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Pensar en adquirir plantas es muchas veces una decisión que va asociada al cómo decoraran nuestros espacios de ahí que una de las decisiones que más pesa a la hora de hacer la elección sean los colores y las formas exóticas que tiene cada una. Y en este universo de posibilidades botánicas, existe una joya que destaca por su singular belleza: la Celosia cristata, comúnmente conocida como flor de terciopelo, cresta de gallo o abanico.
La Celosia Cristata, es un género que abarca unas cincuenta especies de plantas anuales pertenecientes a la familia Amaranthaceae, originarias de las zonas tropicales de Asia, América y África. Se caracterizan por sus llamativas inflorescencias aterciopeladas, que se asemejan a crestas ondulantes y exhiben una paleta de colores que va desde rojos intensos hasta amarillos dorados, pasando por púrpuras regios y naranjas fosforescentes. Pueden presentarse como hierbas o sub-arbustos, anuales o perennes, con tallos erectos o trepadores, glabros o pubescentes.
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Morfológicamente, esta planta se caracteriza por sus hojas alternas de formas variadas, desde lanceoladas hasta ovadas, a menudo prolongadas hacia abajo sobre sus ramas. Sus inflorescencias son complejas, formando espigas o estructuras similares a racimos que poseen cinco pétalos y cinco estambres, y su fruto es una pequeña cápsula seca y delgada que se abre como si tuviera una tapa que se desprende. Dentro de ella se pueden encontrar entre 2 y 25 semillas, las cuales son planas y redondas, parecidas a pequeñas lentejas de color negro.
Una de las razones por las que es más apreciada es que sus flores no se caen rápidamente. Incluso cuando la planta ya ha madurado y producido sus frutos, las flores siguen pegadas a la planta, lo que hace que siga luciendo colorida por mucho tiempo.
Asimismo, también tiene un papel importante en la gastronomía de ciertas regiones. Algunas partes de la planta son comestibles y están llenas de nutrientes esenciales como vitaminas y minerales. Las hojas, en particular, se consumen frecuentemente como verduras en algunas zonas de África occidental, formando parte de su alimentación tradicional. Asimismo, en Asia, tanto las hojas como las flores se incorporan a la dieta local.
Cuidados
La flor de terciopelo es una planta muy fácil de cuidar, ideal para jardineros principiantes y para aquellos que desean añadir color a sus espacios sin complicaciones. Por ello tenga en cuenta los siguientes aspectos:
Luz:
- Es una planta de sol, por lo que prospera bajo la luz directa del sol durante al menos 6 horas al día. Si se cultiva en interiores, colóquela cerca de una ventana luminosa.
- Si bien puede tolerar un poco de sombra parcial, especialmente durante las horas más calurosas del día, la falta de luz solar directa puede afectar negativamente la floración y el crecimiento general de la planta.
Suelo:
- Esta planta se desarrolla mejor en un suelo bien drenado y ligeramente ácido a neutro. Un buen drenaje es crucial para evitar el encharcamiento, lo que puede provocar la pudrición de las raíces.
- Si el suelo es demasiado alcalino, agregue azufre para acidificarlo. Si es demasiado ácido, agregue cal para elevar el pH.
Para optimizar el drenaje y la calidad del suelo, considere lo siguiente:
- Mezcla de sustrato: Utilice una mezcla de tierra para macetas de alta calidad, perlita y turba de musgo para crear un sustrato ligero y aireado que retenga la humedad sin ser pesado o empapado.
- Materia orgánica: Incorpore materia orgánica como compost para mejorar la retención de agua, la estructura y la nutrición del suelo. Es este artículo le mencionamos la correcta manera de hacer uno.
Riego:
- Requiere un riego regular, especialmente durante los períodos de calor y sequía. Puede hacerlo profundamente cada 2-3 días en verano, o con mayor frecuencia si el clima es cálido y seco.
- Evite mojar las hojas, ya que esto puede favorecer la aparición de enfermedades fúngicas.
- El mejor momento para regar es temprano en la mañana o al final de la tarde para evitar la evaporación excesiva.
Humedad:
- A esta planta le favorece un ambiente ligeramente húmedo, pero no tolera el exceso de humedad. Puede notar si el aire es demasiado seco para ella, si las puntas de las hojas se vuelven marrones y crujientes. Para mejorar esto, coloque un humidificador cerca de la planta para aumentar los niveles de humedad en el aire circundante.
Temperatura:
- Es una planta de clima cálido y no tolera las heladas. La temperatura ideal para su crecimiento oscila entre 18°C y 27°C. Evite exponer la planta a temperaturas inferiores a 10°C, ya que esto puede dañarla.
Fertilización:
- Durante la temporada de floración, alimente la Celosia con un fertilizante líquido para plantas de flor diluido en agua de riego cada dos semanas, puede aplicar solo cinco gotas, esto debido a que la fertilización excesiva puede dañar las raíces.
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Poda
La Celosia no requiere una poda rigurosa, sin embargo, realizarla de manera adecuada puede aportar diversos beneficios a la planta, como estimular la ramificación y la floración, por ello tenga en cuenta que:
- Retire las ramas muertas, enfermas o dañadas. Este paso es esencial, pues si deja el tallo podría generar plagas
- Si la Celosia crece demasiado alta o desgarbada, puede podar algunos tallos para darle forma.
Plagas y enfermedades:
- Esta planta es generalmente resistente a plagas y enfermedades. Sin embargo, puede ser susceptible a pulgones, ácaros y enfermedades fúngicas si se cultiva en condiciones de humedad excesiva o mal drenaje.
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