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En el mundo de las huertas urbanas, donde los espacios verdes luchan por florecer entre el asfalto y el concreto, las mariposas y polillas emergen como aliados inesperados y cruciales. Más allá de su belleza, desempeñan un papel fundamental en la polinización de plantas y el mantenimiento de un ecosistema equilibrado. Su presencia en las huertas urbanas no solo indica un entorno saludable, sino que también fomenta una mayor producción de frutas y verduras, contribuyendo a un jardín más productivo y sostenible.
“Las mariposas y polillas son fundamentales para las huertas urbanas porque actúan como polinizadores clave. Al visitar las flores en busca de néctar, estos insectos transfieren polen de una flor a otra, facilitando la fertilización y mejorando la producción de frutos y semillas. Su presencia en las huertas no solo incrementa la diversidad y calidad de los cultivos, sino que también contribuye a un ecosistema equilibrado, al atraer a otras especies beneficiosas y mantener la biodiversidad”, expuso el asesor técnico del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Felipe Flores.
El experto explica que facilitan la transferencia de polen, lo que resulta en una mejor producción de frutas y semillas. Además, estas criaturas promueven un ecosistema equilibrado al atraer a otros polinizadores y mantener la biodiversidad, lo que favorece un entorno de cultivo más saludable y productivo.
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De acuerdo con Flores, estos son los ocho beneficios que traen las mariposas y polillas para su huerta urbana:
Polinización eficiente: Las mariposas y polillas son polinizadores efectivos que ayudan a la transferencia de polen entre flores. Al alimentarse del néctar, el polen se adhiere a sus cuerpos y se transfiere a otras flores que visitan posteriormente. Este proceso es crucial para la fertilización de las plantas, lo que resulta en una mayor producción de frutos, semillas y una cosecha más abundante. Las mariposas, con sus largas probóscides, son especialmente eficientes en polinizar flores con estructuras profundas, mientras que las polillas nocturnas pueden polinizar plantas que florecen durante la noche.
Diversificación de cultivos: Estos contribuyen a la polinización de una amplia gama de plantas, algunas de las cuales pueden no ser visitadas por otros polinizadores. Esto incluye plantas con flores nocturnas o de formas específicas que atraen a estos insectos. Su habilidad para polinizar diferentes tipos de flores ayuda a diversificar los cultivos en la huerta, promoviendo una variedad de vegetales, frutas y hierbas que pueden prosperar en el entorno urbano.
Mejora de la calidad de los cultivos: La polinización realizada por mariposas y polillas también puede mejorar su calidad de frutos y semillas. Los frutos resultantes de una polinización eficaz tienden a ser más grandes, con mejor sabor y mayor valor nutricional. Una polinización adecuada asegura que los frutos se desarrollen de manera uniforme y sana, lo que resulta en una cosecha más rica y sabrosa.
Sostenibilidad del ecosistema: Estos insectos ayudan a mantener un equilibrio ecológico en la huerta al fomentar la presencia de otros insectos beneficiosos. Su actividad atrae a depredadores naturales, como aves y otros insectos que se alimentan de plagas, reduciendo la necesidad de pesticidas químicos. Además, su polinización ayuda a mantener la salud del suelo y de las plantas, lo que contribuye a la sostenibilidad general del ecosistema de la huerta.
Estimulación de la biodiversidad: La presencia de mariposas y polillas en la huerta urbana fomenta un entorno más biodiverso. Al atraer a una variedad de insectos y aves que dependen de las plantas y los insectos presentes en la huerta, se crea un ecosistema más dinámico y equilibrado. Esta biodiversidad contribuye a la salud general del entorno y a su capacidad para resistir enfermedades y plagas.
No obstante, hay especies de plantas que reciben particularmente beneficios tanto de las mariposas, como de las polillas.
- Flores Ornamentales: Mariposas: Benefician a flores con corolas largas y coloridas. Ayudan a polinizar plantas ornamentales y proporcionan valor estético. Polillas: Polinizan flores nocturnas. Menos impacto negativo en flores ornamentales durante su fase adulta, pero pueden ser plaga en etapas larvales.
- Vegetales: Mariposas: Generalmente no afectan a vegetales, pero pueden atraer polillas que sí lo hacen. Polillas: Algunas especies, como la polilla del tomate, son plagas graves que pueden causar daños extensos en cultivos de vegetales. Las orugas se alimentan de las partes comestibles de las plantas, reduciendo la calidad y cantidad de la cosecha.
- Frutas: Mariposas: Menos relevantes para la polinización de frutas, aunque pueden contribuir a la polinización de plantas que florecen durante el día. Polillas: Pueden ser problemáticas si sus orugas se alimentan de frutas, especialmente si el daño ocurre durante la maduración de los frutos.
- Para Polillas: Implementar controles integrales, como el uso de trampas de feromonas para monitorear y reducir la población, aplicar insecticidas biológicos como el Bacillus thuringiensis para controlar orugas, y mantener una vigilancia constante para identificar y gestionar infestaciones tempranas.
“Las mariposas y polillas también pueden presentar algunos riesgos y desafíos que deben ser gestionados cuidadosamente. Algunas especies de polillas tienen larvas que se alimentan de hojas, flores y frutos, y pueden convertirse en plagas destructivas. Por ejemplo, las orugas de las polillas pueden dañar significativamente cultivos de vegetales y hierbas. Para controlar estos problemas, se recomienda inspeccionar las plantas frecuentemente para detectar signos tempranos de infestación. Así mismo introducir depredadores naturales de las orugas, como pájaros o insectos beneficiosos (como las crisopas), que pueden ayudar a mantener bajo control las poblaciones de plagas y usar trampas específicas para polillas y barreras físicas, como mallas, para proteger las plantas”, señala el experto.
De acuerdo con Flores, algunas polillas pueden ser portadoras de enfermedades que afectan a las plantas. Estas enfermedades pueden propagarse a través de las esporas presentes en sus cuerpos o excrementos. “Para minimizar este riesgo hay que mantener un buen nivel de higiene en la huerta, eliminando restos de plantas y residuos que puedan albergar patógenos. Por último, aunque es raro, algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas a las picaduras o al contacto con ciertas especies de polillas. Para evitar problemas debe usar ropa protectora y evitar el contacto directo con los insectos si tienes antecedentes de alergias a insectos”, expuso.
Las mariposas y polillas tienen efectos sobre las plantas de diferentes maneras, y es importante entender estas diferencias para gestionar eficazmente su impacto en una huerta urbana. Según el experto, las mariposas, particularmente las especies diurnas, son excelentes polinizadoras de flores coloridas y fragantes. Su largo aparato bucal, la probóscide, les permite acceder al néctar de flores con corolas profundas, lo que favorece la polinización de plantas como lantanas, zinnias y malvones. En general, las mariposas tienen menos impacto negativo en los cultivos de vegetales comparado con las polillas. No son conocidas por causar daño directo a las plantas comestibles, pero su presencia puede atraer a otras plagas que sí lo hacen. Para el manejo y control de mariposas se debe fomentar su presencia plantando flores que les atraigan y evitando el uso de pesticidas que puedan dañarlas, su impacto negativo en los cultivos es mínimo en comparación con las polillas.
A su vez, las polillas nocturnas, como las esfinges, polinizan flores que abren por la noche, como las Brugmansias y las Daturas. Esto es crucial para la polinización de plantas que dependen de la actividad nocturna para la fertilización. De acuerdo con Flores, las polillas son más problemáticas debido a sus etapas larvales (orugas), que pueden alimentarse de hojas, flores y frutos. Algunas orugas, como las de la polilla del tomate (Tuta absoluta), pueden causar daños significativos en cultivos de vegetales como tomates, pimientos y berenjenas. Las orugas de algunas especies de polillas, como las de la polilla de la col (Plutella xylostella), atacan cultivos de brassicas (col, brócoli, coliflor), perforando hojas y causando pérdidas en la cosecha.
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