¿Para qué sirve las cenizas en las plantas?
La ceniza es un recurso natural que mejora el suelo y controla plagas, pero debe usarse con precaución para evitar desequilibrios en los nutrientes.
En la búsqueda de alternativas sostenibles para el cuidado de nuestras plantas, la ceniza ha ganado protagonismo como un recurso valioso. Este subproducto de la combustión de materia orgánica es una fuente natural de nutrientes esenciales, como potasio, calcio, y magnesio, que favorecen el crecimiento saludable de las plantas. Además, su uso como acondicionador contribuye a mejorar la estructura del suelo y equilibrar su pH, creando condiciones óptimas para el desarrollo vegetal.
Según Sebastián Niño, coordinador territorial de agricultura urbana del Jardín Botánico de Bogotá, los beneficios de la ceniza para el cultivo de plantas son múltiples, pero su función principal es como acondicionador de suelos. Esta propiedad es particularmente valiosa en regiones tropicales como Colombia, donde los suelos tienden a ser ácidos.
“La naturaleza alcalina de la ceniza juega un papel crucial en la regulación del pH del suelo. En suelos ácidos, muchos nutrientes esenciales no están disponibles para las plantas, entonces al aplicar ceniza, se neutraliza parcialmente esta acidez, lo que aumenta la biodisponibilidad de estos nutrientes. Este proceso permite que las plantas accedan más fácilmente a los elementos necesarios para su crecimiento y desarrollo”, comenta el experto.
Sin embargo, destaca que la aplicación de ceniza debe realizarse con precaución y conocimiento, debido a que un exceso puede llevar a una alcalinización excesiva del suelo, lo cual puede ser contraproducente. En estos casos, se podría producir el efecto inverso, limitando la disponibilidad de ciertos nutrientes, especialmente el fósforo.
Otro beneficio significativo, comenta el experto, es en el control fitosanitario, pues ha demostrado ser eficaz en el control de diversos organismos perjudiciales para los cultivos. En particular, se ha observado su efectividad contra plagas como áfidos y ácaros, que pueden causar daños considerables en una amplia variedad de plantas. Además, la ceniza también muestra propiedades antifúngicas, siendo útil en el manejo de enfermedades como el mildiu.
¿Cómo usarlo?
La aplicación de ceniza como acondicionador de suelos depende principalmente de la acidez del terreno. No obstante, como regla general, se recomienda esparcir entre 100 y 200 gramos por metro cuadrado al inicio de cada ciclo de cultivo, utilizando la ceniza sola. Es importante tener en cuenta que los suelos tienden a acidificarse con el tiempo, por lo que este tratamiento puede ser necesario de forma periódica.
Un aspecto crucial a considerar es el tipo de cenizas que vamos a usar, pues las cenizas ideales para uso agrícola deben provenir exclusivamente de madera no tratadas con algún químico. Por ejemplo, se debe evitar categóricamente el uso de cenizas provenientes de:
- Madera tratada con barnices, pinturas o tintes.
- Papel de periódico o revistas que tengan tintas brillantes.
- Cartones con serigrafías de color.
- Restos de muebles
- Maderas con taninos que inhiban el crecimiento.
Esto se debe a que estos materiales a menudo contienen metales pesados y otros compuestos tóxicos que pueden contaminar gravemente el suelo de nuestro huerto ecológico. Las barnices, pinturas y tintas utilizadas en estos productos suelen incorporar elementos que son altamente perjudiciales para la salud del suelo y las plantas.
“Otra ceniza que no se puede usar es la mineral como la que resulta de asados o barbacoas, pues estas también pueden contener residuos de combustibles o aditivos que son nocivos para las plantas. Lo mejor es la ceniza vegetal, esa que viene de madera como de árboles, rastrojos, etc.”, aseguró Niño.
Por otro lado, sugiere preparar un caldo de ceniza para potenciar sus beneficios. Este preparado, elaborado con ceniza vegetal y jabón potásico (o jabón azul) diluidos en agua, actúa como un eficaz control de hongos e insectos y como fertilizante foliar. El caldo de ceniza ayuda a prevenir y controlar enfermedades fúngicas como antracnosis, botrytis, alternaria, phytophthora y mancha de hierro. Además, funciona como insecticida, combatiendo plagas como cochinillas, escamas, gusano cogollero del maíz, áfidos, pulgones y mosca blanca.
Para preparar un caldo de ceniza efectivo en una cantidad adecuada para uso doméstico, puede seguir esta receta proporcional para 5 litros.
Materiales
- Preparar 5 litros de agua en un recipiente metálico.
- 250 g de ceniza cernida: Es importante asegurarse de que no queden fragmentos grandes de materia vegetal en la ceniza. La textura ideal es fina, similar a un polvo. Para lograr esto es recomendable tamizarla para que quede ligera y uniforme. Al manipular la ceniza, se deben usar guantes, gafas protectoras y ropa de manga larga para evitar cualquier riesgo.
- 25 g de jabón azul: El jabón sirve como un agente dispersante o emulsionante, facilitando la mezcla y la adhesión de la solución a las plantas.
Para preparar esta solución, primero hierva el agua y una vez que alcance el punto de ebullición, agregue la ceniza y el jabón potásico. Mantenga la mezcla en ebullición durante unos 30 minutos, removiendo ocasionalmente para asegurar que los ingredientes se disuelvan y se integren correctamente. Después de los 30 minutos, retire la mezcla del fuego y deje que se enfríe por completo antes de envasarla.
Para usar el caldo de ceniza de manera adecuada, primero diluya 0.5 litros del preparado en una bomba de 20 litros de agua. Aplique la mezcla de forma foliar, es decir, rociándola directamente sobre las hojas de las plantas, asegurándose de cubrir bien las hojas, tanto en la parte superior como inferior, ya que es donde las plantas absorben mejor los nutrientes. Se recomienda aplicar la mezcla en las primeras horas de la mañana o al final de la tarde, evitando las horas de mayor sol para prevenir posibles quemaduras en las hojas y, evite, asimismo, su aplicación en el suelo, debido a que puede dañar su microbiología.
Para áreas más pequeñas, disuelva 40 ml de caldo de ceniza en 1 litro de agua. Puede medir la cantidad con una jeringa o una taza medidora pequeña. Luego, agite bien la mezcla antes de aplicarla, asegurándose de que los ingredientes estén completamente integrados y úselo de la misma manera que se indicó en las instrucciones anteriores.
“El uso de esta mezcla debe hacerse con precaución, ya que, dependiendo de la planta, puede causar daños si se aplica en concentraciones muy altas o si la planta es sensible. Por eso, se recomienda hacer pruebas de fitotoxicidad, es decir, aplicar la solución a una pequeña parte de la planta antes de hacer una aplicación completa. Esto ayuda a verificar si las hojas o las plantas pueden tolerar la solución sin quemarse o sufrir daños”, recomienda el experto.
Y es que un aspecto importante a considerar en la aplicación de cenizas es su uso en diferentes tipos de suelos. En particular, el experto menciona que su aplicación no es recomendable en suelos salinos. Los suelos salinos son el resultado de una tierra que está sobrefertilizada, especialmente con fertilizantes químicos ricos en cloruros, utilizados en la agricultura industrial.
“Para el contexto de huertas urbanas o pequeños cultivos, es poco común encontrar suelos salinos. Sin embargo, la posibilidad existe y depende en gran medida de la ubicación y el historial de manejo del terreno. Por ejemplo, en una ciudad como Bogotá, es poco probable encontrar suelos naturalmente salinos. No obstante, incluso en estos entornos, la salinidad puede desarrollarse debido a prácticas de fertilización excesiva y, por tanto, el uso de esta enmienda podría llevar a un desequilibrio en la disponibilidad de ciertos minerales esenciales”, dice Niño.
De hecho, explica que, si se usa de manera incorrecta y de forma general, puede bloquear la absorción de zinc, hierro, magnesio y, de manera más crítica, fósforo. Entre estos, el fósforo es particularmente importante debido a su papel fundamental en diversos procesos metabólicos de las plantas.
Por lo tanto, antes de aplicar cenizas, es recomendable conocer las características del suelo de su huerta. Si sospecha que su suelo puede tener problemas de salinidad o si ha utilizado fertilizantes químicos intensivamente en el pasado, sería prudente realizar un análisis de suelo antes de aplicar cenizas. Esto le ayudará a tomar decisiones informadas sobre la gestión de nutrientes en y evitar posibles efectos adversos en la salud de sus plantas.
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En la búsqueda de alternativas sostenibles para el cuidado de nuestras plantas, la ceniza ha ganado protagonismo como un recurso valioso. Este subproducto de la combustión de materia orgánica es una fuente natural de nutrientes esenciales, como potasio, calcio, y magnesio, que favorecen el crecimiento saludable de las plantas. Además, su uso como acondicionador contribuye a mejorar la estructura del suelo y equilibrar su pH, creando condiciones óptimas para el desarrollo vegetal.
Según Sebastián Niño, coordinador territorial de agricultura urbana del Jardín Botánico de Bogotá, los beneficios de la ceniza para el cultivo de plantas son múltiples, pero su función principal es como acondicionador de suelos. Esta propiedad es particularmente valiosa en regiones tropicales como Colombia, donde los suelos tienden a ser ácidos.
“La naturaleza alcalina de la ceniza juega un papel crucial en la regulación del pH del suelo. En suelos ácidos, muchos nutrientes esenciales no están disponibles para las plantas, entonces al aplicar ceniza, se neutraliza parcialmente esta acidez, lo que aumenta la biodisponibilidad de estos nutrientes. Este proceso permite que las plantas accedan más fácilmente a los elementos necesarios para su crecimiento y desarrollo”, comenta el experto.
Sin embargo, destaca que la aplicación de ceniza debe realizarse con precaución y conocimiento, debido a que un exceso puede llevar a una alcalinización excesiva del suelo, lo cual puede ser contraproducente. En estos casos, se podría producir el efecto inverso, limitando la disponibilidad de ciertos nutrientes, especialmente el fósforo.
Otro beneficio significativo, comenta el experto, es en el control fitosanitario, pues ha demostrado ser eficaz en el control de diversos organismos perjudiciales para los cultivos. En particular, se ha observado su efectividad contra plagas como áfidos y ácaros, que pueden causar daños considerables en una amplia variedad de plantas. Además, la ceniza también muestra propiedades antifúngicas, siendo útil en el manejo de enfermedades como el mildiu.
¿Cómo usarlo?
La aplicación de ceniza como acondicionador de suelos depende principalmente de la acidez del terreno. No obstante, como regla general, se recomienda esparcir entre 100 y 200 gramos por metro cuadrado al inicio de cada ciclo de cultivo, utilizando la ceniza sola. Es importante tener en cuenta que los suelos tienden a acidificarse con el tiempo, por lo que este tratamiento puede ser necesario de forma periódica.
Un aspecto crucial a considerar es el tipo de cenizas que vamos a usar, pues las cenizas ideales para uso agrícola deben provenir exclusivamente de madera no tratadas con algún químico. Por ejemplo, se debe evitar categóricamente el uso de cenizas provenientes de:
- Madera tratada con barnices, pinturas o tintes.
- Papel de periódico o revistas que tengan tintas brillantes.
- Cartones con serigrafías de color.
- Restos de muebles
- Maderas con taninos que inhiban el crecimiento.
Esto se debe a que estos materiales a menudo contienen metales pesados y otros compuestos tóxicos que pueden contaminar gravemente el suelo de nuestro huerto ecológico. Las barnices, pinturas y tintas utilizadas en estos productos suelen incorporar elementos que son altamente perjudiciales para la salud del suelo y las plantas.
“Otra ceniza que no se puede usar es la mineral como la que resulta de asados o barbacoas, pues estas también pueden contener residuos de combustibles o aditivos que son nocivos para las plantas. Lo mejor es la ceniza vegetal, esa que viene de madera como de árboles, rastrojos, etc.”, aseguró Niño.
Por otro lado, sugiere preparar un caldo de ceniza para potenciar sus beneficios. Este preparado, elaborado con ceniza vegetal y jabón potásico (o jabón azul) diluidos en agua, actúa como un eficaz control de hongos e insectos y como fertilizante foliar. El caldo de ceniza ayuda a prevenir y controlar enfermedades fúngicas como antracnosis, botrytis, alternaria, phytophthora y mancha de hierro. Además, funciona como insecticida, combatiendo plagas como cochinillas, escamas, gusano cogollero del maíz, áfidos, pulgones y mosca blanca.
Para preparar un caldo de ceniza efectivo en una cantidad adecuada para uso doméstico, puede seguir esta receta proporcional para 5 litros.
Materiales
- Preparar 5 litros de agua en un recipiente metálico.
- 250 g de ceniza cernida: Es importante asegurarse de que no queden fragmentos grandes de materia vegetal en la ceniza. La textura ideal es fina, similar a un polvo. Para lograr esto es recomendable tamizarla para que quede ligera y uniforme. Al manipular la ceniza, se deben usar guantes, gafas protectoras y ropa de manga larga para evitar cualquier riesgo.
- 25 g de jabón azul: El jabón sirve como un agente dispersante o emulsionante, facilitando la mezcla y la adhesión de la solución a las plantas.
Para preparar esta solución, primero hierva el agua y una vez que alcance el punto de ebullición, agregue la ceniza y el jabón potásico. Mantenga la mezcla en ebullición durante unos 30 minutos, removiendo ocasionalmente para asegurar que los ingredientes se disuelvan y se integren correctamente. Después de los 30 minutos, retire la mezcla del fuego y deje que se enfríe por completo antes de envasarla.
Para usar el caldo de ceniza de manera adecuada, primero diluya 0.5 litros del preparado en una bomba de 20 litros de agua. Aplique la mezcla de forma foliar, es decir, rociándola directamente sobre las hojas de las plantas, asegurándose de cubrir bien las hojas, tanto en la parte superior como inferior, ya que es donde las plantas absorben mejor los nutrientes. Se recomienda aplicar la mezcla en las primeras horas de la mañana o al final de la tarde, evitando las horas de mayor sol para prevenir posibles quemaduras en las hojas y, evite, asimismo, su aplicación en el suelo, debido a que puede dañar su microbiología.
Para áreas más pequeñas, disuelva 40 ml de caldo de ceniza en 1 litro de agua. Puede medir la cantidad con una jeringa o una taza medidora pequeña. Luego, agite bien la mezcla antes de aplicarla, asegurándose de que los ingredientes estén completamente integrados y úselo de la misma manera que se indicó en las instrucciones anteriores.
“El uso de esta mezcla debe hacerse con precaución, ya que, dependiendo de la planta, puede causar daños si se aplica en concentraciones muy altas o si la planta es sensible. Por eso, se recomienda hacer pruebas de fitotoxicidad, es decir, aplicar la solución a una pequeña parte de la planta antes de hacer una aplicación completa. Esto ayuda a verificar si las hojas o las plantas pueden tolerar la solución sin quemarse o sufrir daños”, recomienda el experto.
Y es que un aspecto importante a considerar en la aplicación de cenizas es su uso en diferentes tipos de suelos. En particular, el experto menciona que su aplicación no es recomendable en suelos salinos. Los suelos salinos son el resultado de una tierra que está sobrefertilizada, especialmente con fertilizantes químicos ricos en cloruros, utilizados en la agricultura industrial.
“Para el contexto de huertas urbanas o pequeños cultivos, es poco común encontrar suelos salinos. Sin embargo, la posibilidad existe y depende en gran medida de la ubicación y el historial de manejo del terreno. Por ejemplo, en una ciudad como Bogotá, es poco probable encontrar suelos naturalmente salinos. No obstante, incluso en estos entornos, la salinidad puede desarrollarse debido a prácticas de fertilización excesiva y, por tanto, el uso de esta enmienda podría llevar a un desequilibrio en la disponibilidad de ciertos minerales esenciales”, dice Niño.
De hecho, explica que, si se usa de manera incorrecta y de forma general, puede bloquear la absorción de zinc, hierro, magnesio y, de manera más crítica, fósforo. Entre estos, el fósforo es particularmente importante debido a su papel fundamental en diversos procesos metabólicos de las plantas.
Por lo tanto, antes de aplicar cenizas, es recomendable conocer las características del suelo de su huerta. Si sospecha que su suelo puede tener problemas de salinidad o si ha utilizado fertilizantes químicos intensivamente en el pasado, sería prudente realizar un análisis de suelo antes de aplicar cenizas. Esto le ayudará a tomar decisiones informadas sobre la gestión de nutrientes en y evitar posibles efectos adversos en la salud de sus plantas.
🌳 ☘️ 🌿 Encuentre en La Huerta toda la información sobre plantas, jardinería, cultivos y siembra. 🍂🌺 🌼