Limonaria: aromática, sabrosa y medicinal
Esta es una hierba ampliamente utilizada para infusiones o preparaciones culinarias. Tiene beneficios ecológicos y florece sin mayores cuidados.
La limonaria es una planta que bien puede caer en dos categorías muy populares: las aromáticas y las medicinales.
Esta hoja, originaria de Asia, es ampliamente utilizada en cocinas e industrias herbales de todo el mundo por su penetrante aroma (muy cercano al limón, de ahí su nombre), pero también por sus notas cítricas y amargas, lo que la ha convertido en una de las preferidas para infusiones y mezclas con té en prácticamente todo el mundo.
Lea también: Plantas medicinales: guía práctica para que no se pierda en el camino
¿Cómo cultivar la limonaria?
Lo primero es saber que, a pesar de que es una planta que no requiere mayores cuidados y casi que se da silvestre, no es una especie para todos los climas y lugares.
De acuerdo con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la limonaria crece de forma óptima en un rango de alturas que va desde los cero metros sobre el nivel del mar, hasta los 1.900.
Es una planta de floración esporádica, que se adapta a todo tipo de suelos y, según el ICA, es muy usada para cerramientos en lotes por el tamaño de sus hojas, pero también porque ayuda a evitar la erosión, especialmente cuando se trata de terrenos inclinados.
Sus raíces ayudan a atraer abejas, por lo que también se planta como una forma de estimular la polinización en medio de especies florales y así ayudar a mantener equilibrio en los ecosistemas.
Lea también: Costilla de Adán: cuidados, propiedades y características de esta planta
La limonaria, también conocida como limoncillo, puede crecer hasta un metro y, en un año, puede producir entre 40 y 70 hijos, lo que explica también su amplio uso en la industria de bebidas y aromatizantes.
La primera cosecha, según el ICA, se debe hacer a los ocho meses y después realizar cortes cada tres o cuatro meses. Pero la planta de donde se saque, por primera vez, las hojas debe ser mayor a un año, como mínimo, para garantizar la sostenibilidad y adecuada reproducción de la planta.
En términos de luz, la limonaria es una planta decididamente de exteriores: se beneficia de toda la luz que pueda recibir y sin problemas tolera el sol directo debido a adaptaciones que le han permitido sobrevivir y florecer en lugares muy húmedos, calientes y con altos volúmenes de radiación solar.
Para el agua, se beneficia de humedad en el suelo, pero no la va muy bien con los encharcamientos, así que proveerle un drenaje adecuado es clave para su correcto desempeño.
A la hora de cultivarla, hay dos métodos comunes: arrancar toda la planta o sólo las hojas. El primero es usado de forma industrial, por lo que si su uso es más casero se recomienda ir sólo por las hojas que, en últimas son las que se aprovechan para infusiones o preparaciones de aceites esenciales (si es el caso).
Lea también: Bambú de la suerte: por qué es tan popular y cómo cuidarlo
Beneficios de la limonaria
De acuerdo con el ICA, esta planta tiene propiedades para combatir y aliviar una variedad de males, como el reumatismo y estados gripales, así como problemas cardiocirculatorios. También es usada como antihipertensivo, antiespasmódico, antiasmático, antifúngico, antibacteriano, diaforético, expectorante, ansiolítico. Y sirve para problemas de insuficiencia digestiva hepática y celulitis, entre otros.
Al igual que con otras hierbas medicinales, su uso no reemplaza una consulta médica, ni la ingesta de medicamentos especializados para estas condiciones.
Por sus notas cítricas, y más allá de sus propiedades medicinales, la limonaria es una excelente opción como infusión, bien sea fría o caliente. Fría, de hecho, es particularmente refrescante.
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La limonaria es una planta que bien puede caer en dos categorías muy populares: las aromáticas y las medicinales.
Esta hoja, originaria de Asia, es ampliamente utilizada en cocinas e industrias herbales de todo el mundo por su penetrante aroma (muy cercano al limón, de ahí su nombre), pero también por sus notas cítricas y amargas, lo que la ha convertido en una de las preferidas para infusiones y mezclas con té en prácticamente todo el mundo.
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Lo primero es saber que, a pesar de que es una planta que no requiere mayores cuidados y casi que se da silvestre, no es una especie para todos los climas y lugares.
De acuerdo con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la limonaria crece de forma óptima en un rango de alturas que va desde los cero metros sobre el nivel del mar, hasta los 1.900.
Es una planta de floración esporádica, que se adapta a todo tipo de suelos y, según el ICA, es muy usada para cerramientos en lotes por el tamaño de sus hojas, pero también porque ayuda a evitar la erosión, especialmente cuando se trata de terrenos inclinados.
Sus raíces ayudan a atraer abejas, por lo que también se planta como una forma de estimular la polinización en medio de especies florales y así ayudar a mantener equilibrio en los ecosistemas.
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La limonaria, también conocida como limoncillo, puede crecer hasta un metro y, en un año, puede producir entre 40 y 70 hijos, lo que explica también su amplio uso en la industria de bebidas y aromatizantes.
La primera cosecha, según el ICA, se debe hacer a los ocho meses y después realizar cortes cada tres o cuatro meses. Pero la planta de donde se saque, por primera vez, las hojas debe ser mayor a un año, como mínimo, para garantizar la sostenibilidad y adecuada reproducción de la planta.
En términos de luz, la limonaria es una planta decididamente de exteriores: se beneficia de toda la luz que pueda recibir y sin problemas tolera el sol directo debido a adaptaciones que le han permitido sobrevivir y florecer en lugares muy húmedos, calientes y con altos volúmenes de radiación solar.
Para el agua, se beneficia de humedad en el suelo, pero no la va muy bien con los encharcamientos, así que proveerle un drenaje adecuado es clave para su correcto desempeño.
A la hora de cultivarla, hay dos métodos comunes: arrancar toda la planta o sólo las hojas. El primero es usado de forma industrial, por lo que si su uso es más casero se recomienda ir sólo por las hojas que, en últimas son las que se aprovechan para infusiones o preparaciones de aceites esenciales (si es el caso).
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Beneficios de la limonaria
De acuerdo con el ICA, esta planta tiene propiedades para combatir y aliviar una variedad de males, como el reumatismo y estados gripales, así como problemas cardiocirculatorios. También es usada como antihipertensivo, antiespasmódico, antiasmático, antifúngico, antibacteriano, diaforético, expectorante, ansiolítico. Y sirve para problemas de insuficiencia digestiva hepática y celulitis, entre otros.
Al igual que con otras hierbas medicinales, su uso no reemplaza una consulta médica, ni la ingesta de medicamentos especializados para estas condiciones.
Por sus notas cítricas, y más allá de sus propiedades medicinales, la limonaria es una excelente opción como infusión, bien sea fría o caliente. Fría, de hecho, es particularmente refrescante.
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