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Con las gardenias puede pasar un asunto curioso: puede que no sepa cómo se ve esta planta, que no haya visto, o recuerde su bella flor, y a la vez sepa qué es una gardenia. O que, puntualmente, conozca la canción que lleva por nombre “Dos gardenias”.
Mientras tararea la melodía o recita parte de su icónica letra, vale aclarar que las gardenias son una planta fantástica en términos de jardinería, pues se adapta a espacios interiores y exteriores. Puede vivir cómodamente en matera o en suelo abierto y, además, no requiere mayores cuidados.
El aspecto más llamativo de esta planta, sin duda, son sus flores. ¿Por qué? Por que “Con ellas quiero decir / Te quiero, te adoro, mi vida / Ponles toda tu atención / Que serán tu corazón y el mío”, como dice la canción, que tiene una versión inmortal en la voz de Ibrahim Ferrer como parte del documental y disco de Buenavista Social Club.
Las flores blancas de las gardenias son típicamente asociadas a la Gardenia Jasminoides, la variedad más popular de esta planta, aunque no es la única, vale aclarar. Su apariencia la pone en un nivel similar a la rosa y en términos de olor está cerca al jazmín (de ahí su nombre).
En otras variedades, las flores pueden tener otros colores y ser un poco más grandes. Así mismo, algunas de éstas se usan para extraer aceites esenciales, principalmente para industria cosmética y de belleza.
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Cuidados de las gardenias
Las gardenias son plantas muy amigas de la luz, incluso si es directa. Aunque, si se tiene en exteriores en un lugar que supere los 30 grados centígrados, es mejor proveerle sombra intermitente durante el día para que el exceso de radiación no queme las hojas e impida el normal desarrollo de las flores.
En interiores, definitivamente, el lugar de estas plantas es cerca a la ventana, aunque teniendo cuidado con corrientes fuertes de aire, que pueden ser nocivas para las flores (esto es particularmente importante si usted vive en alturas).
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En términos de riego, las gardenias necesitan humedad constante, pero con el debido cuidado de no encharcar las raíces. Por lo general, estas plantas prosperan en un rango de temperatura que oscila entre los 15 y los 30 grados centígrados. Dependiendo de qué tan caliente y húmedo sea el ambiente en donde se encuentre, el riego para esta variedad debe ser entre una y dos veces a la semana, en promedio.
Hay que estar pendiente si aparece la temida cochinilla algodonosa, una de las plagas que más afecta a esta planta. Puede conocer cómo tratar con ella en esta breve guía.
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