Jardín Botánico Bogotá y UNODC: una alianza para combatir el tráfico de especies
El Jardín Botánico de Bogotá y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito se unen en una alianza clave para proteger la biodiversidad y combatir el tráfico ilegal de especies. Conozca todos los detalles.
Diego Suárez
El tráfico ilegal de flora y fauna es una de las principales amenazas para la biodiversidad global. En Bogotá, una ciudad rodeada de ecosistemas únicos y estratégicos para la región, esta problemática adquiere dimensiones alarmantes. Consciente de ello, el Jardín Botánico de Bogotá, en colaboración con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), ha tomado medidas concretas para combatir este problema. A través de una alianza forjada en la COP16, ambas entidades están capacitando a las autoridades ambientales y judiciales para identificar, rastrear y procesar el tráfico de especies de forma efectiva.
Según María Claudia García Dávila, directora del Jardín Botánico de Bogotá, esta colaboración nació de la necesidad de aunar esfuerzos en una problemática que requiere respuestas integrales. “Es una alianza muy importante. La hicimos en la COP16, en la reunión del Convenio de Diversidad Biológica en Cali. Allí establecimos un memorando de entendimiento con UNODC para prestar asistencia técnica y capacitar a las autoridades policiales, ambientales y judiciales en términos de identificación botánica y manejo de pruebas. Esto asegura que los procesos judiciales sean más efectivos”, explica García.
El Jardín Botánico aporta su conocimiento científico, mientras que la UNODC ofrece soporte técnico y metodológico. Ambas instituciones trabajan con un objetivo común: fortalecer la capacidad de los territorios para enfrentar el tráfico de especies de flora y fauna, un delito que a menudo está vinculado a otros problemas como la minería ilegal y el tráfico de drogas.
El plan incluye talleres especializados para autoridades locales, orientados a mejorar la identificación de especies traficadas y el manejo adecuado de pruebas, lo que contribuirá al éxito de los procesos judiciales relacionados con estos delitos. Además, se brindará apoyo técnico y metodológico para el análisis de especies en riesgo, utilizando las capacidades científicas del Jardín Botánico.
Otro pilar de la estrategia es fomentar la conciencia pública sobre la importancia de conservar la biodiversidad y las graves consecuencias del tráfico de especies. La alianza tendrá una duración inicial de tres años, tiempo en el cual se espera generar un impacto tangible en la protección del patrimonio natural del país.
El primer paso: talleres de capacitación
El pasado 29 de noviembre de 2024 se llevó a cabo el taller “Dominar el rastreo de pruebas: una guía para investigadores de la escena del crimen y primeros respondientes”, marcando el inicio formal de esta alianza. Este evento reunió a representantes de varias corporaciones autónomas regionales, la Policía Nacional (incluyendo la Policía de Carabineros) y la Secretaría de Ambiente de Bogotá. Durante el taller, los asistentes aprendieron a identificar especies en riesgo y analizar indicios clave en casos de tráfico de flora y fauna.
“Es fundamental que las pruebas se construyan de manera adecuada para garantizar una justicia efectiva”, señaló García. Además, destacó que esta capacitación no solo refuerza el trabajo de las autoridades locales, sino que también posiciona a Bogotá como un modelo para otras ciudades en la lucha contra los delitos ambientales.
El tráfico de madera es uno de los mayores problemas que enfrenta la capital colombiana. Según la directora, Bogotá lidera las estadísticas nacionales de tráfico de este recurso natural, lo que subraya la urgencia de fortalecer las capacidades locales. “Es un tema muy importante para nosotros. Las especies traficadas provienen principalmente de la Amazonía, los bosques del Pacífico y algunos valles interandinos. Es necesario actuar en los puntos de origen y destino”, explicó.
🍂🌺 🌼Le podría interesar: Descubrimientos y conservación: la misión del Jardín Botánico del Magdalena
Además de proteger la biodiversidad, esta iniciativa tiene beneficios tangibles para la ciudadanía. García Dávila afirmó que “al abordar el tráfico de especies, también estamos mejorando la seguridad en nuestros territorios. Las Naciones Unidas brindan recursos, tecnología y capacidades científicas que redundan en beneficios directos para la ciudad”.
Metas y medición de resultados
El memorando de entendimiento entre el Jardín Botánico y la UNODC tiene una duración inicial de tres años. Durante este tiempo, se planea capacitar a un número significativo de funcionarios en identificación botánica y manejo de pruebas. El éxito de la alianza será evaluado mediante indicadores específicos, como el aumento en el número de decomisos efectivos y condenas relacionadas con el tráfico de especies.
“Queremos mejorar los procesos judiciales y sancionatorios”, afirmó García. “Muchas veces, las investigaciones fallan porque las especies no se identifican correctamente. Es crucial que nuestros esfuerzos científicos se traduzcan en acciones prácticas que puedan ser utilizadas por las autoridades ambientales y judiciales”.
Aunque la lucha contra el tráfico de especies es un eje central de esta colaboración, no es el único aspecto que se aborda. Durante la COP16, el Jardín Botánico también firmó un acuerdo con el Fondo Acción para la Protección del Medio Ambiente y la Niñez. Este nuevo memorando busca promover el uso sostenible de la biodiversidad, la restauración ecológica y la implementación de esquemas de agricultura urbana.
“Entendemos que la conservación de la biodiversidad no se limita a combatir la explotación ilegal”, señaló García. “También implica generar conocimiento, restaurar ecosistemas y fomentar el uso sostenible de los recursos naturales”.
La lucha contra el tráfico de especies enfrenta numerosos desafíos, desde la complejidad de los esquemas de tráfico hasta la falta de recursos en algunos territorios. Sin embargo, García es optimista: “Esta alianza es solo el comienzo. Estamos fortaleciendo nuestro rol como centro científico y articulador. La idea es seguir construyendo redes de colaboración que nos permitan abordar de manera integral los retos de la crisis climática y la pérdida de biodiversidad”.
En palabras de Yimmy Gómez, coordinador del Proyecto ECOS Colombia de la UNODC, “el liderazgo del Jardín Botánico de Bogotá en la conservación de la biodiversidad es clave para enfrentar el tráfico ilegal de flora y fauna. Su capacidad científica es un activo invaluable para las autoridades”.
El modelo de colaboración entre el Jardín Botánico de Bogotá y la UNODC podría ser replicado en otras ciudades y países. Su enfoque integral, que combina investigación científica, fortalecimiento institucional y educación ambiental, demuestra que la unión de esfuerzos es esencial para combatir los delitos ambientales.
“Muchas veces, los esfuerzos aislados quedan en el escritorio. Es vital que todos unamos recursos, conocimiento y capacidades para enfrentar problemáticas de gran calibre”, concluyó García.
🌳 ☘️ 🌿 Encuentre en La Huerta toda la información sobre plantas, jardinería, cultivos y siembra. 🍂🌺 🌼
El tráfico ilegal de flora y fauna es una de las principales amenazas para la biodiversidad global. En Bogotá, una ciudad rodeada de ecosistemas únicos y estratégicos para la región, esta problemática adquiere dimensiones alarmantes. Consciente de ello, el Jardín Botánico de Bogotá, en colaboración con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), ha tomado medidas concretas para combatir este problema. A través de una alianza forjada en la COP16, ambas entidades están capacitando a las autoridades ambientales y judiciales para identificar, rastrear y procesar el tráfico de especies de forma efectiva.
Según María Claudia García Dávila, directora del Jardín Botánico de Bogotá, esta colaboración nació de la necesidad de aunar esfuerzos en una problemática que requiere respuestas integrales. “Es una alianza muy importante. La hicimos en la COP16, en la reunión del Convenio de Diversidad Biológica en Cali. Allí establecimos un memorando de entendimiento con UNODC para prestar asistencia técnica y capacitar a las autoridades policiales, ambientales y judiciales en términos de identificación botánica y manejo de pruebas. Esto asegura que los procesos judiciales sean más efectivos”, explica García.
El Jardín Botánico aporta su conocimiento científico, mientras que la UNODC ofrece soporte técnico y metodológico. Ambas instituciones trabajan con un objetivo común: fortalecer la capacidad de los territorios para enfrentar el tráfico de especies de flora y fauna, un delito que a menudo está vinculado a otros problemas como la minería ilegal y el tráfico de drogas.
El plan incluye talleres especializados para autoridades locales, orientados a mejorar la identificación de especies traficadas y el manejo adecuado de pruebas, lo que contribuirá al éxito de los procesos judiciales relacionados con estos delitos. Además, se brindará apoyo técnico y metodológico para el análisis de especies en riesgo, utilizando las capacidades científicas del Jardín Botánico.
Otro pilar de la estrategia es fomentar la conciencia pública sobre la importancia de conservar la biodiversidad y las graves consecuencias del tráfico de especies. La alianza tendrá una duración inicial de tres años, tiempo en el cual se espera generar un impacto tangible en la protección del patrimonio natural del país.
El primer paso: talleres de capacitación
El pasado 29 de noviembre de 2024 se llevó a cabo el taller “Dominar el rastreo de pruebas: una guía para investigadores de la escena del crimen y primeros respondientes”, marcando el inicio formal de esta alianza. Este evento reunió a representantes de varias corporaciones autónomas regionales, la Policía Nacional (incluyendo la Policía de Carabineros) y la Secretaría de Ambiente de Bogotá. Durante el taller, los asistentes aprendieron a identificar especies en riesgo y analizar indicios clave en casos de tráfico de flora y fauna.
“Es fundamental que las pruebas se construyan de manera adecuada para garantizar una justicia efectiva”, señaló García. Además, destacó que esta capacitación no solo refuerza el trabajo de las autoridades locales, sino que también posiciona a Bogotá como un modelo para otras ciudades en la lucha contra los delitos ambientales.
El tráfico de madera es uno de los mayores problemas que enfrenta la capital colombiana. Según la directora, Bogotá lidera las estadísticas nacionales de tráfico de este recurso natural, lo que subraya la urgencia de fortalecer las capacidades locales. “Es un tema muy importante para nosotros. Las especies traficadas provienen principalmente de la Amazonía, los bosques del Pacífico y algunos valles interandinos. Es necesario actuar en los puntos de origen y destino”, explicó.
🍂🌺 🌼Le podría interesar: Descubrimientos y conservación: la misión del Jardín Botánico del Magdalena
Además de proteger la biodiversidad, esta iniciativa tiene beneficios tangibles para la ciudadanía. García Dávila afirmó que “al abordar el tráfico de especies, también estamos mejorando la seguridad en nuestros territorios. Las Naciones Unidas brindan recursos, tecnología y capacidades científicas que redundan en beneficios directos para la ciudad”.
Metas y medición de resultados
El memorando de entendimiento entre el Jardín Botánico y la UNODC tiene una duración inicial de tres años. Durante este tiempo, se planea capacitar a un número significativo de funcionarios en identificación botánica y manejo de pruebas. El éxito de la alianza será evaluado mediante indicadores específicos, como el aumento en el número de decomisos efectivos y condenas relacionadas con el tráfico de especies.
“Queremos mejorar los procesos judiciales y sancionatorios”, afirmó García. “Muchas veces, las investigaciones fallan porque las especies no se identifican correctamente. Es crucial que nuestros esfuerzos científicos se traduzcan en acciones prácticas que puedan ser utilizadas por las autoridades ambientales y judiciales”.
Aunque la lucha contra el tráfico de especies es un eje central de esta colaboración, no es el único aspecto que se aborda. Durante la COP16, el Jardín Botánico también firmó un acuerdo con el Fondo Acción para la Protección del Medio Ambiente y la Niñez. Este nuevo memorando busca promover el uso sostenible de la biodiversidad, la restauración ecológica y la implementación de esquemas de agricultura urbana.
“Entendemos que la conservación de la biodiversidad no se limita a combatir la explotación ilegal”, señaló García. “También implica generar conocimiento, restaurar ecosistemas y fomentar el uso sostenible de los recursos naturales”.
La lucha contra el tráfico de especies enfrenta numerosos desafíos, desde la complejidad de los esquemas de tráfico hasta la falta de recursos en algunos territorios. Sin embargo, García es optimista: “Esta alianza es solo el comienzo. Estamos fortaleciendo nuestro rol como centro científico y articulador. La idea es seguir construyendo redes de colaboración que nos permitan abordar de manera integral los retos de la crisis climática y la pérdida de biodiversidad”.
En palabras de Yimmy Gómez, coordinador del Proyecto ECOS Colombia de la UNODC, “el liderazgo del Jardín Botánico de Bogotá en la conservación de la biodiversidad es clave para enfrentar el tráfico ilegal de flora y fauna. Su capacidad científica es un activo invaluable para las autoridades”.
El modelo de colaboración entre el Jardín Botánico de Bogotá y la UNODC podría ser replicado en otras ciudades y países. Su enfoque integral, que combina investigación científica, fortalecimiento institucional y educación ambiental, demuestra que la unión de esfuerzos es esencial para combatir los delitos ambientales.
“Muchas veces, los esfuerzos aislados quedan en el escritorio. Es vital que todos unamos recursos, conocimiento y capacidades para enfrentar problemáticas de gran calibre”, concluyó García.
🌳 ☘️ 🌿 Encuentre en La Huerta toda la información sobre plantas, jardinería, cultivos y siembra. 🍂🌺 🌼