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En el mundo de las plantas existen espacios que desempeñan un papel crucial en la conservación del patrimonio biológico de las ciudades. Los jardines botánicos albergan colecciones vivas y documentadas de plantas y son entidades dedicadas a la investigación científica, a la conservación, la exhibición y la educación. Sin embargo, su función más vital es la preservación de la biodiversidad vegetal, ya que sirven como refugio para numerosas especies endémicas, vulnerables y en peligro de extinción.
En la capital esta función la ejerce el Jardín Botánico de Bogotá, que se erige como un símbolo de biodiversidad y conservación en el país. Aunque su enfoque primordial recae en las especies vegetales de los ecosistemas altoandinos y de páramo, el jardín cuenta con una amplia colección proveniente de diversas zonas del país, contando con una extensión aproximada de 20 hectáreas, divididas en 34 colecciones vivas.
Con desafíos para expandir esa diversidad natural y liderando el centro de investigación, María Claudia García, quien anteriormente ocupó el cargo de subdirectora en el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), y ha ejercido como consultora en cambio climático para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), asumió la dirección del Jardín Botánico de Bogotá José Celestino Mutis.
En entrevista con El Espectador, compartió sus perspectivas sobre lo que viene para esta entidad.
¿Cuáles son sus principales objetivos y prioridades como directora del Jardín Botánico?
Tengo tres prioridades claras para el Jardín Botánico. La primera es consolidarlo como un centro de investigación científica de excelencia reconocido a nivel nacional e internacional. Queremos elevar su estatus y visibilidad como líder en la investigación ambiental, especialmente en la conservación de los ecosistemas de páramo y bosque altoandino, que son vitales para Bogotá y su biodiversidad.
La segunda es aprovechar todo el conocimiento y las colecciones biológicas del Jardín para transformar la vida de los ciudadanos. Queremos aplicar la ciencia en soluciones como la agricultura urbana, la restauración ecológica y la adaptación al cambio climático.
Finalmente, la tercera prioridad es fortalecer la educación ambiental y la participación ciudadana. Esto implica establecer alianzas con instituciones, organizaciones, el sector privado y universidades, tanto a nivel local como internacional. Queremos que el Jardín Botánico sea un espacio donde todos puedan aprender sobre la importancia de conservar nuestro entorno y participar activamente en su protección y cuidado. Esto incluye promover programas educativos, talleres y actividades que fomenten una relación más profunda y significativa con la naturaleza.
¿Qué papel juega el Jardín Botánico en la conservación de la biodiversidad y en la adaptación contra el cambio climático?
El papel del Jardín Botánico es crucial en este aspecto, de hecho es uno de sus pilares fundamentales, ya que su mandato principal es la investigación y conservación, tanto de los ecosistemas de páramo, como de la flora bogotana. Es decir, conservarla en sus colecciones, en su banco de semillas y preservar esa diversidad genética. Además, primero, el Jardín alberga colecciones que conservan más de 4000 especies distintas de vegetales y hongos. Segundo, cuenta con una colección in vitro dedicada a la propagación, donde se desarrollan tecnologías para estudiar, caracterizar y propagar esas especies. Además, posee información y colecciones de referencia e investiga sobre la propagación de especies propias de páramos, humedales, bosques altoandinos, comestibles, no comestibles, útiles por sus propiedades medicinales y aquellas que son plantas de soporte ecosistémico.
El Jardín Botánico también desempeña un papel importante en la implementación de soluciones basadas en la naturaleza para enfrentar los desafíos del cambio climático, como las inundaciones, deslizamientos e islas de calor. Esto se logra mediante la combinación de plantas con ingeniería civil, en lo que se conoce como infraestructura verde gris. Bogotá ya cuenta con un Plan de Acción Climática que identifica los sitios de mayor riesgo y propone soluciones basadas en la naturaleza. Ademas, hemos desarrollado la tecnología y el conocimiento para la propagación de huertas urbanas, lo cual permite fortalecer la seguridad alimentaria, uno de los grandes impactos del cambio climático debido a la pérdida de capacidad para producir alimentos.
¿Qué programas o iniciativas está implementando el Jardín Botánico de Bogotá para fomentar la educación ambiental y el conocimiento de la flora local en las nuevas generaciones?
Contamos con una agenda cultural y educativa sumamente amplia. Tenemos diferentes estrategias y programas específicos dirigidos a diversos grupos de población. Club de Ciencias para niños y jóvenes, recorridos por senderos agroecológicos, programa de atención a la educación formal y no formal. También acompañamos la estrategia de Servicio Social Ambiental, fortaleciendo los Proyectos Ambientales Escolares y los universitarios. Tenemos colecciones de herbarios y expediciones botánicas para recolectar especies que no tengamos, realizando la respectiva curaduría.
Toda esta oferta educativa cubre diferentes segmentos: niños, jóvenes, colegios, universidades y otros centros de investigación científica. Traemos científicos de primer nivel para impartir cursos y capacitaciones, a través de convenios con entidades como el CESA y la Universidad Distrital, brindando expertos en diversos campos de la botánica. Tenemos talleres para no botánicos, adultos y profesionales. Además, brindamos formación en huertas, mantenimiento y especies, y realizamos mercados campesinos
Y quiero hacer una mención especial, porque los niños son nuestro socio más curioso e interesado y por ello buscamos impactarle mucho a ellos. Y para hacerlo es crucial invertir más en ciencia, tanto desde la educación escolar como universitaria, porque Colombia tiene un potencial en materia biológica muy amplio que aún no se ha explorado en su totalidad. Debemos creer que la botánica y el conocimiento de las plantas son fundamentales, porque las plantas son la base de la vida. Sin ellas, simplemente no hay vida.
En términos de infraestructura y desarrollo físico del Jardín Botánico, ¿hay planes para seguir mejorando las instalaciones existentes o agregar nuevas atracciones?
Bueno, yo creo que el esfuerzo realizado en los últimos años para renovar la infraestructura del Jardín Botánico merece un verdadero reconocimiento y es realmente admirable. En este momento recibo un Jardín Botánico renovado, fruto de una inversión y un trabajo que llevaba muchos años. Si bien aún quedan algunas pequeñas cosas por terminar en cuanto a infraestructura, no son mayores. Sin embargo, sí puedo decir que próximamente estaremos inaugurando el nuevo Centro de Atención al Visitante, realizado junto al Instituto Distrital de Turismo. Además, estamos haciéndole pequeños ajustes al tropicario, que ha sido galardonado con premios de arquitectura.
El reto para mí, además de culminar esos detalles faltantes, es mantener esta infraestructura y potenciar su uso para todos los programas comunitarios, de educación ambiental y de ciencia en toda la ciudad. Porque el Jardín Botánico no se limita únicamente a estas 20 hectáreas y la infraestructura aquí presente, por maravillosa que sea. Tenemos el desafío de certificar los laboratorios recién construidos: el de biología molecular y el de propagación in vitro. Pero también los 1′400.000 árboles presentes en toda Bogotá, los futuros 15.000 árboles urbanos que plantaremos y las 25.000 huertas urbanas que se extienden por toda la ciudad forman parte del Jardín Botánico: son nuestros activos y nuestra responsabilidad.
¿Cuál considera que es la relevancia del Jardín Botánico como espacio cultural y turístico en la ciudad?
Los jardines botánicos en las principales ciudades del mundo son protagonistas centrales, tanto de la vida cultural, como de la turística. Por ello si viajas, visitas siempre un jardín botánico sea donde sea, eso lo ha reconocido la política de turismo para Bogotá, por lo que por eso estamos haciendo alianzas con el Instituto Distrital de Turismo. Es decir, el Jardín Botánico es la infraestructura perfecta para la vida cultural, contando con un programa completo de Arte y Cultura en la Subdirección Educativa, que integra las colecciones del Jardín con el arte y la cultura, siendo un protagonista principal de la cultura bogotana.
Si fortalecemos esa área, veremos que así se construye ese tejido entre el Jardín y su agenda cultural y educativa con toda la ciudadanía. Por ello mi invitacion es que, si en algún momento uno tiene tiempo libre y puede realizar una actividad turística dentro de su propia ciudad, vengan al Jardín y aproveche este patrimonio que es de todos, que lo use.
Antes de que de terminar yo quisiera invitarlos a que conozcan lo que se nos viene próximamente:
- La próxima semana, el 23 y 24 de mayo, llevaremos a cabo un evento llamado “Ecosistema de Saberes”. Durante estos días, estaremos abordando los desafíos de la ciencia en el Jardín Botánico, junto con científicos que buscan aplicar la ciencia al servicio de la ciudadanía. También exploraremos las líneas de investigación más innovadoras.
- Del 29 al 30 de mayo, tendremos el Foro Agroecología de Colores, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Este foro será una plataforma para discutir temas cruciales de agroecología.
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