Luciendo un follaje contundente, de esbeltas hojas de forma elíptica, con nervaduras rojizas y blancas, y con una altura de máximo 15 centímetros, llega a este espacio la Fittonia, también conocida como abre caminos o destrancadera (el nombre se debe a que se asocia con los nuevos proyectos y los nuevos ciclos, entre otros lugares comunes muy populares en enero).
Se trata de una planta rastrera originaria de algunas zonas tropicales de Colombia, Venezuela, Bolivia, Brasil, Ecuador y Perú, que ha ganado un importante lugar en la jardinería de interiores por su tamaño, particular belleza y por los pocos cuidados que requiere para su mantenimiento.
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Aunque no tiene una altura prominente, la belleza de la abrecaminos radica en cómo la espesura de su follaje se extiende hacia los lados creando una visión de esponjosa naturaleza.
Al ser una especie de naturaleza rastrera, la Fittonia es una planta de semisombra o luz tamizada, es decir que aunque requiere una buena iluminación, no es amiga de la luz fuerte y directa. Ojo a este dato porque si comienza a ver que su planta tiene quemadas las hojas quiere decir que está recibiendo demasiada luz. Si por el contrario nota que las hojas salen dispersas en el tallo, lo que le está indicando es que no tiene luz suficiente.
Es una planta ideal para interiores, pero si va a plantarla en jardín exterior, asegúrese de hacerle un lugar al lado de un árbol grande que le proporcione sombra suficiente.
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Recuerde que es una especie tropical, por tanto no tolera los climas fríos y sobre todo requiere temperaturas superiores a los 13º centígrados.
A la hora del riego es clave tener en cuenta que la abre caminos requiere mucha humedad. Le encanta el agua y -dependiendo de la temperatura del ambiente- necesita por lo menos de dos riegos a la semana y se recomienda utilizar un atomizador para rociar agua también en las hojas. También es clave que tenga una sustrato poroso que permita que el agua se filtre fácilmente, y una matera con buen drenaje.
Puede sufrir fácilmente de “desmayos”, es decir cuando se ve con los tallos caídos y las hojas arrugadas. En ese caso no hay por qué alarmarse, es una señal de que la Fittonia tiene estrés por falta de agua, por lo que el problema se soluciona fácilmente con un riego. Sí, es una planta dramática.
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Una anotación en este punto: si bien es cierto que se pueden “revivir” en estos casos, si la planta deja de recibir agua por mucho tiempo, es probable que los tallos pierdan toda la fuerza y sea imposible lograr que se levanten de nuevo.
Es de crecimiento lento, así que su floración puede demorarse (pequeñas espigas blancas que, la verdad, palidecen en belleza al lado de sus hojas). Y como tiende a expandirse, es probable que requiera una matera cómoda en la que pueda crecer normalmente.
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