Plagas y enfermedades en plantas: cuáles son y cómo eliminarlas
Octavio Jiménez, gerente de Jardineros, habló con El Espectador sobre la presencia de estos microorganismos y cómo tratarlos.
Tener plantas al interior del hogar significa asumir ciertas responsabilidades: regarlas, brindarles luz solar, fertilizarlas, podarlas, abonarlas e incluso trasplantarlas. Todos procesos sobre los que se puede planear y tener un mayor control. No ocurre lo mismo con las plagas y las enfermedades: esos molestos males que suelen aparecer casi que mágicamente y que terminan arrasando sin que muchas veces podamos reaccionar a tiempo.
Le recomendamos: ¿Nuevo en la jardinería? Estas son algunas de las plantas más duraderas
Las causas de las plagas y enfermedades
Octavio Jiménez, gerente de Jardineros, arquitecto de profesión y jardinero de devoción, habló con El Espectador sobre este fenómeno biológico, sus causas y el tratamiento. “Las plagas son una consecuencia de desnutrición de las plantas. Normalmente, surgen como una defensa natural para la planta tratar de defenderse”.
Según explica Jiménez, es importante hacer una separación entre plagas y enfermedades. Cuando se trata de plagas se refiere a todos los insectos que atacan las plantas, mientras que las enfermedades son los virus u hongos que aparecen en las hojas o tallos.
Plagas y enfermedades más comunes
“A las plantas de interior las atacan insectos grandes. Las más comunes son la cochinilla, que es una simbiosis entre hongo e insecto. Luce como un cascarón debajo de las hojas que son minadores y chupadores. La palomilla que es una mosca, los pulgones que son insectos verdes que se hinchan de savia, las arañas o los ácaros que se multiplican con mucha facilidad en ambientes de calor”.
- Cochinilla algodonosa
A pesar de que prefieren la base de los frutos y las locaciones sombreadas, pueden encontrarse en cualquier parte de la planta. Su aspecto es característico. Se tratan de pequeños insectos con aspecto blanquecino y polvoriento. Tienen patas y antenas, y segregan filamentos algodonosos que recubren la superficie de la planta.
Esta plaga ataca a las plantas de clima seco, se adhiere a ella y succionan su savia. Un signo de su presencia es la deformación de las hojas y el color amarillo.
- Araña roja
Este ácaro usualmente es confundido con una araña por su capacidad de tejer hilos sobre las hojas. Al igual que la cochinilla, prefiere la parte inferior de la hoja y se identifica porque parecen puntos rojos, además de la seda que desprenden.
Esta especie se alimenta de los tejidos celulares de la planta, célula a célula, produciendo manchas amarillentas y abombamientos en el haz.
- Mosca blanca
Miden de 1 a 1,5 milímetros de longitud. Su aspecto es identificable por su color amarillo pálido, alas de color blanco y un aparato bucal para succionar la savia de las plantas. Su presencia causa que la planta se marchite. Usualmente, aparece a causa de la alta humedad.
- Pulgón
De color verde o negro, se adhiere a la parte trasera de las hojas y se alimenta de la savia. Al igual que las otras, afecta el crecimiento de la planta y las marchita generando decoloraciones.
Por el lado de las enfermedades, las más comunes son la antracnosis, que es una pudrición que se le da al tallo, y los hongos, que son unas manchas verdes o felpas blancas, que producen descomposición.
- Antracnosis
Manchas hundidas, apariencia mojada, diversos colores, hojas secas y necrosis, son algunos de los síntomas de esta pudrición. Estas derivan del marchitamiento y la muerte de tejidos, a veces resultantes de cortes realizados en la poda.
- Hongos
Los hongos usualmente aparecen a causa del exceso de humedad. Aunque hay una variedad significativa de estos, puede identificarlos fácilmente por su color. El oídio, por ejemplo, produce manchas blancas que se expanden y terminan convirtiéndose en una sola que seca toda la hoja. El mildiu produce manchas amarillas o verde claro con pelusilla blanca en el revés. La roya se manifiesta en un color naranja, vivo, negro o amarillo, debilitan las hojas hasta que caen.
Recuperación
Lo primero que debe hacer es limpiar las partes afectadas con dos sencillos ingredientes: agua y jabón. Ojalá que el jabón sea biológico o líquido de fácil disolvencia. Se puede lavar manualmente con guantes o con un aspersor.
Luego vendrá la humedad, hay que hidratar la planta acompañando con fertilización. Para ello, puede servir un abono nitrogenado, humus, compost o algo que nutra la planta. Se aconseja que no ataque directamente la enfermedad o la plaga con insecticidas o fungicidas si se trata de un ataque leve, puede realizar remedios biológicos con base de ajo o tabaco. Si el ataque es fuerte, recurra a una huerta o vivero donde le puedan recomendar productos que le sirvan y tengan una carga toxicológica leve.
Cómo evitar el surgimiento de plagas y enfermedades
Aunque se tiene la falsa creencia que al momento de tratar estos fenómenos el objetivo es eliminarlos, esto es imposible porque es una respuesta del organismo vegetal ante una necesidad. Mientras la planta esté bien cuidada, no producirá las condiciones necesarias para la producción de microorganismos. “Eso es parte de la creación biológica que se necesita. Por cada variedad de plantas hay un tipo de insectos que atacan por un balance. Por ejemplo, cuando una planta necesita tener menos hojas porque tiene poca agua, aparece el depredador para quitárselas para que sobreviva y sucumba hasta lo último”.
Leer más: ¿Quiere aprender sobre plantas y jardinería? Estas son cinco buenas opciones
El consejo de cuidar bien a la planta es simple y parece obvio, pero es necesario. Entender el ritmo de riego de cada especie, su adecuación dependiendo de la vivienda que habita y la temperatura ambiente es fundamental para evitar el resurgimiento de plagas y enfermedades. “Las orquídeas, por ejemplo, son plantas que son de muy poca agua porque son epífitas, se alimentan de la humedad que hay en el aire. Si se les pone mucha agua se pudren. Al contrario de otras plantas como los spatofilium (cuna de Moisés o lirio de la paz) que consumen un poco más de agua, no se les debe dejar con mucha humedad”.
Al ser un ejercicio de atención, hay que preguntarse el objetivo de tener una planta: ¿es por decoración? ¿Para cuidarla? ¿Tener cosecha? ¿Experimentar la floración? Dependiendo de la respuesta debe elegir una planta adecuada para su necesidad. Si no tiene el tiempo ni la disposición para tener una planta que requiera muchos cuidados, mejor opte por una que requiera poco riego y se adapte a distintos ambientes para que pueda velar por su salud. Siempre hay que recordar que son seres vivos que requieren atención.
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Tener plantas al interior del hogar significa asumir ciertas responsabilidades: regarlas, brindarles luz solar, fertilizarlas, podarlas, abonarlas e incluso trasplantarlas. Todos procesos sobre los que se puede planear y tener un mayor control. No ocurre lo mismo con las plagas y las enfermedades: esos molestos males que suelen aparecer casi que mágicamente y que terminan arrasando sin que muchas veces podamos reaccionar a tiempo.
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Las causas de las plagas y enfermedades
Octavio Jiménez, gerente de Jardineros, arquitecto de profesión y jardinero de devoción, habló con El Espectador sobre este fenómeno biológico, sus causas y el tratamiento. “Las plagas son una consecuencia de desnutrición de las plantas. Normalmente, surgen como una defensa natural para la planta tratar de defenderse”.
Según explica Jiménez, es importante hacer una separación entre plagas y enfermedades. Cuando se trata de plagas se refiere a todos los insectos que atacan las plantas, mientras que las enfermedades son los virus u hongos que aparecen en las hojas o tallos.
Plagas y enfermedades más comunes
“A las plantas de interior las atacan insectos grandes. Las más comunes son la cochinilla, que es una simbiosis entre hongo e insecto. Luce como un cascarón debajo de las hojas que son minadores y chupadores. La palomilla que es una mosca, los pulgones que son insectos verdes que se hinchan de savia, las arañas o los ácaros que se multiplican con mucha facilidad en ambientes de calor”.
- Cochinilla algodonosa
A pesar de que prefieren la base de los frutos y las locaciones sombreadas, pueden encontrarse en cualquier parte de la planta. Su aspecto es característico. Se tratan de pequeños insectos con aspecto blanquecino y polvoriento. Tienen patas y antenas, y segregan filamentos algodonosos que recubren la superficie de la planta.
Esta plaga ataca a las plantas de clima seco, se adhiere a ella y succionan su savia. Un signo de su presencia es la deformación de las hojas y el color amarillo.
- Araña roja
Este ácaro usualmente es confundido con una araña por su capacidad de tejer hilos sobre las hojas. Al igual que la cochinilla, prefiere la parte inferior de la hoja y se identifica porque parecen puntos rojos, además de la seda que desprenden.
Esta especie se alimenta de los tejidos celulares de la planta, célula a célula, produciendo manchas amarillentas y abombamientos en el haz.
- Mosca blanca
Miden de 1 a 1,5 milímetros de longitud. Su aspecto es identificable por su color amarillo pálido, alas de color blanco y un aparato bucal para succionar la savia de las plantas. Su presencia causa que la planta se marchite. Usualmente, aparece a causa de la alta humedad.
- Pulgón
De color verde o negro, se adhiere a la parte trasera de las hojas y se alimenta de la savia. Al igual que las otras, afecta el crecimiento de la planta y las marchita generando decoloraciones.
Por el lado de las enfermedades, las más comunes son la antracnosis, que es una pudrición que se le da al tallo, y los hongos, que son unas manchas verdes o felpas blancas, que producen descomposición.
- Antracnosis
Manchas hundidas, apariencia mojada, diversos colores, hojas secas y necrosis, son algunos de los síntomas de esta pudrición. Estas derivan del marchitamiento y la muerte de tejidos, a veces resultantes de cortes realizados en la poda.
- Hongos
Los hongos usualmente aparecen a causa del exceso de humedad. Aunque hay una variedad significativa de estos, puede identificarlos fácilmente por su color. El oídio, por ejemplo, produce manchas blancas que se expanden y terminan convirtiéndose en una sola que seca toda la hoja. El mildiu produce manchas amarillas o verde claro con pelusilla blanca en el revés. La roya se manifiesta en un color naranja, vivo, negro o amarillo, debilitan las hojas hasta que caen.
Recuperación
Lo primero que debe hacer es limpiar las partes afectadas con dos sencillos ingredientes: agua y jabón. Ojalá que el jabón sea biológico o líquido de fácil disolvencia. Se puede lavar manualmente con guantes o con un aspersor.
Luego vendrá la humedad, hay que hidratar la planta acompañando con fertilización. Para ello, puede servir un abono nitrogenado, humus, compost o algo que nutra la planta. Se aconseja que no ataque directamente la enfermedad o la plaga con insecticidas o fungicidas si se trata de un ataque leve, puede realizar remedios biológicos con base de ajo o tabaco. Si el ataque es fuerte, recurra a una huerta o vivero donde le puedan recomendar productos que le sirvan y tengan una carga toxicológica leve.
Cómo evitar el surgimiento de plagas y enfermedades
Aunque se tiene la falsa creencia que al momento de tratar estos fenómenos el objetivo es eliminarlos, esto es imposible porque es una respuesta del organismo vegetal ante una necesidad. Mientras la planta esté bien cuidada, no producirá las condiciones necesarias para la producción de microorganismos. “Eso es parte de la creación biológica que se necesita. Por cada variedad de plantas hay un tipo de insectos que atacan por un balance. Por ejemplo, cuando una planta necesita tener menos hojas porque tiene poca agua, aparece el depredador para quitárselas para que sobreviva y sucumba hasta lo último”.
Leer más: ¿Quiere aprender sobre plantas y jardinería? Estas son cinco buenas opciones
El consejo de cuidar bien a la planta es simple y parece obvio, pero es necesario. Entender el ritmo de riego de cada especie, su adecuación dependiendo de la vivienda que habita y la temperatura ambiente es fundamental para evitar el resurgimiento de plagas y enfermedades. “Las orquídeas, por ejemplo, son plantas que son de muy poca agua porque son epífitas, se alimentan de la humedad que hay en el aire. Si se les pone mucha agua se pudren. Al contrario de otras plantas como los spatofilium (cuna de Moisés o lirio de la paz) que consumen un poco más de agua, no se les debe dejar con mucha humedad”.
Al ser un ejercicio de atención, hay que preguntarse el objetivo de tener una planta: ¿es por decoración? ¿Para cuidarla? ¿Tener cosecha? ¿Experimentar la floración? Dependiendo de la respuesta debe elegir una planta adecuada para su necesidad. Si no tiene el tiempo ni la disposición para tener una planta que requiera muchos cuidados, mejor opte por una que requiera poco riego y se adapte a distintos ambientes para que pueda velar por su salud. Siempre hay que recordar que son seres vivos que requieren atención.
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