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Orquídea mono: una flor que desafía la imaginación

Con pétalos que imitan a la perfección el rostro de un primate, esta maravilla botánica no solo asombra a los expertos, sino que también despierta la curiosidad de quienes buscan los secretos mejor guardados de la naturaleza.

Diego Suárez
16 de agosto de 2024 - 10:37 p. m.
Esta flor emite un aroma similar al de las naranjas maduras, lo que añade un sorprendente componente sensorial a su ya fascinante aspecto visual.
Esta flor emite un aroma similar al de las naranjas maduras, lo que añade un sorprendente componente sensorial a su ya fascinante aspecto visual.
Foto: Colviveros

En el universo de las flores hay un lugar especial para la orquídea mono, una planta que parece haber salido de los cuentos más fantásticos. Originaria de las montañas húmedas de Ecuador y Perú, esta flor, cuyo nombre científico es Dracula simia, ha capturado la atención de botánicos y curiosos por igual gracias a sus pétalos que reproducen el rostro de un primate. Pero más allá de su apariencia peculiar, la orquídea mono es también un testimonio de la biodiversidad y el ingenio de la naturaleza, convirtiéndose en un símbolo de lo exótico y lo enigmático en el universo de las plantas.

De acuerdo con Juan Gutiérrez, coordinador de proyectos de la compañía de flores colombianas, Flores Prisma, “esta orquídea tiene adaptaciones especiales para sobrevivir en su hábitat natural. Crece en epífitas, es decir, se encuentra sobre otras plantas, generalmente en los troncos o ramas de los árboles. La alta humedad y las temperaturas frescas del bosque nuboso proporcionan las condiciones ideales para su desarrollo. Es sensible a cambios drásticos en la temperatura o la humedad, por lo que en cultivo requiere condiciones específicas que imiten su hábitat natural” dijo Gutiérrez. Estas son sus características físicas:

Flores: La característica más distintiva de la orquídea mono es la forma de su flor, que se asemeja al rostro de un mono. Las flores tienen un diámetro de entre 5 y 6 cm, y están compuestas por tres sépalos que forman un triángulo, con dos de ellos extendiéndose hacia abajo como si fueran los “oídos” de un mono. Los sépalos son de color blanco o crema, con manchas marrones o rojas. En el centro de la flor, los pétalos y el labelo se disponen de manera que imitan ojos, nariz, y boca, creando la ilusión de una cara simiesca.

Sépalos: Los tres sépalos son generalmente puntiagudos y pueden tener pequeños pelos en sus bordes. Dos de ellos se unen en la base y se extienden hacia abajo, mientras que el tercero se dirige hacia arriba, formando la estructura del “rostro”. Los sépalos suelen estar cubiertos por finas rayas o manchas que acentúan la apariencia facial.

Pétalos y Labelo: Los pétalos son diminutos y no muy visibles, mientras que el labelo, que es la parte más prominente de las orquídeas, se asemeja a la boca y nariz del mono. Estas estructuras pueden presentar un color más oscuro, que varía entre marrón, burdeos, o púrpura, destacándose sobre los sépalos más claros.

Hojas: La planta tiene hojas largas, de color verde oscuro, que son lanceoladas y bastante rígidas. Las hojas pueden alcanzar hasta 30 cm de longitud y son generalmente lisas y brillantes.

Tallos: La orquídea mono posee tallos florales que emergen de la base de la planta, los cuales son delgados y relativamente largos, lo que permite que las flores se sostengan de manera destacada por encima del follaje.

Tamaño: Esta orquídea es de tamaño mediano, con las plantas maduras alcanzando entre 20 y 30 cm de altura, dependiendo de las condiciones de crecimiento.

Hábitat Natural: Esta especie es originaria de las montañas nubladas de Ecuador y Perú, donde crece a altitudes entre 1000 y 2000 metros sobre el nivel del mar. Prefiere ambientes frescos y húmedos, con una luminosidad indirecta.

Guía para tenerla en casa

“Sembrar y cuidar la flor orquídea mono en casa puede ser un desafío debido a sus necesidades específicas, pero con la atención adecuada, es posible disfrutar de esta planta exótica”, dijo Gutiérrez

Preparación del sustrato: El sustrato debe ser bien aireado y no retener demasiada humedad. Puedes usar una mezcla de corteza de pino, musgo sphagnum, carbón vegetal, y un poco de perlita para asegurar un buen drenaje. Asegúrese de que el pH del sustrato esté en un rango entre 5.5 y 6.5, ligeramente ácido, ideal para el crecimiento de orquídeas.

Ubicación: La orquídea mono prefiere luz indirecta y filtrada, similar a la que recibiría en su hábitat natural bajo el dosel del bosque. Evita la luz solar directa, que puede quemar las hojas. Colóquela en un lugar con luz brillante pero suave, como cerca de una ventana orientada al este o al norte. Esta orquídea requiere una alta humedad ambiental, idealmente entre el 70% y el 80%. Puede aumentar la humedad con un humidificador, colocando la maceta sobre una bandeja con guijarros y agua, o agrupando varias plantas juntas. La orquídea mono prefiere temperaturas frescas, con un rango de 12°C a 20°C. Evite las temperaturas extremas y las corrientes de aire frío.

Siembra: Utilice una maceta de plástico o arcilla con buena ventilación, idealmente con orificios laterales que permitan una mejor circulación del aire alrededor de las raíces. Si compra una orquídea mono joven, es importante trasplantarla al sustrato adecuado si no lo tiene. Llene la maceta con el sustrato, coloque suavemente las raíces de la planta dentro, y cubre las raíces con más sustrato sin compactarlo demasiado.

Cuidados continuos: Riegue la orquídea mono cuando el sustrato esté seco al tacto, pero no deje que se seque completamente. Durante el crecimiento activo (primavera y verano), riegue más frecuentemente. Reduzca el riego en otoño e invierno. Siempre use agua sin cloro, preferiblemente agua de lluvia o agua filtrada. Aplique un fertilizante específico para orquídeas cada dos semanas durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). Diluya el fertilizante a la mitad de la dosis recomendada. Durante el invierno, fertilice una vez al mes o deje de fertilizar si la planta entra en un período de inactividad. Asegúrese de que haya buena circulación de aire alrededor de la planta para evitar enfermedades fúngicas o bacterianas. Evite ambientes cerrados y húmedos sin ventilación.

Control de plagas y enfermedades: Las orquídeas pueden ser atacadas por pulgones, cochinillas, ácaros y trips. Inspeccione la planta regularmente y use un jabón insecticida o aceite de neem si es necesario. Las condiciones de alta humedad pueden causar hongos y bacterias. Asegúrese de que la planta tenga suficiente ventilación y use fungicidas apropiados si es necesario.

Floración: La orquídea mono no tiene una temporada fija de floración y puede florecer en cualquier momento del año, si se cumplen sus necesidades ambientales. Mantenga las condiciones de luz, temperatura, y humedad constantes para estimular la floración. Durante la floración, evite mover la planta bruscamente, ya que las orquídeas pueden ser sensibles a cambios en su entorno durante esta etapa.

Trasplante: Trasplante la orquídea cada dos o tres años, cuando el sustrato se degrade o las raíces superen la capacidad de la maceta. Después de trasplantar, riegue la planta y reduce la fertilización por un par de semanas para permitir que la orquídea se adapte a su nuevo sustrato.

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Por Diego Suárez

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