Una de las características que introdujo la pandemia de covid-19 en el mundo, además de la inflación por las nubes y otros desastres económicos, fue una explosión en el renglón de la jardinería urbana.
¿Qué pasó, cuál es la razón de esa explosión verde?
Bueno, tiene que ver mucho con el momento y las complicaciones de la pandemia, pero también con los valores y beneficios de las plantas.
Los encierros derivados de las cuarentenas, hicieron que el contacto con la naturaleza dejara de ser algo que dábamos por descontado.
Y ahí entran las plantas con su presencia rejuvenecedora y su silente, pero siempre presente, compañía.
Es común querer contar con los beneficios y belleza que aportan las plantas no sólo en espacios comunes de la casa o en un jardín exterior, sino en las habitaciones.
Pero hay que tener cuidado con algunos aspectos antes de dar este paso.
La cantidad importa
Sí es posible, y hasta aconsejable desde algunos puntos de vista (como salud mental), tener plantas en el dormitorio. Pero uno de los primeros puntos a tener en cuenta es que la cantidad es clave.
“No es recomendable dormir con exceso de plantas en la habitación porque sí es evidente que el ciclo inverso de la fotosíntesis puede generar monóxido de carbono. Tiene que existir una corriente de aire que libere y deje circular ese aire. Cuando tú te encierras en la habitación, estás cambiando las condiciones naturales y eso tiene sus consecuencias”, explica el biólogo Fernando Dueñas Valderrama.
“Una planta vale, pero si vas a dormir en un invernadero y no hay buena circulación de aire te puede afectar la salud, obviamente”, finaliza Dueñas.
Los tipos de plantas
Así como es clave tener en cuenta la cantidad de plantas que introduzca en su habitación, también es importante el tipo, la variedad que escoja.
No todas las plantas son de interiores, para comenzar. No todas soportan lugares algo más sombreados, por ejemplo, o temperaturas más altas que una sala de estar.
Una de las preferidas es el potus, que es bastante resistente y no requiere grandes cuidados. Usualmente, se usa para decorar lugares públicos, por la facilidad de mantenimiento. Se adapta fácilmente a las temperaturas de entre 17 °C y 30 °C y elimina los compuestos formaldehído, xileno y benceno.
Si tiene un buen espacio, la lengua de suegra también podría venir bien, pues no sólo es práctica, sino que también ayuda a limpiar el aire, pues se destaca por la eliminación de compuestos como benceno, xileno, tolueno, tricloroetileno y formaldehído.
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