¿Plantas en la cocina? Bienvenidas: estas son algunas buenas opciones
Si bien es un espacio en el que la presencia de plantas puede ser bienvenida, no todas las especies se adaptan bien a las condiciones de estos lugares. Una pequeña lista para guiar esta decisión.
Con la excepción de un cuarto sin ninguna posibilidad de luz o ventilación, algo así como una estancia clausurada, las plantas pueden colonizar prácticamente cualquier espacio de su casa.
Bueno, más que una colonización, se trata más de compañía, decoración, embellecimiento. Todos buenos motivos para recibir plantas en cualquier lugar de un hogar (u oficina), incluyendo la cocina.
Ahora bien, no todas las plantas son aptas para un entorno como la cocina, pues suelen ser entornos con temperaturas por encima del promedio del resto de la casa, así como niveles de humedad más pronunciados.
Además de esto, es clave tener en cuenta si su cocina recibe luz natural de forma directa, indirecta, cuánta. Pues no todas las especies son amigas de la radiación directa, por ejemplo, y hay varias que incluso agradecen más la semisombra que estar al lado de una ventana.
Esta es una pequeña lista de buenas candidatas para tener en cuenta a la hora de equipar o mejorar una cocina, ya que no sólo de ollas y cuchillos vive el hombre.
Calathea
Esta es una especie que tiene una amplia lista de variedades en términos de colores y formas de sus hojas. Pero sin importar esto, siempre ofrecerá una presencia agradable, reconfortante y hasta rotunda: no es una planta mínima, requiere de un cierto espacio, aunque este requisito lo devuelve en belleza.
Lo principal aquí es entender que esta planta viene de bosques húmedos tropicales en países como Brasil y Perú. Y con esto ya van teniendo más sentido sus cuidados.
Al vivir en bosques y no tener una altura de más de un metro (en el mejor de los casos), esta es una planta que accede a una luz muy filtrada y tenue. Esto, traducido a un hogar, implica que su ubicación ideal no es al lado de las ventanas ni en una terraza: los rayos directos del sol son una sentencia de muerte para la calathea.
Por el contrario, es una especie que se adapta muy bien a lugares de semisombra, en los que la luz que llega es menor y, ante todo, no es directa.
Lo segundo aquí es que, al ser originaria de lugares tropicales, está adaptada a vivir en lugares húmedos. Humedad ambiente, que es diferente a frecuencia e intensidad del riego (ya llegaremos a esta parte). Así mismo, su rango de supervivencia en temperatura es entre los 18 y 25 o 26 grados centígrados.
En cuanto a riego, debido a su origen tropical, la calathea requiere una buena cantidad de agua, pero con el cuidado de evitar encharcamientos. La idea es que la primera capa de sustrato esté siempre húmeda. Este precepto guiará la frecuencia e intensidad del riego.
Sansevieria o lengua de suegra
Esta es una planta originaria de África y ampliamente utilizada en casas y oficinas gracias a los beneficios que su follaje ofrece para la decoración de espacios, y sobre todo porque es una especie que se adapta fácilmente , no es sensible a las plagas y requiere pocos cuidados. De hecho se le conoce como la planta indestructible, ideal para aquellos a los que las plantas no les duran mucho.
Las hojas de la sansevieria pueden alcanzar hasta los 50 centímetros de altura y resiste temperaturas elevadas (40º c) e incluso puede soportar hasta algunos grados bajo cero (-5 °C). En términos de temperatura, su adaptabilidad la vuelve en una buena candidata para todo tipo de cocinas: calientes, visitadas por corrientes de aire, al aire libre...
En términos de luz, aunque no requieren recibir sol directo, sí agradecen los espacios con buena iluminación. Como son plantas resistentes, también se pueden adaptar a lugares en los que quizás no reciban tanta luz, pero esto puede retrasar su crecimiento, que de por sí ya es lento: al año pueden nacer en promedio cuatro hojas nuevas.
Para el riego es clave tener en cuenta que no necesita agua en exceso y tan solo hay que regarla cuando la tierra esté completamente seca. Antes de regarla, puede utilizar el truco de introducirle un palito en la tierra para cerciorarse de que al interior no esté húmeda y evitar que se pudra.
Cinta o lazo de amor
Es una planta resistente y relativamente pequeña que no supera los 60 centímetros de altura, de hojas alargadas y verdes con líneas blancas, que pueden llegar a medir 70 centímetros. Sus flores son blancas y pequeñas y soporta muy bien los lugares húmedos, como cocinas o incluso algunos baños.
Necesita luz media y no es conveniente que reciba los rayos directos del sol que pueden quemar sus hojas. Para su buen desarrollo es fundamental mantener el sustrato húmedo y por tanto requiere un buen drenaje para evitar encharcamientos pues sus raíces tuberosas almacenan agua. Las hojas se pueden humectar con un atomizador.
Se trata de una planta perenne que, además, tiene la capacidad de absorber y neutralizar partículas nocivas y por tanto ayuda a limpiar el aire. ¿Cómo lo hace? filtrando el monóxido de carbono y eliminando componentes como el formaldehído, presente en aerosoles, por ejemplo. Y acá hay que hacer una primera salvedad: si bien es cierto que hay múltiples variedades de plantas que tienen propiedades similares para ayudar a purificar el aire, también lo es que no hay consenso entre los investigadores sobre la cantidad de plantas que debe haber en un espacio para lograr que exista realmente un proceso de depuración.
Bromelias
Es una buena opción para añadirle colores intensos a su cocina. Aquí estamos hablando de una planta con unos 60 géneros y unas 1.500 especies, así que la variedad es amplia y los cuidados específicos pueden cambiar entre algunas.
Pero, de forma general, son muy populares en el mundo de la jardinería, pues además de su salvaje belleza suelen ser plantas de cuidados fáciles, lo que las convierte en candidatas ideales para personas que no conozcan mucho de este tema o que, incluso, se piensen como mataplantas.
Su origen tropical ofrece las pautas generales para casi todas las especies de bromelias, incluyendo las más populares para jardinería (especialmente de interiores).
Las bromelias requieren de ambientes cálidos y húmedos para prosperar.
Hay que tener en cuenta acá que si se trata de una especie que en la naturaleza crece encima de los árboles (las llamadas plantas epífitas), las forma y cantidad de riego se diferencia de otras plantas.
Para este caso, lo más importante es mantener la humedad del centro de la roseta. Esto implica regar el centro de la planta al menos un par de veces en la semana. El sustrato en el que esté sembrada, por el contrario, no requiere mayores riegos, pues buena parte del consumo de este líquido se realiza a través de la roseta.
Así mismo, es importante mantener la humedad de las hojas, por lo que se recomienda (especialmente en lugares que sobrepasen constantemente los 25 grados centígrados), atomizar con agua las hojas al menos una vez a la semana.
Dentro de las bromelias epífitas se encuentran dos de las variedades más populares en la jardinería: la llamada Guzmania y la Aechmea (que también se encuentra escrita sin la h intermedia).
Suculentas
Al igual que las bromelias, al hablar de suculentas nos estamos refiriendo a una larga lista de variedades.
Las suculentas son algunas de las plantas más de moda por razones evidentes: tienen una amplia variedad de formas y colores, requieren de muy pocos cuidados y, gracias a sus tamaños, se pueden adaptar a prácticamente cualquier espacio.
Estas son plantas que, con alguna distancia, están emparentadas con los cactus. Por esto, su régimen de agua es bajo: una vez a la semana puede resultar suficiente. Hablamos acá de una regada no para encharcar la planta, sino más bien para mantener húmeda la tierra.
Aunque hay una gran variedad, las suculentas se caracterizan por ser plantas que, con mayor o menos efectividad, capturan humedad del ambiente. Y esto ya ofrece pistas para entender el cuidado que hay que tener con el agua.
De fondo, las suculentas son capaces de tolerar mucho mejor la ausencia de agua que un superávit repentino o un encharcamiento. Tenga en cuenta esto, pues puede hacer la diferencia entre la vida y muerte de su suculenta.
Estas plantas, aunque agradecen la luz continua, resienten la radiación directa, que puede quemar sus hojas y, en general, disminuir su crecimiento y desarrollo óptimo. Por esto, se recomiendan como plantas de interiores, preferiblemente.
Entonces, si bien pueden resistir en lugares medianamente sombríos, su belleza reluce con una exposición a luz constante (mas no directa).
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Con la excepción de un cuarto sin ninguna posibilidad de luz o ventilación, algo así como una estancia clausurada, las plantas pueden colonizar prácticamente cualquier espacio de su casa.
Bueno, más que una colonización, se trata más de compañía, decoración, embellecimiento. Todos buenos motivos para recibir plantas en cualquier lugar de un hogar (u oficina), incluyendo la cocina.
Ahora bien, no todas las plantas son aptas para un entorno como la cocina, pues suelen ser entornos con temperaturas por encima del promedio del resto de la casa, así como niveles de humedad más pronunciados.
Además de esto, es clave tener en cuenta si su cocina recibe luz natural de forma directa, indirecta, cuánta. Pues no todas las especies son amigas de la radiación directa, por ejemplo, y hay varias que incluso agradecen más la semisombra que estar al lado de una ventana.
Esta es una pequeña lista de buenas candidatas para tener en cuenta a la hora de equipar o mejorar una cocina, ya que no sólo de ollas y cuchillos vive el hombre.
Calathea
Esta es una especie que tiene una amplia lista de variedades en términos de colores y formas de sus hojas. Pero sin importar esto, siempre ofrecerá una presencia agradable, reconfortante y hasta rotunda: no es una planta mínima, requiere de un cierto espacio, aunque este requisito lo devuelve en belleza.
Lo principal aquí es entender que esta planta viene de bosques húmedos tropicales en países como Brasil y Perú. Y con esto ya van teniendo más sentido sus cuidados.
Al vivir en bosques y no tener una altura de más de un metro (en el mejor de los casos), esta es una planta que accede a una luz muy filtrada y tenue. Esto, traducido a un hogar, implica que su ubicación ideal no es al lado de las ventanas ni en una terraza: los rayos directos del sol son una sentencia de muerte para la calathea.
Por el contrario, es una especie que se adapta muy bien a lugares de semisombra, en los que la luz que llega es menor y, ante todo, no es directa.
Lo segundo aquí es que, al ser originaria de lugares tropicales, está adaptada a vivir en lugares húmedos. Humedad ambiente, que es diferente a frecuencia e intensidad del riego (ya llegaremos a esta parte). Así mismo, su rango de supervivencia en temperatura es entre los 18 y 25 o 26 grados centígrados.
En cuanto a riego, debido a su origen tropical, la calathea requiere una buena cantidad de agua, pero con el cuidado de evitar encharcamientos. La idea es que la primera capa de sustrato esté siempre húmeda. Este precepto guiará la frecuencia e intensidad del riego.
Sansevieria o lengua de suegra
Esta es una planta originaria de África y ampliamente utilizada en casas y oficinas gracias a los beneficios que su follaje ofrece para la decoración de espacios, y sobre todo porque es una especie que se adapta fácilmente , no es sensible a las plagas y requiere pocos cuidados. De hecho se le conoce como la planta indestructible, ideal para aquellos a los que las plantas no les duran mucho.
Las hojas de la sansevieria pueden alcanzar hasta los 50 centímetros de altura y resiste temperaturas elevadas (40º c) e incluso puede soportar hasta algunos grados bajo cero (-5 °C). En términos de temperatura, su adaptabilidad la vuelve en una buena candidata para todo tipo de cocinas: calientes, visitadas por corrientes de aire, al aire libre...
En términos de luz, aunque no requieren recibir sol directo, sí agradecen los espacios con buena iluminación. Como son plantas resistentes, también se pueden adaptar a lugares en los que quizás no reciban tanta luz, pero esto puede retrasar su crecimiento, que de por sí ya es lento: al año pueden nacer en promedio cuatro hojas nuevas.
Para el riego es clave tener en cuenta que no necesita agua en exceso y tan solo hay que regarla cuando la tierra esté completamente seca. Antes de regarla, puede utilizar el truco de introducirle un palito en la tierra para cerciorarse de que al interior no esté húmeda y evitar que se pudra.
Cinta o lazo de amor
Es una planta resistente y relativamente pequeña que no supera los 60 centímetros de altura, de hojas alargadas y verdes con líneas blancas, que pueden llegar a medir 70 centímetros. Sus flores son blancas y pequeñas y soporta muy bien los lugares húmedos, como cocinas o incluso algunos baños.
Necesita luz media y no es conveniente que reciba los rayos directos del sol que pueden quemar sus hojas. Para su buen desarrollo es fundamental mantener el sustrato húmedo y por tanto requiere un buen drenaje para evitar encharcamientos pues sus raíces tuberosas almacenan agua. Las hojas se pueden humectar con un atomizador.
Se trata de una planta perenne que, además, tiene la capacidad de absorber y neutralizar partículas nocivas y por tanto ayuda a limpiar el aire. ¿Cómo lo hace? filtrando el monóxido de carbono y eliminando componentes como el formaldehído, presente en aerosoles, por ejemplo. Y acá hay que hacer una primera salvedad: si bien es cierto que hay múltiples variedades de plantas que tienen propiedades similares para ayudar a purificar el aire, también lo es que no hay consenso entre los investigadores sobre la cantidad de plantas que debe haber en un espacio para lograr que exista realmente un proceso de depuración.
Bromelias
Es una buena opción para añadirle colores intensos a su cocina. Aquí estamos hablando de una planta con unos 60 géneros y unas 1.500 especies, así que la variedad es amplia y los cuidados específicos pueden cambiar entre algunas.
Pero, de forma general, son muy populares en el mundo de la jardinería, pues además de su salvaje belleza suelen ser plantas de cuidados fáciles, lo que las convierte en candidatas ideales para personas que no conozcan mucho de este tema o que, incluso, se piensen como mataplantas.
Su origen tropical ofrece las pautas generales para casi todas las especies de bromelias, incluyendo las más populares para jardinería (especialmente de interiores).
Las bromelias requieren de ambientes cálidos y húmedos para prosperar.
Hay que tener en cuenta acá que si se trata de una especie que en la naturaleza crece encima de los árboles (las llamadas plantas epífitas), las forma y cantidad de riego se diferencia de otras plantas.
Para este caso, lo más importante es mantener la humedad del centro de la roseta. Esto implica regar el centro de la planta al menos un par de veces en la semana. El sustrato en el que esté sembrada, por el contrario, no requiere mayores riegos, pues buena parte del consumo de este líquido se realiza a través de la roseta.
Así mismo, es importante mantener la humedad de las hojas, por lo que se recomienda (especialmente en lugares que sobrepasen constantemente los 25 grados centígrados), atomizar con agua las hojas al menos una vez a la semana.
Dentro de las bromelias epífitas se encuentran dos de las variedades más populares en la jardinería: la llamada Guzmania y la Aechmea (que también se encuentra escrita sin la h intermedia).
Suculentas
Al igual que las bromelias, al hablar de suculentas nos estamos refiriendo a una larga lista de variedades.
Las suculentas son algunas de las plantas más de moda por razones evidentes: tienen una amplia variedad de formas y colores, requieren de muy pocos cuidados y, gracias a sus tamaños, se pueden adaptar a prácticamente cualquier espacio.
Estas son plantas que, con alguna distancia, están emparentadas con los cactus. Por esto, su régimen de agua es bajo: una vez a la semana puede resultar suficiente. Hablamos acá de una regada no para encharcar la planta, sino más bien para mantener húmeda la tierra.
Aunque hay una gran variedad, las suculentas se caracterizan por ser plantas que, con mayor o menos efectividad, capturan humedad del ambiente. Y esto ya ofrece pistas para entender el cuidado que hay que tener con el agua.
De fondo, las suculentas son capaces de tolerar mucho mejor la ausencia de agua que un superávit repentino o un encharcamiento. Tenga en cuenta esto, pues puede hacer la diferencia entre la vida y muerte de su suculenta.
Estas plantas, aunque agradecen la luz continua, resienten la radiación directa, que puede quemar sus hojas y, en general, disminuir su crecimiento y desarrollo óptimo. Por esto, se recomiendan como plantas de interiores, preferiblemente.
Entonces, si bien pueden resistir en lugares medianamente sombríos, su belleza reluce con una exposición a luz constante (mas no directa).
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