión y la calma prevalezcan. Aquí, lo que se busca, es que se reduzca la soledad, se promueva promover la responsabilidad climática y se fomente el bienestar personal, abogando por un estilo de vida consciente y sostenible.

¿Y cómo lograrlo? Según el Consejo de Flores de Holanda, cada vez más personas están optando por materiales respetuosos con el medio ambiente, no solo para embellecer sus jardines y cultivos, sino también para crear espacios interiores que reflejan sostenibilidad y armonía. Utilizan productos artesanales cuidadosamente seleccionados, colores cálidos y formas simples que transmiten serenidad. Además, las plantas nativas de la región cobran protagonismo, no solo por su belleza, sino también por su contribución a la biodiversidad local. De esta manera, se construye un hogar que no solo sirve de refugio ante la aceleración del mundo exterior, sino que también apoya la preservación del entorno natural y fortalece la conexión con la flora autóctona.

De hecho, hoy en día, las tendencias en diseño de espacios se centran cada vez más en la incorporación de plantas ornamentales, creando ambientes vibrantes y llenos de vida. Por ejemplo, se busca combinar flores como peonías con proteas u orquídeas con elementos decorativos, lo que resulta en una estética única. Este enfoque desafía las convenciones tradicionales, ampliando los límites del diseño para dar paso a espacios imaginativos, lujosos y visualmente impactantes, pero que, al mismo tiempo, mantienen una armonía con los elementos orgánicos y naturales con características base de la horticultura.

El futuro de las plantas y la IA

En las tendencias del sector de la horticultura para 2025, las flores y plantas han dejado de ser meros elementos decorativos. Según el informe, ahora la horticultura se adentra en un enfoque más creativo y holístico que conecta la producción vegetal con el bienestar emocional y físico de las personas. En este contexto, la horticultura no solo cultiva plantas ornamentales, sino que también busca crear espacios que transmitan energía positiva y bienestar, aprovechando las propiedades visuales y emocionales de las plantas.

La estética jugará un papel clave en las tendencias emergentes, con una disposición estratégica de las plantas que emplea tallos de diferentes alturas para transformar los espacios en ambientes únicos. Esta técnica no solo crea un entorno visualmente atractivo, que estimula la creatividad y eleva el ánimo, sino que también invita a la fauna local, atrayendo aves, mariposas y murciélagos que participan en la polinización. Así, el diseño estético y funcional no solo embellece, sino que también enriquece la biodiversidad del entorno.

Por otro lado, esta tendencia está estrechamente vinculada con la innovación tecnológica, que se refleja en la incorporación de materiales sostenibles y en el diseño de productos avanzados. Entre estos destacan las macetas semitransparentes, que permiten observar el desarrollo de las raíces, o los sistemas modulares apilables, que maximizan el uso del espacio. Estas soluciones no solo son visualmente atractivas, sino que combinan estética y sostenibilidad, creando espacios más verdes y eficientes, tanto en interiores como en exteriores.

Además, la tecnología está revolucionando la forma en que se integran las plantas en los entornos cotidianos. El uso de nuevos materiales, como bioplásticos reciclables y cerámicas porosas que retienen mejor la humedad, facilita el cultivo de especies diversas, tanto exóticas como autóctonas, en condiciones óptimas. Esto no solo mejora la sostenibilidad de los productos, sino que también hace que su mantenimiento sea más sencillo y accesible para cualquier persona, incluso aquellas sin experiencia previa.

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La automatización y la tecnología inteligente también juegan un papel fundamental en esta tendencia. Sensores que monitorean la humedad del suelo, sistemas de riego automatizados que optimizan el uso del agua, y luces LED que simulan las condiciones de luz natural, permiten a los entusiastas de la horticultura personalizar y cuidar sus espacios verdes con mayor precisión. Esto no solo facilita el cultivo en entornos urbanos o interiores, sino que también fomenta un enfoque más sostenible, reduciendo el consumo de recursos y promoviendo una jardinería más eficiente.

En conjunto, estas innovaciones tecnológicas están transformando la horticultura en una actividad accesible, sostenible y adaptada a los desafíos actuales. Según el Consejo de Flores de Holanda, al integrar la tecnología con el diseño y la naturaleza, se está creando un nuevo paradigma en el que las plantas no solo son un complemento estético, sino una parte esencial de un estilo de vida más consciente, ecológico y en armonía con el medio ambiente.

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