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En los Juegos Departamentales de Córdoba, la flor de la planta de bonche se convirtió en un símbolo que enciende el espíritu competitivo y la identidad regional. Este florecimiento no solo adorna el paisaje con sus colores, sino que también representa la pasión y la unión de los habitantes del departamento. Su elección como símbolo de los juegos refleja una profunda conexión entre la naturaleza local y la celebración deportiva, destacando la riqueza cultural y botánica de Córdoba.
De acuerdo con el Instituto Departamental de Deportes y Recreación de Córdoba, para los 30 municipios del departamento esta especie significa belleza y vitalidad dado su capacidad para florecer en condiciones diversas, lo cual refleja la energía y el dinamismo de los eventos deportivos, representando la alegría y el espíritu de competencia que caracteriza a los Juegos Departamentales, que se desarrollan desde el 4 de septiembre e irán hasta el 4 de octubre.
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“La planta de bonche juega un papel importante en la botánica debido a su atractivo estético y sus características adaptativas. Esta planta no solo embellece jardines y paisajes con sus coloridas inflorescencias y fragancia delicada, sino que también contribuye a la biodiversidad al atraer polinizadores como mariposas y colibríes, esenciales para la salud de los ecosistemas. Su capacidad para crecer en una variedad de condiciones de suelo y climas hace que sea una opción valiosa tanto para jardineros aficionados como profesionales. Además, su resistencia y facilidad de cultivo la convierten en una planta significativa para estudios sobre adaptabilidad y sostenibilidad en el cultivo de especies ornamentales”, señaló a El Espectador Edwin Herrera, coordinador de floristería del Jardín Botánico de Montería, en Córdoba.
Su estructura se caracteriza por tallos erguidos y ramificados que pueden alcanzar alturas de entre 30 y 60 centímetros. Las hojas son de forma lanceolada, de un verde brillante y presentan un margen ligeramente dentado, lo que proporciona un contraste con las flores. Las inflorescencias son la característica más llamativa de la planta: se agrupan en racimos compactos y alargados, con flores tubulares que varían en color desde el rojo intenso hasta el rosa pálido. Cada flor, con su forma de trompeta y pétalos entrelazados, emite una fragancia suave que añade una nota de elegancia al entorno. La planta también produce pequeños frutos de color verde que, al madurar, se vuelven de un tono oscuro, contribuyendo al interés visual de la planta incluso después de la floración.
Guía para la siembra
De acuerdo con Herrera, este es el paso a paso para sembrar una planta de bonche y los cuidados que requiere:
Selección del lugar: Elija un lugar que reciba luz solar directa durante al menos 4 a 6 horas al día, pues la planta de bonche prospera en pleno sol. Asegúrese de que haya suficiente espacio para el crecimiento de la planta, ya que puede alcanzar alturas de hasta 60 cm y se expande lateralmente.
Preparación del suelo: La flor de bonche prefiere suelos bien drenados, evite suelos pesados o arcillosos que retengan agua. Un pH ligeramente ácido a neutro (entre 6.0 y 7.0) es ideal, y si es necesario, mejore el suelo con compost o materia orgánica para asegurar una buena fertilidad y drenaje.
Siembra de semillas o plantones: Si siembra desde semillas, comience en interiores o en un semillero aproximadamente 6-8 semanas antes de la última helada esperada. Siembre las semillas a una profundidad de 0.5 cm en una mezcla de sustrato ligero y húmedo.
Plantones: Si usa plantones, trasplántelos al exterior una vez que el riesgo de heladas haya pasado y cuando las plántulas tengan al menos 10 cm de altura.
Transplante y espaciado: Cave un hoyo que sea un poco más grande que el cepellón de la planta y planta las flores a una distancia de 30 a 45 cm entre cada una para permitir un crecimiento adecuado y una buena circulación de aire. Coloque la planta en el hoyo, asegurándose de que la base del tallo esté al nivel del suelo. Rellene con tierra y presione ligeramente para eliminar bolsas de aire.
Riego: Inmediatamente después de plantar, riegue bien después del trasplante para asegurar un buen contacto entre las raíces y el suelo. Mantenga el suelo húmedo pero no encharcado, riegue regularmente, especialmente durante los períodos secos, pero permita que la capa superior del suelo se seque entre riegos para evitar la pudrición de las raíces.
Fertilización: Use un fertilizante equilibrado, como 10-10-10, o uno específico para plantas con flores. Fertilice cada 4 a 6 semanas durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). Siga las instrucciones del fabricante para evitar la sobrealimentación.
Cuidados continuos: Realice una poda ligera después de la floración para mantener la forma de la planta y estimular un nuevo crecimiento, vigile la planta en busca de plagas comunes como pulgones o ácaros, use insecticidas naturales o métodos de control orgánicos si es necesario, y en climas fríos, proteja la planta con una capa de mulch o cubriéndola durante las noches frías.
Cosecha y mantenimiento: Las flores de bonche florecen en racimos, y puede cortar las flores marchitas para fomentar una floración continua. Una vez que los frutos estén maduros, puede retirarlos si no desea que se auto-siembren.
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