La NASA siembra plantas en el espacio: ¿Cómo y por qué?

La NASA cultiva plantas en el espacio para revolucionar la exploración humana: Este innovador proyecto en la Estación Espacial Internacional no solo provee alimentos y bienestar psicológico a los astronautas, sino que también desarrolla tecnologías clave para la sostenibilidad en futuras misiones a Marte y la Luna, marcando el inicio de una nueva era en la agricultura espacial.

Foto: NASA

Cultivar plantas en el espacio puede sonar como una fantasía sacada de una novela de ciencia ficción, pero para la National Aeronautics and Space Administration (NASA) es una realidad que se lleva a cabo en la Estación Espacial Internacional (EEI). Según lo dio a conocer la entidad en su sitio web, el pasado 3 de diciembre de 2024, este proyecto no solo busca proveer alimentos a los astronautas, sino también mejorar su bienestar psicológico y desarrollar tecnologías esenciales para futuras misiones a la Luna y Marte.

Jorge Sotomayor, gerente de investigaciones de la EEI, destacó en un video publicado en la sitio web de la NASA, que las plantas cumplen un papel esencial en las misiones espaciales. “Las plantas suplementan la alimentación de los astronautas y les permiten llevarse un poco de la Tierra al espacio. Esto contribuye a su bienestar psicológico”, explica Sotomayor. Además, las plantas ayudan a reciclar el aire en la EEI, transformando el dióxido de carbono exhalado por los astronautas en oxígeno fresco.

David Malaver explica que “el acto de cultivar plantas tiene un efecto terapéutico probado. En un entorno tan hostil y aislado como el espacio, cuidar de un ser vivo y observar su crecimiento puede reducir el estrés y la ansiedad de los astronautas”. Este beneficio psicológico es tan importante como los aspectos nutricionales y tecnológicos del cultivo.

Un aspecto clave del cultivo de plantas en el espacio es su capacidad para integrar sistemas de reciclaje. Las plantas no solo generan oxígeno, sino que también contribuyen al ciclo del agua. “Las plantas absorben agua a través de sus raíces y la liberan como vapor a través de sus hojas. Este vapor es capturado por los sistemas de reciclaje de la EEI, ayudando a mantener un suministro de agua reutilizable”, comenta Sotomayor.

Según Malaver, esta tecnología podría tener aplicaciones en la Tierra, especialmente en regiones áridas o afectadas por el cambio climático. “Lo que aprendemos del cultivo de plantas en condiciones extremas podría inspirar sistemas de agricultura sostenible en nuestro propio planeta”, afirma.

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Hasta la fecha, los astronautas han logrado cultivar lechuga, repollo, espinaca, tomates y pimientos en la EEI. Estos experimentos no solo han demostrado que es posible cultivar alimentos en microgravedad, sino que también han permitido estudiar cómo las plantas responden a un entorno tan distinto al terrestre.

“La microgravedad representa un reto único”, explica Malaver. “Por ejemplo, sin la acción de la gravedad, las plantas deben utilizar señales internas para determinar qué dirección es ‘arriba’ y ‘abajo’. Esto afecta la distribución de nutrientes y el crecimiento de las raíces”. Los científicos están estudiando cómo optimizar estas condiciones para garantizar cultivos más saludables y productivos.

Hacia un invernadero en Marte

El cultivo de plantas en el espacio también es una pieza clave en los planes de la NASA para futuras misiones tripuladas a Marte. “Sembramos plantas en el espacio porque queremos tener un invernadero que pueda alimentar a las futuras poblaciones en Marte”, señala Sotomayor.

Este objetivo plantea desafíos adicionales, como desarrollar sistemas que protejan las plantas de la radiación cósmica y las temperaturas extremas de Marte. Malaver sugiere que los invernaderos en Marte podrían utilizar tecnologías de iluminación LED de espectro ajustable y sistemas de cultivo hidropónico o aeropónico, que reducen la necesidad de suelo.

“La atmósfera marciana es rica en dióxido de carbono, lo cual podría ser una ventaja para las plantas”, indica Malaver. “Sin embargo, también será esencial diseñar estructuras que mantengan un ambiente controlado y protejan a las plantas de las tormentas de polvo”.

El cultivo de plantas en el espacio no solo tiene implicaciones para las misiones espaciales, sino también para el futuro de la humanidad en general. “Lo que estamos aprendiendo hoy podría transformar cómo cultivamos alimentos en la Tierra y abrir la puerta a la colonización de otros planetas”, comenta Sotomayor.

Malaver es optimista: “La capacidad de cultivar alimentos en el espacio podría ser la clave para resolver problemas de seguridad alimentaria en la Tierra. También podría inspirar a las nuevas generaciones a seguir carreras en ciencia, tecnología e innovación”.

El cultivo de plantas en el espacio es un esfuerzo multidimensional que combina ciencia, tecnología y humanidad. Desde proveer alimentos y bienestar psicológico a los astronautas hasta sentar las bases para la exploración de otros planetas, cada planta cultivada en la EEI representa un paso hacia un futuro más sostenible y audaz. Como destaca Malaver: “Estamos viendo el nacimiento de una nueva era en la que la agricultura no tiene límites terrestres. El cielo, o mejor dicho, el universo, es el límite”.

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