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Si piensa en lirios quizás se le vengan múltiples imágenes a la cabeza: plantas de tallos largos con flores esbeltas y acampanadas de colores que van desde blanco, pasando por amarillo, naranja, rosado, rojo, hasta el marrón o de tintes manchados. Sí, los lirios son sinónimo de variedad, pues estamos hablando de todo un género de plantas del que se desprenden más de 100 especies.
Su tamaño fluctúa dependiendo de la variedad y algunas pueden llegar hasta el metro de altura. Aunque en general son plantas aromáticas -cuya intensa fragancia se acentúa más en horas de la noche- algunas especies no despiden ningún olor.
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Eso sí, su aroma contiene una sustancia conocida como feniletilamina que ayuda a estimular la producción de endorfinas, de ahí que se trate de una planta asociada con la sensación de bienestar y tranquilidad.
La flor de lis, como también es conocida, es una planta de fácil mantenimiento que no requiere demasiados cuidados. Son resistentes, por lo que pueden cultivarse tanto en interiores como en exteriores. Lo clave aquí es entender que es una planta que requiere mucha luz, aunque hay que tener cuidado con el sol directo.
En cuanto al riego, necesitan mantener el sustrato húmedo para desarrollarse correctamente, por lo que se recomienda regarlas dos o tres veces por semana, dependiendo de la humedad del ambiente o de la época del año. Tenga presente que el riego debe garantizar que la tierra se humedezca, pero no debe generar encharcamientos que deriven en raíces podridas.
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Si va a trasplantar un lirio es clave la profundidad en la que pondrá el bulbo, pues de esto depende que la planta crezca correctamente. Los expertos recomiendan que estén entre los 8 y 10 centímetros. Después de la siembra, la planta puede tardar cerca de un mes y medio para llegar a su floración.
Esta planta no requiere una poda, pero tras la floración sí se deben retirar las hojas amarillas y marchitas para permitir que se regenere.
Si va a retirar las flores, es mejor no cortar más de un tercio del tallo y hay que hacerlo con capullos que estén a punto de abrirse.
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