Lengua de suegra: la especie ideal para los mataplantas
La Sansevieria es una de las plantas más recurrentes en los hogares y se adapta fácilmente a diferentes ambientes.
Es probable que usted ya la haya visto. Es de hojas alargadas -tanto planas como cóncavas o cilíndricas- que asemejan la forma de una lengua y de tonos verdosos que varían entre los bordes y el centro de las hojas. Se trata de la Sansevieria, o popularmente conocida como lengua de suegra, una planta originaria de África y ampliamente utilizada en casas y oficinas gracias a los beneficios que su follaje ofrece para la decoración de espacios, y sobre todo porque es una especie que se adapta fácilmente , no es sensible a las plagas y requiere pocos cuidados. De hecho se le conoce como la planta indestructible, ideal para aquellos a los que las plantas no les duran mucho.
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Las hojas de la sansevieria pueden alcanzar hasta los 50 centímetros de altura y resiste temperaturas elevadas (40º c) e incluso puede soportar hasta algunos grados bajo cero (-5 °C). Por eso es tan versátil que puede plantarse en exteriores.
En interiores, ofrece el beneficio de ayudar a limpiar el aire: de acuerdo con un estudio de aire limpio realizado por la NASA, sus hojas absorben toxinas como el óxido de nitrógeno, benceno, formaldehído, xileno y tricloroetileno.
En términos de luz, aunque no requieren recibir sol directo, sí agradecen los espacios con buena iluminación. Como son plantas resistentes, también se pueden adaptar a lugares en los que quizás no reciban tanta luz, pero esto puede retrasar su crecimiento, que de por sí ya es lento: al año pueden nacer en promedio cuatro hojas nuevas. Tienen una floración poco frecuente (no en todos los casos ocurre) que puede tardar incluso años en darse. Cuando pasa, produce flores en racimos de color blanco y amarillo pálido.
Lea más: Trucos y consejos para que las plantas crezcan más rápido
Para el riego es clave tener en cuenta que no necesita agua en exceso y tan solo hay que regarla cuando la tierra esté completamente seca. Antes de regarla, puede utilizar el truco de introducirle un palito en la tierra para cerciorarse de que al interior no esté húmeda y evitar que se pudra.
La sansevieria tampoco requiere ser podada, pero sí es necesario retirarle las hojas secas, para evitar que se lleven los nutrientes que sí necesitan las hojas aún verdes. Eso sí, requiere abono con fertilizantes para el follaje y si la matera se ha quedado pequeña, también necesitará ser trasplantada para garantizar un óptimo desarrollo de las raíces.
Es probable que usted ya la haya visto. Es de hojas alargadas -tanto planas como cóncavas o cilíndricas- que asemejan la forma de una lengua y de tonos verdosos que varían entre los bordes y el centro de las hojas. Se trata de la Sansevieria, o popularmente conocida como lengua de suegra, una planta originaria de África y ampliamente utilizada en casas y oficinas gracias a los beneficios que su follaje ofrece para la decoración de espacios, y sobre todo porque es una especie que se adapta fácilmente , no es sensible a las plagas y requiere pocos cuidados. De hecho se le conoce como la planta indestructible, ideal para aquellos a los que las plantas no les duran mucho.
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Las hojas de la sansevieria pueden alcanzar hasta los 50 centímetros de altura y resiste temperaturas elevadas (40º c) e incluso puede soportar hasta algunos grados bajo cero (-5 °C). Por eso es tan versátil que puede plantarse en exteriores.
En interiores, ofrece el beneficio de ayudar a limpiar el aire: de acuerdo con un estudio de aire limpio realizado por la NASA, sus hojas absorben toxinas como el óxido de nitrógeno, benceno, formaldehído, xileno y tricloroetileno.
En términos de luz, aunque no requieren recibir sol directo, sí agradecen los espacios con buena iluminación. Como son plantas resistentes, también se pueden adaptar a lugares en los que quizás no reciban tanta luz, pero esto puede retrasar su crecimiento, que de por sí ya es lento: al año pueden nacer en promedio cuatro hojas nuevas. Tienen una floración poco frecuente (no en todos los casos ocurre) que puede tardar incluso años en darse. Cuando pasa, produce flores en racimos de color blanco y amarillo pálido.
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Para el riego es clave tener en cuenta que no necesita agua en exceso y tan solo hay que regarla cuando la tierra esté completamente seca. Antes de regarla, puede utilizar el truco de introducirle un palito en la tierra para cerciorarse de que al interior no esté húmeda y evitar que se pudra.
La sansevieria tampoco requiere ser podada, pero sí es necesario retirarle las hojas secas, para evitar que se lleven los nutrientes que sí necesitan las hojas aún verdes. Eso sí, requiere abono con fertilizantes para el follaje y si la matera se ha quedado pequeña, también necesitará ser trasplantada para garantizar un óptimo desarrollo de las raíces.