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Entre los muchos regalos del Mediterráneo y sus civilizaciones y culturas para el mundo, en el lado vegetal de la ecuación, el orégano puede ser uno de los más agradecidos y preciados.
Al igual que otras plantas de la zona, amigas del barrio como el romero y el tomillo si lo quiere ver así, el orégano tiene una presencia clave en platos y cocinas de todo tipo. Y, a la vez, cuenta con propiedades medicinales que lo han convertido en una de las especies preferidas para una pequeña (o grande, por supuesto) huerta en casa.
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Aunque es originaria del Mediterráneo y de algunas zonas de la península arábiga, el orégano se ha adaptado a las condiciones de la zona Andina. Esto nos ofrecerá las pautas de cuidado de esta útil y sabrosa planta.
Cuidados del orégano
De acuerdo con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), el orégano se da de forma óptima entre los 0 y los 1.900 metros sobre el nivel del mar y puede llegar a crecer hasta 60 centímetros en altura.
El orégano es una planta que bien puede crecer tanto en interiores, como en exteriores. Pero hay que tener mucho cuidado con su exposición al frío, que no le viene nada bien.
Ama la luz, por lo que debe estar expuesta a radiación (bien sea directa o indirecta) constantemente. Sin embargo, también puede crecer en la semisombra, aunque en definitiva es mejor exponerla a tanta luz como sea posible.
En términos de agua, el orégano (por su origen Mediterráneo) prefiere un riego más bien modesto y es muy sensible a los excesos de agua y, claro, a los encharcamientos en sus raíces. Es clave, entonces, monitorear la humedad en el sustrato, así como tener materas que cuenten con buen drenaje.
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Ya que el manejo de agua es crítico se recomienda revisar la humedad de la tierra en sus partes más profundas antes de regarla (puede hacerse enterrando un palo de madera). El otro buen indicador es qué tan seco o húmedo está la primera capa del sustrato en el que se encuentre la planta.
Además de sus usos en la cocina, plantar orégano en una huerta casera puede “tener un efecto benéfico sobre las plantas que se encuentren a su alrededor porque mejoran su crecimiento y sabor, cumple el papel de planta repelente de insectos en cultivos de ahuyama”, según el ICA.
Propiedades y usos medicinales
De acuerdo con el “Vademécum colombiano de plantas medicinales”, el orégano “se emplea por vía oral como estomáquico, expectorante, antiespasmódico, antiflatulento, aperitivo, digestivo, carminativo, diurético, antiinflamatorio, vulnerario y en el tratamiento de afecciones respiratorias”.
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Como sucede con todas las plantas medicinales, es clave aclarar acá que, aunque hay muchas especies con usos tradicionales aceptados y propiedades químicas estudiadas, el uso de estas especies en ninguna forma reemplaza la consulta con un profesional médico o los tratamientos que éste prescriba.
De acuerdo con un documento del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas de México (INPI), el orégano no tiene una toxicidad registrada, pero no se recomienda que los niños la consuman. Así mismo, debe evitarse su consumo en dosis altas.
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