La reconfortante presencia de la manzanilla: características y cuidados
Esta es una de las plantas medicinales más comunes y diseminadas en el planeta. Es, a su vez, una especie fácil de cuidar, con un aspecto amigable y reconfortante.
Entre la amplia extensión de plantas medicinales, quizá una de las más comunes es la manzanilla. Sus propiedades han sido ampliamente estudiadas y utilizadas. En algunos estudios incluso se argumenta que es una de las plantas más antiguas en su uso para fines medicinales en humanos.
Su uso es tan extendido que es uno de las variedades de hierba aromática más diseminada a nivel comercial. También es muy popular en su mezcla con otros productos herbales, como el té.
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De acuerdo con el Instituto Colombiano Agropecuario, existen más de 20.000 especies de plantas en el mundo que tienen algún compuesto químico aromático y en Colombia se producen y comercializan cerca de 156 especies de plantas medicinales y aromáticas. La manzanilla es una de ellas.
Antes de continuar, vale la pena decir que, si bien la manzanilla y otras plantas medicinales tienen efectos benéficos estudiados sobre la salud humana, su uso no reemplaza la opinión ni los tratamientos recomendados por un profesional médico.
De acuerdo con el “Vademécum colombiano de plantas medicinales” (un copioso documento publicado en 2008 por el entonces Ministerio de la Protección Social), la manzanilla funciona para la piel seca es también inflamatoria, antialérgica y sirve como calmante natural. Mejora la digestión, alivia dolores estomacales, sirve para activar el sistema inmunológico y es un grana antioxidante. También puede ayudar a controlar los niveles de glucosa en la sangre.
Su uso más diseminado es, de lejos, para problemas digestivos. No hablamos acá de males intestinales serios, sino las indigestiones por excesos en la alimentación (muy comunes para la temporada de fin de año, valga la pena señalar).
La manzanilla también está relacionada con el manejo de emociones fuertes y el estrés. Algunas mezclas herbales disponibles en el mercado que se venden con la idea de relajar a los consumidores suelen incluir la manzanilla por esta razón.
En términos de cuidado, esta es una planta que no requiere mayor intervención humana para lograr su óptimo crecimiento. Se adapta bien a interiores o al exterior, en tanto reciba toda la luz posible. Los rayos directos del sol no la incomodan, teniendo cuidado, eso sí, si estamos hablando de un lugar con temperaturas permanentes que se acerquen a los 30 grados centígrados.
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Para el riego, gracias a su adaptación a radiación directa del sol, es una planta que prefiere la sequía al exceso de humedad. Ojo, esto no quiere decir que haya que regarla cada varias semanas, como si se tratara de un cactus. No. Lo que significa es que basta con humedecer la tierra un par de veces por semana, cuando mucho. Si la planta habita en lugares con temperaturas que oscilan entre templadas y frías, puede que el riego semanal sea lo suyo.
Por estas razones también es clave que la matera en la que se disponga la manzanilla tenga buen drenaje que le ayuden a salir del exceso de humedad. En términos de dimensiones del recipiente, no se requiere que sea muy grande, aunque sí se recomienda que tenga al menos 20 centímetros de profundidad para permitir un crecimiento óptimo de las raíces.
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Entre la amplia extensión de plantas medicinales, quizá una de las más comunes es la manzanilla. Sus propiedades han sido ampliamente estudiadas y utilizadas. En algunos estudios incluso se argumenta que es una de las plantas más antiguas en su uso para fines medicinales en humanos.
Su uso es tan extendido que es uno de las variedades de hierba aromática más diseminada a nivel comercial. También es muy popular en su mezcla con otros productos herbales, como el té.
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Antes de continuar, vale la pena decir que, si bien la manzanilla y otras plantas medicinales tienen efectos benéficos estudiados sobre la salud humana, su uso no reemplaza la opinión ni los tratamientos recomendados por un profesional médico.
De acuerdo con el “Vademécum colombiano de plantas medicinales” (un copioso documento publicado en 2008 por el entonces Ministerio de la Protección Social), la manzanilla funciona para la piel seca es también inflamatoria, antialérgica y sirve como calmante natural. Mejora la digestión, alivia dolores estomacales, sirve para activar el sistema inmunológico y es un grana antioxidante. También puede ayudar a controlar los niveles de glucosa en la sangre.
Su uso más diseminado es, de lejos, para problemas digestivos. No hablamos acá de males intestinales serios, sino las indigestiones por excesos en la alimentación (muy comunes para la temporada de fin de año, valga la pena señalar).
La manzanilla también está relacionada con el manejo de emociones fuertes y el estrés. Algunas mezclas herbales disponibles en el mercado que se venden con la idea de relajar a los consumidores suelen incluir la manzanilla por esta razón.
En términos de cuidado, esta es una planta que no requiere mayor intervención humana para lograr su óptimo crecimiento. Se adapta bien a interiores o al exterior, en tanto reciba toda la luz posible. Los rayos directos del sol no la incomodan, teniendo cuidado, eso sí, si estamos hablando de un lugar con temperaturas permanentes que se acerquen a los 30 grados centígrados.
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Para el riego, gracias a su adaptación a radiación directa del sol, es una planta que prefiere la sequía al exceso de humedad. Ojo, esto no quiere decir que haya que regarla cada varias semanas, como si se tratara de un cactus. No. Lo que significa es que basta con humedecer la tierra un par de veces por semana, cuando mucho. Si la planta habita en lugares con temperaturas que oscilan entre templadas y frías, puede que el riego semanal sea lo suyo.
Por estas razones también es clave que la matera en la que se disponga la manzanilla tenga buen drenaje que le ayuden a salir del exceso de humedad. En términos de dimensiones del recipiente, no se requiere que sea muy grande, aunque sí se recomienda que tenga al menos 20 centímetros de profundidad para permitir un crecimiento óptimo de las raíces.
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