Maranta tricolor: cuidados de esta planta exótica de interior

La Maranta leuconeura, conocida como planta de la oración, es una especie ornamental popular por sus hojas ovaladas con patrones únicos

Foto: Pixabay

Si le atraen las plantas verdes con un toque de color que resalte su belleza exótica, la Maranta leuconera, conocida como Maranta tricolor, es una elección inigualable. Esta planta ornamental se distingue por la singularidad de sus hojas, donde los variados tonos de verde se complementan con nervaduras que oscilan entre el rojo y el fucsia, creando un escenario único. Además, una de las ventajas de esta planta es que aparte de su atractivo estético, no requiere cuidados complejos, aunque sí necesita atención a ciertos detalles para lucir en todo su esplendor.

Conocida comúnmente conocida como “planta de la oración”, esta especie perenne originaria de los bosques tropicales de Brasil, debe su nombre popular a su característico movimiento: durante el día mantiene sus hojas extendidas horizontalmente para maximizar la captación de luz, mientras que al anochecer las pliega hacia arriba en una posición que recuerda a unas manos en oración, ejemplificando un notable ritmo circadiano que ha cautivado a botánicos y cultivadores por igual.

No confunda la Maranta con las Calatheas. Aunque ambas son conocidas como Prayer Plants por su curioso mecanismo de mover las hojas, y comparten su pertenencia a la familia Marantaceae, presentan diferencias significativas tanto en su morfología como en sus necesidades de cuidado, lo que las hace únicas y especiales en su propio estilo.

Y es que la Maranta leuconeura es una planta compacta que alcanza unos 30 centímetros tanto de altura como de anchura. Sus hojas ovaladas, el rasgo más distintivo de la especie, pueden crecer hasta los 12 centímetros de longitud y presentan llamativas marcas bicolores. De hecho, “leuconeura”, significa “con venas blancas”, lo que hace referencia precisamente a estos patrones decorativos de sus hojas, que pueden variar en tonalidades desde el verde claro hasta el marrón oscuro, dependiendo de la variedad.

En su entorno natural, la Maranta crece como una planta rastrera, extendiéndose horizontalmente por el suelo del bosque gracias a su tallos horizontales. Aunque su follaje es lo más llamativo, su floración también tiene su encanto. Sus pequeñas flores, de tonos blancos o púrpuras, brotan durante el periodo de crecimiento, abriéndose por la mañana y marchitándose al anochecer; cada cápsula puede generar hasta diez flores, que florecen de manera secuencial.

Existen dos variedades de la planta, debido a su popular uso en jardines:

• La var. kerchoveana es una de las variedades más destacadas, conocida por el envés de sus hojas de un verde claro, lo que le da un aspecto sutil.
• La var. erythroneura se caracteriza por el intenso color rojo en la parte inferior de sus hojas, lo que le otorga un atractivo visual distintivo.

Cuidados

Como planta de interior, requiere condiciones que emulen su entorno tropical nativo, principalmente en términos de temperatura y humedad. Aquí están sus cuidados:

Luz:

• La Maranta leuconeura requiere una luz abundante pero indirecta para desarrollarse de manera óptima. Esta necesidad específica de iluminación se debe a que, en su hábitat natural, crece bajo la sombra de árboles, donde recibe luz filtrada. La intensidad lumínica adecuada estimula la producción de hojas sanas y mantiene los patrones variegados característicos de su follaje.
• Exponer la planta a la luz solar directa puede causar daños severos en sus hojas, manifestándose en forma de quemaduras, decoloración y pérdida del patrón visual. Por ello, es fundamental encontrar un equilibrio en la iluminación, permitiendo que reciba suficiente luz para su crecimiento pero protegiéndola de los rayos solares directos que podrían comprometer su salud.

Temperatura:

• El rango térmico se sitúa entre los 18 y 27°C, reflejando sus orígenes tropicales donde las temperaturas se mantienen consistentemente cálidas durante todo el año.
• Es particularmente importante evitar que la temperatura descienda por debajo de los 15°C, ya que esto puede provocar daños irreversibles en los tejidos de la planta. Las fluctuaciones bruscas de temperatura también deben evitarse, pues pueden estresarla y manifestarse en problemas como la caída de hojas o la pérdida de vigor en su crecimiento.

Ubicación:

• Un espacio alejado de ventanas con exposición directa al sol pero que reciba abundante luz indirecta será perfecto, pudiendo ser cerca de una ventana con orientación este o norte, siempre protegida por una cortina ligera que filtre la luz.
• También es crucial considerar la protección frente a corrientes de aire frío y cambios bruscos de temperatura. La planta debe mantenerse alejada de puertas y ventanas que se abran frecuentemente, así como de salidas de aire acondicionado o calefacción que puedan crear microclimas inestables en su entorno inmediato.

Riego y Humedad:

• El riego de la Maranta requiere un equilibrio delicado que mantenga el sustrato constantemente húmedo pero nunca encharcado. La frecuencia de riego dependerá de varios factores ambientales como la temperatura, la humedad del aire y las condiciones específicas del lugar, siendo generalmente necesario regar una o dos veces por semana cuando las temperaturas son más altas, y reducir la frecuencia durante periodos de menor actividad de la planta.
• La calidad del agua es un aspecto fundamental para el riego. Se recomienda utilizar agua baja en minerales, especialmente en cloruros y aluminio, siendo ideales el agua de lluvia, desmineralizada o ciertas aguas embotelladas. Un exceso de sales minerales puede acumularse en el sustrato y afectar negativamente a la salud de la planta, manifestándose en puntas marrones en las hojas o problemas de absorción de nutrientes.

Abonado:

• La fertilización debe realizarse de manera regular pero moderada, aplicando un abono equilibrado disuelto en agua de riego una vez al mes durante la temporada de crecimiento activo. Este aporte nutricional es esencial para mantener el vigor de la planta y promover la producción de nuevo follaje, pero debe realizarse con precaución para evitar la sobrefertilización.
• Durante el período de reposo vegetativo, que coincide con los meses más fríos, se debe reducir o suspender completamente el abonado, ya que la planta reduce su actividad metabólica y no requiere tantos nutrientes. El exceso de fertilizante durante este período puede provocar una acumulación de sales en el sustrato y dañar las raíces sensibles de la planta.

Suelo:

• El sustrato ideal para la Maranta debe ser rico en materia orgánica, bien drenado y con capacidad para retener cierta humedad sin encharcarse. Una mezcla efectiva puede conseguirse combinando dos partes de turba con una parte de tierra arcillosa y una de perlita o arena gruesa. Esta composición proporciona la estructura porosa necesaria para un buen desarrollo radicular mientras mantiene la humedad necesaria para la planta.

Poda:

• La poda en la Maranta, aunque no es estrictamente necesaria, puede beneficiar significativamente a la planta cuando se realiza de manera adecuada y en el momento oportuno. Es ideal realizarla durante los períodos de crecimiento activo que se dan en épocas de calor, cuando la planta tiene mayor capacidad de recuperación y puede generar nuevo crecimiento rápidamente. Durante estas intervenciones, es fundamental utilizar herramientas limpias y afiladas para evitar daños innecesarios en los tejidos y prevenir la entrada de patógenos.
• El objetivo principal de la poda es mantener una forma compacta y saludable, eliminando hojas dañadas, amarillentas o secas que pueden estar consumiendo energía innecesariamente. Los cortes deben realizarse justo por encima de los nudos de las hojas, ya que estos puntos contienen yemas latentes que pueden activarse y generar nuevo crecimiento.

Plagas:

• Los principales enemigos de la Maranta son los ácaros y las cochinillas, plagas que pueden identificarse por la aparición de una sustancia polvorienta blanquecina en las hojas o un progresivo pardeamiento del follaje. Estas plagas suelen proliferar en condiciones de baja humedad ambiental y pueden debilitar significativamente a la planta si no se controlan a tiempo. El monitoreo regular de la planta, especialmente del envés de las hojas donde suelen esconderse estos insectos, es fundamental para detectar infestaciones en sus etapas iniciales.
• El tratamiento preventivo con aceite de neem u otros insecticidas naturales puede ser muy efectivo para mantenerlas bajo control. En caso de infestación, es importante aislar la planta afectada para evitar la propagación a otras plantas y comenzar el tratamiento inmediatamente. La aplicación debe realizarse de manera sistemática, cubriendo todas las partes de la planta, especialmente el envés de las hojas, y repitiendo el tratamiento según las indicaciones del producto utilizado hasta erradicar completamente la plaga.

Problemas Comunes:

• Los problemas más frecuentes en el cultivo de Maranta se manifiestan principalmente a través de cambios en el aspecto de sus hojas. El amarilleamiento puede ser resultado de diversos factores como el riego excesivo o insuficiente, niveles inadecuados de luz o problemas en la nutrición. Por otro lado, las hojas marrones, especialmente en sus bordes, suelen indicar baja humedad ambiental o problemas con la calidad del agua de riego. La identificación precisa de la causa es fundamental para aplicar la solución más adecuada y prevenir el deterioro de la planta.
• La caída repentina de hojas es otro problema común que suele estar relacionado con cambios bruscos en las condiciones ambientales, como fluctuaciones de temperatura, corrientes de aire frío o cambios en la humedad. También puede ser consecuencia de un riego inadecuado o una fertilización excesiva. En cualquier caso, es importante mantener condiciones estables y realizar cambios graduales cuando sea necesario modificar algún aspecto del cultivo.

Consejos:

• La limpieza regular de las hojas no solo mantiene su atractivo visual sino que también mejora su capacidad fotosintética y previene la acumulación de polvo que podría albergar plagas.
• Es importante recordar que la Maranta es una planta que responde muy bien a la consistencia en sus cuidados, por lo que establecer una rutina regular de riego, fertilización y mantenimiento general contribuirá significativamente a su bienestar.

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