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El Ornithogalum, conocido por su elegante floración y facilidad de cultivo, es una planta que puede transformar cualquier jardín o espacio interior. Originaria de regiones mediterráneas, y reconocida como la “estrella de Jerusalén” o “leche de gallina”, esta planta destaca por sus flores en forma de estrella que florecen en diversos tonos blancos y verdes. Si busca añadir un toque de sofisticación y frescura a sus espacios, el Ornithogalum podría ser la opción ideal.
Se le llaman leche de Gallina debido a la apariencia del bulbo y a la secreción lechosa que puede liberar cuando se rompe o se corta. Aunque el término “leche de gallina” no es ampliamente usado en todas las regiones, refleja una característica observable que ha influido en la denominación popular. Por otra parte, el nombre “estrella de Jerusalén” hace referencia a la forma distintiva de las flores del Ornithogalum. Las flores tienen una forma estrellada que recuerda a una estrella. La denominación también está vinculada a la apariencia llamativa de la flor, con sus pétalos dispuestos en una forma radial que se asemeja a una estrella.
“Esta planta pertenece a la familia Asparagaceae, tiene una importancia botánica significativa debido a su diversidad morfológica y adaptabilidad ecológica. Su estructura floral, con flores en forma de estrella, es un ejemplo sobresaliente de adaptación evolutiva para atraer polinizadores, lo que facilita su reproducción en diversos hábitats. Además, el género Ornithogalum incluye especies que poseen características únicas, como bulbos que almacenan nutrientes y tolerancia a condiciones extremas, lo cual es crucial para su supervivencia en ambientes mediterráneos y áridos. Su estudio contribuye al entendimiento de la evolución de las estrategias reproductivas y adaptativas en plantas bulbosas, ofreciendo también insights para la horticultura y el paisajismo, donde el Ornithogalum se valora tanto por su estética como por su robustez”, explica Zharick Cepeda, docente del Instituto de Ciencias Naturales (ICN) de la Universidad Nacional de Colombia.
Sus características físicas son:
- Hojas: Las hojas del Ornithogalum son generalmente largas, lineales y estrechas, con una textura que puede ser carnosa o ligeramente coriácea. Su color suele ser verde oscuro o verde grisáceo.
- Bulbos: La planta crece a partir de bulbos subterráneos que almacenan nutrientes y agua, permitiendo a la planta sobrevivir en condiciones adversas y rebrota anualmente.
- Tallos: Los tallos florales son erectos, y suelen ser delgados y a menudo desarmados, emergiendo directamente desde el bulbo.
- Flores: Las flores son la característica más distintiva. Se presentan en racimos o espigas y tienen una forma estrellada. Cada flor cuenta con seis pétalos que pueden ser blancos, a veces con matices verdes o amarillentos, y están dispuestos en una disposición radial.
- Fruto: El fruto del Ornithogalum es una cápsula que contiene semillas. Al madurar, la cápsula se abre para liberar las semillas.
- Tamaño: La altura de la planta puede variar, pero generalmente oscila entre 20 y 50 cm. Las inflorescencias pueden alcanzar una longitud mayor dependiendo de la especie.
- Raíces: Las raíces son fibrosas y están adaptadas para extraer agua y nutrientes del suelo.
Guía para siembra
“El Ornithogalum es relativamente fácil de cultivar y requiere menos cuidados en comparación con otras plantas ornamentales. Su capacidad para prosperar con cuidados mínimos lo hace ideal para jardines urbanos o huertas con tiempo limitado. Una vez establecido, es bastante resistente y puede tolerar condiciones variadas, siempre y cuando se mantenga un buen drenaje”, expuso Cepeda.
Temperatura: idealmente se desarrolla mejor con temperaturas diurnas entre 15°C y 25°C, estas temperaturas favorecen el crecimiento activo y la floración. Durante la noche, la planta prefiere temperaturas ligeramente más frescas, entre 10°C y 15°C, esto ayuda a imitar las condiciones naturales de su entorno mediterráneo. Puede tolerar temperaturas más frías, pero no es resistente a heladas severas. En regiones con inviernos muy fríos, es recomendable proteger los bulbos con una capa de mulch o almacenarlos en un lugar fresco y seco hasta la primavera. Aunque puede tolerar algo de calor, el Ornithogalum no prospera en temperaturas extremadamente altas. Las temperaturas superiores a 30°C (86°F) pueden estresar a la planta, especialmente si se combinan con alta humedad. Es importante proporcionar sombra parcial durante las olas de calor y mantener el suelo adecuadamente hidratado.
Elección del lugar: prefiere luz indirecta brillante, aunque puede tolerar algo de sombra. Evita la exposición directa al sol intenso durante el calor del día. Ideal para áreas bien ventiladas con suficiente luz, como balcones o patios. Puede crecer en macetas o en el suelo de huertas urbanas.
Preparación del suelo: prefiere suelos bien drenados, un sustrato ligero y arenoso es ideal, pero puede adaptarse a suelos comunes siempre que drenen bien.El suelo debe tener un pH neutro a ligeramente ácido (6.0-7.0). Asegúrese de que el suelo esté suelto y aireado, incorporando materia orgánica como compost para mejorar la fertilidad.
Siembra: la mejor época para sembrar Ornithogalum es en otoño o principios de primavera, cuando las temperaturas no son extremas. Plante los bulbos a una profundidad de 10-15 cm, con la punta del bulbo hacia arriba. Deje un espacio de 10-15 cm entre cada bulbo para permitir el crecimiento adecuado.
Riego y cuidado: mantenga el suelo ligeramente húmedo pero no encharcado. Reduzca el riego durante el período de latencia (verano) y aumente nuevamente cuando la planta comienza a brotar, si quiere conocer las metodologías de riego visite este artículo. Aplique un fertilizante equilibrado una vez al mes durante el período de crecimiento activo, evite el exceso de fertilización, que puede dañar la planta.
“Como consejos adicionales, asegúrese de que las macetas tengan buenos agujeros de drenaje, utilizando una mezcla de tierra para macetas adecuada. Además, hay que proteger los bulbos en invierno si las temperaturas en su área son muy bajas”, expuso Cepeda.
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La experta explica que las enfermedades más comunes en esta planta son los ácaros, que son diminutos arácnidos alimentados de la savia de las plantas. Causan manchas amarillas o bronceadas en las hojas, y las hojas pueden desarrollar una textura arrugada o acartonada, en infestaciones severas, puede haber una telaraña fina en la planta. La razón es que prefieren climas cálidos y secos, lo que puede ocurrir en ambientes interiores o durante olas de calor. Otra enfermedad común son los pulgones, que son pequeños insectos blandos que se alimentan de la savia de las plantas, succionando los fluidos de los tejidos vegetales. Los pulgones pueden causar deformación y curling de las hojas, además de una secreción pegajosa llamada “melaza” que puede atraer hongos como la negrilla. Las razones es que son atraídos por el nuevo crecimiento tierno y pueden proliferar rápidamente en condiciones de alta humedad y temperatura.
La tercera enfermedad común en la planta Ornithogalum son los trips, insectos diminutos que raspan la superficie de las hojas para alimentarse de la savia. Causan manchas plateadas o doradas en las hojas, y pueden provocar un aspecto general de decoloración y estrés en la planta. Las razones es que prefieren climas cálidos y secos, y pueden ser transportados por el viento o en plantas infectadas. Además, los gusanos blancos también son comunes en esta especia, larvas de insectos del suelo, como escarabajos de la raíz, que se alimentan de las raíces de las plantas. La presencia de gusanos blancos puede resultar en un crecimiento lento, amarillamiento de las hojas y marchitez, ya que las raíces dañadas no pueden absorber adecuadamente agua y nutrientes. Estos gusanos se encuentran en suelos mal drenados o en áreas con acumulación de materia orgánica en descomposición.
“Para ácaros, puede usar acaricidas o métodos orgánicos como la aplicación de aceite de neem o jabón insecticida. Los pulgones se pueden controlar con insecticidas orgánicos o mediante la introducción de depredadores naturales como las mariquitas. Los trips pueden ser tratados con insecticidas adecuados o mediante métodos preventivos como mantener una buena ventilación y humedad controlada. Por último para gusanos blancos, mejora el drenaje del suelo y usa tratamientos específicos para el suelo si es necesario”, detalló la experta.
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