Flor de loto: significado e historia de esta planta

Desde el antiguo Egipto, pasando por India y China, la Flor de loto ha sido una planta sagrada en muchas culturas, asociadas generalmente con la resurrección, el nacimiento mismo de los dioses y la sabiduría.

Estamos hablando del Nelumbo nucifera, una planta acuática famosa por la longevidad de sus semillas y a la que también se le conoce con los nombres de loto sagrado, loto indio o rosa del Nilo.

Sus hojas flotantes y semi ovaladas pueden llegar a medir hasta 100 centímetros de diámetro y sus características flores alcanzan hasta los 23 cm de diámetro. Su particular belleza radica justamente en las flores de pétalos cóncavos y en su variedad de colores: rosa, blanco, azules, púrpuras.

Como se trata de una planta acuática, casi siempre es plantada en estanques o lagos, pero también se puede hacer en un recipiente en casa. La clave es entender que se trata de una planta con raíces que se nutren de la tierra, por lo que necesita siempre un sustrato especial para plantas acuáticas.

Si se va a plantar en un recipiente, se recomienda poner primero una capa del sustrato (aproximadamente el 30% de la matera) y llenar el resto con agua. Es importante también tener en cuenta las dimensiones de dicho recipiente tomando como referencia el tamaño que pueden alcanzar tanto las hojas como las flores. En general el tamaño ideal está en una matera en la que pueda poner por lo menos 15 centímetros de sustrato y 50 centímetros de profundidad de agua.

Se aconseja sembrar la semilla de la planta -ya germinada- en el sustrato, dejándola semienterrada para que pueda fijarse en el fondo de la matera. No se afane si su planta no da flores pronto, es normal que la floración aparezca después del primer año.

Respecto a los cuidados, uno de los puntos clave está en la temperatura: La Flor de loto no es amiga del frío, por lo que necesita agua que no baje de los 20° para poder desarrollarse correctamente. También requiere unas buenas dosis de luz directa al día -por lo menos cinco horas-, por lo que se recomienda que en exteriores se encuentre en lugares muy iluminados o en interiores, en una zona cerca a una ventana.

La Flor de loto no necesita riego, pero si requiere que el agua sea cambiada con frecuencia para evitar que aparezcan plagas o parásitos que puedan causarle enfermedades. También es importante retirar las hojas secas y las flores marchitas para evitar que se pudran y ocasionen daños.

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Desde el antiguo Egipto, pasando por India y China, la Flor de loto ha sido una planta sagrada en muchas culturas, asociadas generalmente con la resurrección, el nacimiento mismo de los dioses y la sabiduría.

Estamos hablando del Nelumbo nucifera, una planta acuática famosa por la longevidad de sus semillas y a la que también se le conoce con los nombres de loto sagrado, loto indio o rosa del Nilo.

Sus hojas flotantes y semi ovaladas pueden llegar a medir hasta 100 centímetros de diámetro y sus características flores alcanzan hasta los 23 cm de diámetro. Su particular belleza radica justamente en las flores de pétalos cóncavos y en su variedad de colores: rosa, blanco, azules, púrpuras.

Como se trata de una planta acuática, casi siempre es plantada en estanques o lagos, pero también se puede hacer en un recipiente en casa. La clave es entender que se trata de una planta con raíces que se nutren de la tierra, por lo que necesita siempre un sustrato especial para plantas acuáticas.

Si se va a plantar en un recipiente, se recomienda poner primero una capa del sustrato (aproximadamente el 30% de la matera) y llenar el resto con agua. Es importante también tener en cuenta las dimensiones de dicho recipiente tomando como referencia el tamaño que pueden alcanzar tanto las hojas como las flores. En general el tamaño ideal está en una matera en la que pueda poner por lo menos 15 centímetros de sustrato y 50 centímetros de profundidad de agua.

Se aconseja sembrar la semilla de la planta -ya germinada- en el sustrato, dejándola semienterrada para que pueda fijarse en el fondo de la matera. No se afane si su planta no da flores pronto, es normal que la floración aparezca después del primer año.

Respecto a los cuidados, uno de los puntos clave está en la temperatura: La Flor de loto no es amiga del frío, por lo que necesita agua que no baje de los 20° para poder desarrollarse correctamente. También requiere unas buenas dosis de luz directa al día -por lo menos cinco horas-, por lo que se recomienda que en exteriores se encuentre en lugares muy iluminados o en interiores, en una zona cerca a una ventana.

La Flor de loto no necesita riego, pero si requiere que el agua sea cambiada con frecuencia para evitar que aparezcan plagas o parásitos que puedan causarle enfermedades. También es importante retirar las hojas secas y las flores marchitas para evitar que se pudran y ocasionen daños.

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