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¿Quiere plantas acuáticas? Estos son sus cuidados

Las plantas acuáticas, flotantes, sumergidas o hasta emergentes, son versátiles en su adaptación a diversos ambientes húmedos. Conozca aquí sus cuidados.

La  Huerta
30 de agosto de 2024 - 06:30 p. m.
Es conocida como "la flor en el humo"
Es conocida como "la flor en el humo"
Foto: Pixabay

En el amplio mundo de las plantas, existe un grupo fascinante que ha desafiado el mundo terrestre para conquistar otros dominios: las plantas acuáticas, conocidas científicamente como hidrófitas o higrófitas. Estas, que van más allá de su imagen icónica en la cultura popular - donde a menudo las vemos sirviendo de improvisadas plataformas para sapos saltarines o como escondites para sigilosos cocodrilos - sirven como hábitat de muchos animales, además de cumplir funciones ecológicas como eliminar gases nocivos del aire o purificar el agua.

De hecho, son sorprendentemente variadas en cuanto a los lugares en los que pueden vivir pues han desarrollado diversas estrategias para prosperar en una amplia diversidad de ambientes húmedos: estanques, pantanos, lagos, charcos, estuarios, orillas de ríos, deltas y lagunas marinas.

Esta variedad, según Armando Arévalo, creador y fundador de vivero lotos SAS, una empresa productora y comercializadora de plantas acuáticas y ornamentales, explica que se puedan clasificar en tres tipos:

  • Plantas flotantes: Como su nombre indica, las plantas flotantes se mantienen en la superficie del agua sin necesidad de arraigarse en el fondo. Esto las hace sencillas de cuidar, ya que solo necesitan ser dejadas a flote para prosperar. Además, se destacan porque tienen la capacidad de cubrir parcialmente la superficie del estanque, ayudando a prevenir la proliferación de algas y cumpliendo una función esencial al filtrar y clarificar el agua. Ejemplos incluyen Salvinia natans, Nymphanea, y Phyllantus fluitans.
  • Plantas sumergidas: Las plantas sumergidas desarrollan tanto sus raíces como su follaje completamente bajo el agua, lo que les permite aportar oxígeno al ecosistema acuático y limitar el crecimiento de algas. Estas plantas son cruciales para mantener la salud del agua y apoyar la vida acuática. Ejemplos destacados son Cabomba australis, Egeria densa, y Vallisneria spiralis.
  • Plantas emergentes: Las plantas emergentes se arraigan en el fondo del cuerpo de agua, pero sus hojas, flores y tallos sobresalen por encima de la superficie. Su principal función es proteger y resguardar las orillas, además de proporcionar hábitat para la fauna acuática. Estas plantas también contribuyen a la filtración y clarificación del agua, y destacan por sus flores y follaje atractivos. Ejemplos incluyen Cyperus papyrus, Juncus, y Oryza sativa.

Cuidados

Las plantas acuáticas son verdaderas maestras de la adaptación, pues presentan una sorprendente versatilidad en cuanto a sus requerimientos de luz y temperatura. En su hábitat natural, la mayoría de estas especies prosperan bajo el sol directo o en condiciones de luz intensa, ya que ellas evolucionaron para maximizar la fotosíntesis en entornos donde la luz puede atenuarse al atravesar el agua”, explica Arevalo.

Menciona que en espacios interiores como acuarios o áreas con iluminación controlada, estas plantas requieren luz artificial adecuada que imite las condiciones naturales para garantizar su supervivencia y crecimiento. Sin embargo, la cantidad y calidad de luz requerida varía según el tipo de planta: las flotantes, como la Lemna minor, necesitan menos luz por estar cerca de la superficie, mientras que las plantas sumergidas requieren una iluminación más intensa, generalmente alrededor de 0,4-0,5 vatios por litro de agua. Para lograr esto, se pueden usar tubos fluorescentes amarillos y blancos, que imitan la luz solar.

Para un cuidado óptimo, la iluminación del acuario debe mantenerse entre 10 y 12 horas diarias, seguidas de un período de oscuridad que permite a las plantas descansar y procesar los nutrientes.

“En cuanto a la temperatura, muestran una impresionante tolerancia, adaptándose a un rango térmico amplio que va desde aguas frías de 8 a 10 grados Celsius hasta cálidos estanques tropicales que pueden alcanzar los 36 grados. Esta capacidad para soportar un espectro tan diverso de temperaturas les permite colonizar una variedad de hábitats acuáticos en todo el mundo, desde regiones templadas hasta tropicales”, afirma el experto.

Otro aspecto esencial son los nutrientes y el sustrato, puesto que, aunque algunas plantas pueden prosperar sin sustrato si se les proporciona abono líquido, uno rico en minerales y oligoelementos puede mejorar significativamente su crecimiento. Por ello, al elegir el sustrato, es fundamental considerar el tamaño de la grava (idealmente entre 3 y 5 mm de diámetro) y las necesidades específicas de cada especie, dependiendo de si requiere o no este tipo de soporte.

En cuanto a nutrientes, se pueden usar fertilizantes líquidos o solubles cada 4-6 semanas, teniendo cuidado de no exceder las dosis recomendadas.

Condiciones del agua

Tenga en cuenta que la salud de las plantas depende en gran medida de la calidad del agua, por ello debe tener en cuenta lo siguiente:

  • Prefieren un pH ligeramente ácido, sin embargo, muchas especies pueden adaptarse bien a condiciones neutras si reciben suficiente luz y CO2.
  • Para el cultivo en agua, es mejor usar agua natural o del grifo (dejándola reposar para que el cloro se evapore) en lugar de agua purificada, que carece de minerales esenciales.

Por otro lado, según Arévalo, un desafío común para los entusiastas de los ecosistemas acuáticos es controlar el crecimiento de algas en estanques y acuarios y es que la proliferación de algas suele ser resultado de un desequilibrio en el ambiente, causado principalmente por exceso de luz, exposición al sol y, sobre todo, una sobrecarga de nutrientes en el agua.

Para combatir este problema, según el experto, existen tanto métodos naturales como mecánicos artificiales:

  1. Plantas oxigenadoras: La introducción de plantas como las Vallisneria (comúnmente conocidas como “Balis”) es una estrategia natural efectiva. Estas plantas compiten directamente con las algas por los nutrientes, especialmente nitritos y nitratos, ayudando a mantener el equilibrio del ecosistema acuático. Además, al absorber el exceso de nutrientes, estas no solo previenen el crecimiento de algas, sino que también mejoran la calidad general del agua.
  2. Filtración UV: Para quienes prefieren un enfoque más tecnológico, la instalación de una lámpara UV en el sistema de filtración es una solución eficaz. Este método implica hacer circular el agua del estanque o acuario a través de un filtro equipado con una lámpara UV mediante una bomba, esta luz elimina las algas microscópicas, manteniendo el agua cristalina. Aunque es un método mecánico, resulta muy eficiente para el control de algas.
  3. Equilibrio natural: La clave para un control de algas a largo plazo reside en crear un ecosistema equilibrado. Esto se logra principalmente mediante la incorporación de una variedad de plantas acuáticas. Estas no solo compiten con las algas por los nutrientes, sino que también proporcionan oxígeno y hábitat para otros organismos acuáticos.
  4. Mantenimiento regular: Además de estos métodos, es crucial realizar un mantenimiento regular. Esto incluye la limpieza periódica de las paredes del acuario o estanque para eliminar las algas adheridas, el control de la alimentación para evitar el exceso de nutrientes, y el monitoreo de los niveles de luz para prevenir la sobreexposición.

“Las plantas acuáticas son notablemente resistentes a enfermedades, aunque ocasionalmente pueden sufrir daños menores por insectos depredadores que se alimentan de sus hojas. Sin embargo, estos incidentes rara vez representan una amenaza significativa para la salud general de la planta, lo mejor que puede hacer es tener el cuidado riguroso de su espacio y darle las condiciones necesarias que necesitan para que prosperen de la mejor manera”, dice el experto.

En cuanto a la propagación, agrega que es sorprendentemente sencilla y puede realizarse a través de diversos métodos:

  • Rizomas: Muchas especies se propagan mediante la división de sus rizomas subterráneos.
  • División de plantas: Simplemente separando las plantas maduras en secciones más pequeñas.
  • Semillas: Algunas especies, como los lotos y el Nelumbo, producen semillas viables.
  • Reproducción vivípara: Ciertas plantas desarrollan pequeños brotes o plántulas directamente en sus hojas, que pueden separarse y plantarse individualmente.

Tenga en cuenta:

  • Evite arrancar las hojas: Las hojas de las plantas acuáticas son esenciales para la fotosíntesis y el crecimiento. Arrancarlas puede debilitar la planta y dificultar su recuperación.
  • Manipule con cuidado: Al plantar, podar o limpiar el acuario, sujete las plantas por el tallo o las raíces. Las hojas son muy delicadas y pueden dañarse fácilmente.
  • Evite el exceso de fertilizante: Si bien algunas plantas acuáticas pueden beneficiarse de una fertilización ligera, un exceso puede causar un crecimiento excesivo de algas y dañar a las plantas.
  • Otro: La inyección de CO₂ puede acelerar el crecimiento de las plantas y mejorar su coloración, ya que es algo necesario para ellas para crecer.

¿Qué plantas puede tener como principiante?

“Depende mucho de lo que se quiera, sin embargo, para los jardineros principiantes, las plantas acuáticas como los nenúfares y los lotos ofrecen una excelente oportunidad de iniciarse en este fascinante mundo, puesto que pueden cultivarse con relativa facilidad en pequeñas poncheras o estanques, requiriendo principalmente luz directa en un balcón o patio soleado. Y, con cuidados básicos, estas plantas recompensan al cultivador con floraciones constantes, convirtiéndose en una opción ideal para aquellos que buscan añadir un toque de exotismo a sus espacios verdes”, dice Arévalo.

Otras recomendaciones son:

  • Lirios Acuáticos: Pertenecientes al género Iris, sus flores, con formas delicadas y una amplia gama de colores que van desde el blanco puro hasta el púrpura intenso, flotan sobre la superficie del agua creando un espectáculo visual impresionante. Estas plantas requieren de suelos húmedos o incluso sumergidos, y aprecian la luz solar directa.
  • Juncos: Del género Juncus, son plantas perennes cuyos tallos largos y flexibles, a menudo de color verde oscuro, se elevan por encima del agua. Este tipo de plantas son muy adaptables y pueden crecer en una variedad de condiciones, desde suelos húmedos hasta completamente sumergidos.
  • Achiras (Canna spp.): Las achiras, también conocidas como cañas de India, son plantas tropicales que destacan por sus grandes hojas exóticas y flores vibrantes. Sus hojas, de forma ovalada y tamaño considerable, pueden ser de un verde sólido o presentar vetas en tonos más claros. Para mantenerlas saludables, requieren suelos húmedos y ricos en nutrientes, y disfrutan de la luz solar plena. Son ideales para crear un ambiente tropical en el jardín.

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