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El trébol es una planta que, típicamente, está asociada con dos asuntos: la buena suerte y la maleza.
Por el primero no podemos hablar mucho, ya que sus raíces están más en el campo de las supersticiones, leyendas y tradiciones de algunos lugares que en el de la biología, la botánica o la jardinería.
Sobre el segundo sí hay materia para discutir, pues el trébol es una de las plantas que más comúnmente se puede encontrar, de manera silvestre, en su jardín o prácticamente en cualquier prado. De ahí a que se le asocie regularmente con la maleza, que no es otra cosa que hierbas invasoras de aparición esporádica, por decirlo de alguna forma.
En términos generales, si bien la maleza no hace los estragos de una plaga (la cochinilla o el oídio, por hablar de dos nefastos ejemplos), sí daña el adecuado crecimiento de su planta y, en general, le resta posibilidades a su jardín.
Aquí hay que aclarar que no toda maleza es, necesariamente, dañina. Hay hierbas que, aunque no hayan sido sembradas intencionalmente, pueden ayudar a devolverle nutrientes a la tierra. Mientras que otras especies, en efecto, sí son dañinas para sus plantas.
El trébol puede ser uno de esos invitados que, aunque inesperado, puede traer beneficios para algunas plantas.
¿Qué papel tiene el trébol en las plantas?
Hay una amplia variedad de tréboles, con sus respectivas diferencias y propiedades (algunos incluso son de consumo humano, otros se emplean como forraje para levantamiento de animales). Uno de los más comunes es el llamado Trifolium repens, que se puede encontrar en prácticamente cualquier tipo de césped y posee flores blancas.
La presencia de flores ayuda a atraer insectos polinizadores, lo que favorece todo el ciclo de polinización, vital para el mantenimiento y desarrollo de las plantas en general.
Por otra parte, el trébol es capaz de fijar nitrógeno en sus raíces. Esto, a su vez, ayuda a una mayor acumulación (y eventual liberación) de nitrógeno en el suelo. Este elemento químico es vital para el desarrollo de las plantas, tanto así que es uno de los componentes fundamentales de una gran variedad de abonos y fertilizantes (tanto procesados industrialmente, como orgánicos).
Lea también: ¿Cómo eliminar la maleza para que no vuelva a aparecer?
La presencia del trébol puede ayudar, entonces, a enriquecer el sustrato y mejorar el crecimiento y desarrollo de plantas circundantes.
Sin embargo, en exceso (un poco como todo en la vida) puede resultar dañino para ciertas especies, pues al final el trébol también requiere recursos del suelo, lo que puede hacer que haya una competencia desfavorable para determinada planta.
Es claro que la maleza, al igual que su planta, necesita nutrientes del sueño para crecer y prosperar. Entonces, de fondo, se trata de una competencia por una cantidad limitada de materia orgánica y componentes químicos que su planta necesita, pero que ahora tiene que compartir con una especie que ha evolucionado para crecer mucho más rápido que casi todo lo demás y para apoderarse de la mayor cantidad de suelo que pueda.
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