Plantas de interior de bajo mantenimiento, una pequeña guía
Hay una larga lista de opciones si quiere entrar al mundo de la jardinería: plantas que requieren pocos cuidados y que se adaptan muy bien a interiores.
La jardinería se ha transformado de hobby de tías y abuelas en una industria global, con usuarios constantes y comunes entre los grupos de población más jóvenes.
El foco en bienestar y consciencia ambiental, además de los problemas de aislamiento que creó la pandemia, han ayudado a que hoy este sector represente más de US$80.000 millones en transacciones a nivel global (solo para jardinería de baja escala, si se quiere), según un reporte de la firma consultora Ken Research.
Pero para todos sus beneficios y placeres, la jardinería puede tener una cierta barrera de acceso para algunos. De fondo, se trata de cuidar seres vivos, que tienen prioridades y necesidades tan específicas como cambiantes entre las miles de especies de plantas que puede albergar una casa.
Si apenas está entrando en este verde mundo, o si recién lo picó el bicho de la jardinería, esta breve guía de especies de interiores podría serle útil. Todas requieren poco mantenimiento, vale aclarar.
Cactus
De entrada, si no se trata de un sitio bajo el rayo del sol, los cactus son grandes compañeros y casi que una definición de poco mantenimiento: una amplia variedad de estas plantas recibe agua una vez al mes (abundante, preferiblemente durante una noche) y ya está. Son de crecimiento un poco más lento, por lo que sus resultados toman algo de tiempo, pero, a la vez, esto sella un vínculo entre el humano y la planta. Al final, se ve una evolución más mesurada y, quizá, más valiosa. Con la disciplina del agua, un cactus puede durar años con facilidad.
Singonio
Una de las opciones más populares para interiores son los singonios, una planta que crece en una velocidad y volumen asombrosos.
De entrada hay que señalar que cuando hablamos de Singonio (Syngonium) nos estamos refiriendo a un género con por lo menos 60 especies. Se trata de una planta trepadora o rastrera de hojas en forma de punta de flecha (que cambian a medida que va madurando) y de tallos alargados. Existen diferentes tipos de singonio y algunas de sus variedades presentan hojas de colores rosas o con tonalidades crema en sus bordes.
En términos de luz, por ejemplo, el singonio se adapta casi que a cualquier ambiente: sombra, luz, semisombra. El sol directo no es aconsejable porque puede quemar sus hojas.
La recomendación general es ubicar la planta en zonas iluminadas para que mantenga el característico verde intenso de sus hojas. Es probable que, si se ubica en una zona poco iluminada, las hojas pierdan el variegado o las tonalidades de las hojas y estas tomen un tono un poco más oscuro.
Y acá llegamos a un asunto clave: la temperatura. Aunque en general se trata de una planta resistente, el singonio no es amiga del frío. La temperatura ideal es entre los 16° y los 21° grados centígrados. Podrá adaptarse un poco a temperaturas un poco superiores, pero seguramente no sobrevivirá a aquellas menores a 10°.
Respecto al riego, se trata de una planta que requiere uno moderado y es importante esperar a que la tierra se seque para poder volver a darle agua. También juegan un papel importante la tierra -una que no se compacte y permita que el agua fluya- y la matera, para que pueda drenar correctamente el exceso de líquido tras los riegos.
Suculentas
En esta pequeña lista no pueden faltar las suculentas, que han ganado una enorme popularidad justamente por su variedad de formas, así como su bajo régimen de cuidado. Ideal para lugares de radiación media, aunque algunas variedades resisten luz más directa. Las suculentas se adaptan muy bien a materas pequeñas (perfectas para espacios como escritorios o bibliotecas), así como a materas algo más grandes (si se trata de vestir una mesa de café o una repisa, por ejemplo).
Estas son algunas de las plantas más de moda por razones evidentes: tienen una amplia variedad de formas y colores, requieren de muy pocos cuidados y, gracias a sus tamaños, se pueden adaptar a prácticamente cualquier espacio.
Las suculentas son plantas que, con alguna distancia, están emparentadas con los cactus. Por esto, su régimen de agua es bajo: una vez a la semana puede resultar suficiente. Hablamos acá de una regada no para encharcar la planta, sino más bien para mantener húmeda la tierra.
Aunque hay una gran variedad, las suculentas se caracterizan por ser plantas que, con mayor o menos efectividad, capturan humedad del ambiente. Y esto ya ofrece pistas para entender el cuidado que hay que tener con el agua.
Begonias
Las begonias son una gran opción si se busca una planta con colores que pueda servir para una mesa o incluso para una biblioteca. En algunas variedades presentan hojas grandes, que resultan perfectas para materas medianas, pues brotan con mucho estilo del recipiente en donde se las plante. Requieren de agua una vez por semana, una cantidad media.
Son plantas que no reciben bien el sol directo ni las temperaturas extremas, pues se trata de una especie de origen tropical.
El consejo básico es mantenerlas en ambientes que estén sobre los 15 grados centígrados y por debajo de los 22, con sombra ligera y en donde puedan recibir aire, sin que esto se traduzca en corrientes fuertes (ojo para los habitantes de grandes alturas).
En el riego también hay que tener especial cuidado, pues necesitan un suelo que esté adecuadamente drenado pero que no se mantenga húmedo. Mueren fácil con el exceso de agua, así que hay que evitar especialmente los encharcamientos.
Anturios
Si se quiere una planta protagónica en tamaño hay buenas opciones y una de estas son los anturios. Esta especies trae tanto color, como presencia.
Lo primero que hay que aclarar acá es que los anturios son plantas de interiores: no la van bien con cambios bruscos de temperatura, no son muy amigas de las corrientes intensas de aire (adiós terrazas, especialmente si son de altura) y, aunque necesitan toda la luz posible, los rayos directos del sol queman sus hojas.
Parecieran muchas condiciones, pero de fondo lo que todo esto dice es que es una planta que viene muy bien cerca a ventanas, pero sin exposición directa al sol. De ahí para adelante, ella ya se encarga.
En términos de riego, el anturio es una planta delicada (aunque no frágil). En una temperatura promedio de 20 grados requerirá agua una vez por semana y en pocas cantidades. Acá la clave es mantener húmedas las raíces pero no encharcarlas, pues esto expone la planta a hongos o a que las raíces se vayan pudriendo.
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La jardinería se ha transformado de hobby de tías y abuelas en una industria global, con usuarios constantes y comunes entre los grupos de población más jóvenes.
El foco en bienestar y consciencia ambiental, además de los problemas de aislamiento que creó la pandemia, han ayudado a que hoy este sector represente más de US$80.000 millones en transacciones a nivel global (solo para jardinería de baja escala, si se quiere), según un reporte de la firma consultora Ken Research.
Pero para todos sus beneficios y placeres, la jardinería puede tener una cierta barrera de acceso para algunos. De fondo, se trata de cuidar seres vivos, que tienen prioridades y necesidades tan específicas como cambiantes entre las miles de especies de plantas que puede albergar una casa.
Si apenas está entrando en este verde mundo, o si recién lo picó el bicho de la jardinería, esta breve guía de especies de interiores podría serle útil. Todas requieren poco mantenimiento, vale aclarar.
Cactus
De entrada, si no se trata de un sitio bajo el rayo del sol, los cactus son grandes compañeros y casi que una definición de poco mantenimiento: una amplia variedad de estas plantas recibe agua una vez al mes (abundante, preferiblemente durante una noche) y ya está. Son de crecimiento un poco más lento, por lo que sus resultados toman algo de tiempo, pero, a la vez, esto sella un vínculo entre el humano y la planta. Al final, se ve una evolución más mesurada y, quizá, más valiosa. Con la disciplina del agua, un cactus puede durar años con facilidad.
Singonio
Una de las opciones más populares para interiores son los singonios, una planta que crece en una velocidad y volumen asombrosos.
De entrada hay que señalar que cuando hablamos de Singonio (Syngonium) nos estamos refiriendo a un género con por lo menos 60 especies. Se trata de una planta trepadora o rastrera de hojas en forma de punta de flecha (que cambian a medida que va madurando) y de tallos alargados. Existen diferentes tipos de singonio y algunas de sus variedades presentan hojas de colores rosas o con tonalidades crema en sus bordes.
En términos de luz, por ejemplo, el singonio se adapta casi que a cualquier ambiente: sombra, luz, semisombra. El sol directo no es aconsejable porque puede quemar sus hojas.
La recomendación general es ubicar la planta en zonas iluminadas para que mantenga el característico verde intenso de sus hojas. Es probable que, si se ubica en una zona poco iluminada, las hojas pierdan el variegado o las tonalidades de las hojas y estas tomen un tono un poco más oscuro.
Y acá llegamos a un asunto clave: la temperatura. Aunque en general se trata de una planta resistente, el singonio no es amiga del frío. La temperatura ideal es entre los 16° y los 21° grados centígrados. Podrá adaptarse un poco a temperaturas un poco superiores, pero seguramente no sobrevivirá a aquellas menores a 10°.
Respecto al riego, se trata de una planta que requiere uno moderado y es importante esperar a que la tierra se seque para poder volver a darle agua. También juegan un papel importante la tierra -una que no se compacte y permita que el agua fluya- y la matera, para que pueda drenar correctamente el exceso de líquido tras los riegos.
Suculentas
En esta pequeña lista no pueden faltar las suculentas, que han ganado una enorme popularidad justamente por su variedad de formas, así como su bajo régimen de cuidado. Ideal para lugares de radiación media, aunque algunas variedades resisten luz más directa. Las suculentas se adaptan muy bien a materas pequeñas (perfectas para espacios como escritorios o bibliotecas), así como a materas algo más grandes (si se trata de vestir una mesa de café o una repisa, por ejemplo).
Estas son algunas de las plantas más de moda por razones evidentes: tienen una amplia variedad de formas y colores, requieren de muy pocos cuidados y, gracias a sus tamaños, se pueden adaptar a prácticamente cualquier espacio.
Las suculentas son plantas que, con alguna distancia, están emparentadas con los cactus. Por esto, su régimen de agua es bajo: una vez a la semana puede resultar suficiente. Hablamos acá de una regada no para encharcar la planta, sino más bien para mantener húmeda la tierra.
Aunque hay una gran variedad, las suculentas se caracterizan por ser plantas que, con mayor o menos efectividad, capturan humedad del ambiente. Y esto ya ofrece pistas para entender el cuidado que hay que tener con el agua.
Begonias
Las begonias son una gran opción si se busca una planta con colores que pueda servir para una mesa o incluso para una biblioteca. En algunas variedades presentan hojas grandes, que resultan perfectas para materas medianas, pues brotan con mucho estilo del recipiente en donde se las plante. Requieren de agua una vez por semana, una cantidad media.
Son plantas que no reciben bien el sol directo ni las temperaturas extremas, pues se trata de una especie de origen tropical.
El consejo básico es mantenerlas en ambientes que estén sobre los 15 grados centígrados y por debajo de los 22, con sombra ligera y en donde puedan recibir aire, sin que esto se traduzca en corrientes fuertes (ojo para los habitantes de grandes alturas).
En el riego también hay que tener especial cuidado, pues necesitan un suelo que esté adecuadamente drenado pero que no se mantenga húmedo. Mueren fácil con el exceso de agua, así que hay que evitar especialmente los encharcamientos.
Anturios
Si se quiere una planta protagónica en tamaño hay buenas opciones y una de estas son los anturios. Esta especies trae tanto color, como presencia.
Lo primero que hay que aclarar acá es que los anturios son plantas de interiores: no la van bien con cambios bruscos de temperatura, no son muy amigas de las corrientes intensas de aire (adiós terrazas, especialmente si son de altura) y, aunque necesitan toda la luz posible, los rayos directos del sol queman sus hojas.
Parecieran muchas condiciones, pero de fondo lo que todo esto dice es que es una planta que viene muy bien cerca a ventanas, pero sin exposición directa al sol. De ahí para adelante, ella ya se encarga.
En términos de riego, el anturio es una planta delicada (aunque no frágil). En una temperatura promedio de 20 grados requerirá agua una vez por semana y en pocas cantidades. Acá la clave es mantener húmedas las raíces pero no encharcarlas, pues esto expone la planta a hongos o a que las raíces se vayan pudriendo.
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