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Eduar Cabrera, Doris Calceto, Elizabeth Cabrera, Luis Dussan y Luz Dussan crearon en 2020, en el barrio Viña Marcela al norte de Neiva, la huerta comunitaria que hoy lleva por nombre ‘Hurban 2023′. “Un grupo de 20 familias compartíamos el sueño de establecer una huerta urbana para cultivar nuestros propios alimentos de forma saludable y sostenible. Esta idea surgió a raíz de la necesidad que sentimos durante el aislamiento de la pandemia, en donde no teníamos para 200 de cilantro, pues ahora lo cultivamos”, contó Eduar Cabrera a El Espectador.
Los 1.977 metros cuadrados de la huerta ‘Hurban 2023′ tienen como objetivo proporcionar alimentos frescos y nutritivos a la comunidad local, fomentar la autosuficiencia alimentaria mediante la educación en prácticas agrícolas, y generar ingresos a través de la comercialización de nuestros productos para apoyar la huerta y la economía local. Además de promover la conciencia ambiental y el conocimiento sobre agricultura urbana, al tiempo que se fortelce el sentido de comunidad y la colaboración entre los residentes
Cabrera explica que la Gobernación del Huila y la Alcaldía de Neiva reconocen a ‘Hurban 2023′ como la única huerta dentro del área metropolitana de la ciudad. “La gobernación nos apoyó con el material para la creación de una huerta urbana. Y la alcaldía, dos años después, se dio cuenta de lo importante que estaba siendo para la ciudadanía esta huerta urbana y nos apoyó con más kits para nuestro trabajo”, dijo Eduar Cabrera.
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En 2020, el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) le ofreció a Cabrera clases sobre producción de alimentos en parcelas comunitarias, en el marco de sus proyectos educativos, pero por sus ocupaciones no pudo aceptar el cupo y se lo cedió a su vecina, Luz Cabrera, quien se capacitó en herramientas tecnológicas para uso en agricultura urbana, soberanía alimentaria y producción alimenticia.
Posteriormente le propuso a sus vecinos la creación de una huerta comunitaria. “En un inicio la huerta media 2 metros cuadrados, pero en frente de la casa de Luz había un terreno abandonado, que era utilizado como basurero y donde algunas personas iban a fumar y delinquir. Nos pusimos el objetivo de convertir esa área abandonada en algo tan importante para nosotros como la producción de alimentos y fue así como pasamos de tener dos a 1.977 metros cuadrados. La gobernación saliente nos permitió quedarnos con el territorio dado el uso que le damos, la policía nos apoyó sacando de la zona a las personas que venían a delinquir y el Sena siempre nos ha estado capacitando para este trabajo”, dijo Eduar Cabrera.
Actualmente, en ese territorio se siembran árboles de mango, cebollas largas, cabezona y cebollín, tomates, habichuelas, lechugas, acelgas, espinacas, albahacas y hierbas buena. “No sabemos con exactitud cuánto cosechamos al día, pero, por ejemplo, en promedio salen tres libras de tómate cherry. A los alimentos le damos varios usos, el primero es alimentarnos, la llevamos a nuestra casa y la cocinamos, en segunda instancia la comercializamos cada quince días en mercados campesinos de la ciudad, y en tercera medida donamos alimentos para abuelos que sabemos tienen necesidades“, señaló Eduar Cabrera.
El Sena ha sido fundamental para el trabajo que se ha desarrollado en los 1.977 metros cuadrados de huerta urbana, pues ha capacitado a la comunidad desde el inicio del proyecto para superar los obstáculos que se presentan al sembrar en Neiva. “En la ciudad siempre hay temperaturas altas, lo cual genera una humedad que dificulta mucho la siembra en el suelo. Por eso, nos toca sembrar verticalmente. Además, eso genera poli sombras difíciles de enfrentar y la necesidad de hacer un riego constante. Para hacerlo, quienes nos han instruido son los profesionales del Sena”, dijo Eduar Cabrera, quien explica que, por ejemplo, el problema del riego fue solventado gracias a la metodología del riego gota a gota, que en cinco minutos permite que toda la huerta esté con la cantidad de agua que necesita.
El trabajo realizado en ‘Hurban 2023′ ha transcendido los límites de Neiva, pues entidades internacionales se han fijado en su trabajo para brindarles apoyo. La Organización Internacional Paz Colombia, desde 2023, los ha ayudado con fondos para la compra de materiales, herramientas y semillas, o para la construcción de infraestructura, talleres y formación sobre técnicas de cultivo, manejo sostenible de los recursos y prácticas agrícolas saludables para los miembros de la huerta, además de la promoción de la huerta a través de sus canales de comunicación, aumentando su visibilidad y atrayendo más apoyo y recursos.
Por otra parte, el Instituto Italo - Latino Americano, los ha apoyado este año mediante el intercambio de conocimientos y tecnologías agrícolas innovadoras provenientes de Italia y América Latina, y la facilitación en la cooperación técnica con expertos en agricultura sostenible, proporcionando acceso a redes internacionales para compartir experiencias y buenas prácticas, y promoviendo proyectos conjuntos que integren soluciones culturales y técnicas de ambos continentes. “A esa entidad llegamos gracias al Sena, pues trabajan de la mano. Nos visitan periódicamente para ese apoyo”, dijo Cabrera.
Actualmente, la huerta ‘Hurban 2023′ es trabajada todos los días bajo el liderazgo de Edward y Luz Cabrera, quienes son las personas más capacitadas dentro de la comunidad por el Sena. El riego y la identificación de cuándo un alimento ya está para ser ingerido es liderado por ellos, en un trabajo que también recibe la colaboración de niños pertenecientes a la comunidad y de alrededor de 20 personas, que día a día descubren que: “en Neiva, lo que no se da, es porque no se siembra”.
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