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En general, los ficus son grandes compañeros en el mundo de la jardinería y la decoración. Aunque se pueden contar miles de tipos, estas plantas suelen tener ventajas en términos de facilidades de cuidados y una variedad en términos de tamaño y formas (pueden no sobrepasar el metro de altura o crecer cómodamente por encima de los tres metros, por ejemplo).
Es también una de las especies preferidas para tener en formato de bonsái, de nuevo por su facilidad de cuidado, pero también por su presencia y belleza.
Los ficus han ido ganando popularidad entre la jardinería y decoración de interiores. Y en medio de esa ola de entusiasmo, el ficus lyrata es uno de los que más ha capturado la atención de compradores. ¿Por qué?
Características y cuidados del ficus lyrata
Lo primero que hay que aclarar aquí es que se trata de una planta de interiores pues, a pesar de que necesita luminosidad constante, es una especie muy sensible a la radiación directa, que puede quemar sus hojas fácilmente.
Por eso, se recomienda ubicarla cerca a ventanas en donde entre una cantidad de luz constante, pero sin que vaya a quemar a la planta.
En términos de riego, el ficus lyrata es una planta que requiere de precisión en el riego y que puede manejar mucho mejor la sequía que el exceso de agua o los encharcamientos.
Por esta razón, es clave verificar el nivel de humedad del sustrato antes de cada riego (labor que se puede hacer fácilmente introduciendo hasta el fondo de la tierra un palo de madera, un palito chino, por ejemplo).
También es clave que la planta se encuentre en una matera con un adecuado drenaje y que el sustrato se encuentre lo más suelto y sea lo más ligero posible. Todo esto ayudará al correcto manejo de la humedad para esta especie sensible.
Esta planta se adapta mejor a climas que oscilan entre templado y cálido y lo ideal es que la temperatura en la que viva el ficus lyrata no baje de 15 grados centígrados.
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Por el tamaño y frondosidad de sus hojas, el ficus es una elección perfecta para llenar de vida espacios como salas o habitaciones. También funciona para terrazas en climas cálidos, siempre y cuando no se trate de lugares en altura o con exposición a luz directa.
También es un preferido en oficinas y consultorios, pues su presencia engalana salas de estar o recibidores con el mínimo de esfuerzo en cuidados y producción, si se quiere.
Al final de cuentas, un buen ficus viene bien casi siempre y cumple con la tarea de darle vida y color a espacios que, sin su presencia, podrían pasar por estériles e inhóspitos.
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