Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El Jardín Botánico Jorge Ignacio Hernández Camacho, ubicado en el municipio de Caucasia, en el Bajo Cauca, es un referente en conservación y estudio de la flora nativa de la región. Este espacio combina la preservación ambiental con la promoción de la educación ecológica, sirviendo como un centro para la investigación científica y el aprendizaje comunitario. Desde su fundación, el jardín ha trabajado en la recuperación de especies de plantas propias de los ecosistemas locales, muchas de ellas amenazadas por actividades humanas. Su enfoque principal está en integrar a la comunidad en procesos de conservación y en ofrecer un espacio recreativo que fomente la apreciación por la biodiversidad.
Un jardín hidrobotánico es un espacio dedicado a la conservación, investigación y educación ambiental, pero con un enfoque especial en los ecosistemas acuáticos y el manejo sostenible del agua. Este tipo de jardín combina la flora terrestre con especies asociadas a cuerpos de agua, humedales y zonas inundables. Su diseño generalmente incluye elementos como estanques, ríos artificiales y vegetación adaptada a condiciones húmedas. Además, promueve una cultura del agua, fomentando la importancia de este recurso vital en la sostenibilidad ambiental y social.
Por otro lado, un jardín botánico es un espacio más amplio en su alcance, enfocado en la conservación, el estudio y la exhibición de plantas de diversos ecosistemas, tanto locales como exóticos. Si bien algunos jardines botánicos pueden incluir secciones dedicadas a especies acuáticas, no priorizan estos ecosistemas como un aspecto central. Su propósito principal es la educación ambiental, la recreación y el fortalecimiento del conocimiento sobre la biodiversidad vegetal en general.
La diferencia clave entre ambos radica en el enfoque: mientras el jardín botánico abarca una diversidad de plantas en su conjunto, el jardín hidrobotánico se especializa en la relación entre las plantas y los recursos hídricos, integrando estrategias para la gestión sostenible del agua.
Además de su labor ambiental, el Jardín Hidrobotánico Jorge Ignacio Hernández Camacho se destaca por su contribución cultural. A través de actividades educativas y talleres, sensibiliza a los visitantes sobre la importancia del equilibrio ecológico y la riqueza natural de la región. Este espacio se ha convertido en un símbolo de identidad local y en un punto de encuentro para quienes buscan reconectar con la naturaleza. Su accesibilidad y las actividades ofrecidas hacen que sea un lugar ideal para personas de todas las edades, consolidándose como un pulmón verde y un motor de concientización ambiental en la región del Bajo Cauca.
Para conocer más de esta fundación botánica, El Espectador habló con Claudia Cadavid, su directora
🍂🌺 🌼Le podría interesar: Descubrimientos y conservación: la misión del Jardín Botánico del Magdalena
¿Cómo y cuándo surgió el Jardín Hidrobotánico Jorge Ignacio Hernández Camacho?
Comenzó como un sueño compartido por algunos ciudadanos y docentes de Caucasia en los años 90. Todo inició con la lucha por la creación de la “Reserva Natural Cañafístula”, lograda tras recuperar judicialmente los terrenos designados para este propósito mediante un Acuerdo Municipal. Este proceso contó con el apoyo de la Fundación Para la Defensa del Interés Público (FUNDEPUBLICO). Posteriormente, un grupo de docentes de la Institución Educativa Liceo Consejo Municipal propuso la creación de un Jardín Botánico, idea que fue acogida por ciudadanos del Grupo Ecológico Recuperar de Caucasia. Juntos conformaron el Grupo de Trabajo Pro-Jardín Botánico para Caucasia.
En 2003, esta iniciativa fue presentada al alcalde de ese entonces, José Vicente Delgado, quien gestionó su aprobación a través del Concejo Municipal. El proyecto fue formalizado mediante el Acuerdo No. 017 del 5 de septiembre de 2003, designando el predio de la “Reserva Natural Cañafístula” como su sede física.
Desde entonces, el Jardín Hidrobotánico se ha consolidado como un espacio único en Colombia, cumpliendo con los requisitos legales y técnicos para su institucionalización, contando con el apoyo de entidades como el Instituto Alexander Von Humboldt y CORANTIOQUIA.
¿Y cuál era el objetivo principal de crear este jardín?
El objetivo principal de crear el Jardín Hidrobotánico Jorge Ignacio Hernández Camacho ha sido proporcionar un espacio dedicado a la investigación de la flora regional del Bajo Cauca, la preservación de los recursos naturales y la educación ambiental y cívica. Se buscaba fomentar una cultura del agua mediante su gestión integrada y ofrecer un sitio que promoviera valores como el respeto y el reconocimiento del territorio.
El Jardín también pretendía convertirse en un espacio multifuncional para los ciudadanos, con actividades recreativas, ecoturismo, encuentros comunitarios y sensibilización ambiental. Su valor como patrimonio ambiental de Caucasia lo posiciona como un pulmón de la ciudad y un lugar diseñado para el esparcimiento sano y acogedor de la comunidad.
A pesar de los desafíos, como la falta de vigilancia, el vandalismo y la contaminación, la Fundación Jardín Hidrobotánico ha mantenido su compromiso, realizando actividades de extensión como programas de sensibilización ambiental, creación de espacios culturales y formulación de proyectos para el desarrollo regional, logrando alianzas importantes que han impactado positivamente a la región y al país.
¿Ha logrado cumplir con estos objetivos hasta ahora?
La Fundación Jardín Hidrobotánico ha trabajado arduamente en acciones de extensión para mitigar este impacto y continuar con su misión. Entre sus logros destacan la elaboración del Protocolo Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Mercurio, en colaboración con instituciones de salud nacionales e internacionales, y la realización de eventos como el primer encuentro ecoregional de escritores de la Gran Mojana y la creación del club de caminantes.
Adicionalmente, la Fundación ha formulado propuestas significativas como el Plan de Desarrollo Rural con Enfoque Territorial para el Bajo Cauca Antioqueño y el Plan de Acción para la Modernización del Movimiento Comunal en Caucasia, además de coordinar el Plan de Desarrollo Municipal en una administración anterior. A través de estos proyectos, ha demostrado su compromiso con la protección ambiental y el desarrollo regional, pese a los retos que enfrenta el Jardín.
¿Qué proyectos adelantan actualmente en investigación, conservación y educación?
Actualmente, la Fundación Jardín Hidrobotánico Jorge Ignacio Hernández Camacho lleva a cabo varios proyectos que abordan aspectos de investigación, conservación y educación. Uno de los proyectos más destacados es el trabajo realizado sobre la Clínica del Mercurio, en colaboración con el médico toxicólogo Santiago Español Cano. Este proyecto incluyó la formación e información de profesionales de la salud, líderes comunitarios y autoridades locales, lo que resultó en la creación del Protocolo Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Mercurio. Este protocolo ha tenido un impacto importante a nivel nacional, beneficiando la salud pública en las regiones afectadas por la contaminación por mercurio.
En términos de conservación y educación ambiental, la Fundación sigue luchando por la preservación de la flora regional del Bajo Cauca, a pesar de la falta de apoyo institucional. El jardín se ha convertido en un espacio crucial para la educación ambiental y la creación de una cultura del agua, enfocada en la gestión integrada de los recursos hídricos. Además, se esfuerzan por garantizar que el jardín sea un lugar de recreación, ecoturismo y promoción de valores cívicos, contribuyendo a la educación sobre el respeto y el reconocimiento del territorio.
Dentro de sus iniciativas comunitarias, la Fundación ha creado el Club de Caminantes y organizado el Primer Encuentro Ecoregional de Escritores de la Gran Mojana. Asimismo, ha formulado importantes propuestas, como el Desarrollo Rural con Enfoque Territorial para el Bajo Cauca Antioqueño, en colaboración con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (INCODER). Estas iniciativas buscan mejorar las condiciones sociales y económicas de la región, impulsando el desarrollo sostenible.
A nivel organizacional, la Fundación ha fortalecido su estructura interna. Ha avanzado en la mejora de la gerencia y administración, estableciendo reglamentos, políticas y procedimientos que optimizan su funcionamiento. Esto ha permitido mejorar la participación de los asociados, conformando comités y grupos de trabajo que contribuyen a la gestión y fortalecimiento de la Fundación. En resumen, a pesar de los desafíos que enfrenta, la Fundación continúa con su misión de proteger y promover el Jardín Hidrobotánico como un patrimonio ambiental y cultural de la región.
¿Qué desafíos ha enfrentado para cumplir con estos objetivos?
Ha enfrentado múltiples desafíos en su esfuerzo por alcanzar sus objetivos. Uno de los principales problemas fue la falta de un direccionamiento estratégico claro y la ausencia de evaluación en su gestión. Este vacío generó una desconexión entre la dirección y la Junta Directiva (J.D.), así como el desconocimiento de las responsabilidades y de la información financiera y contable por parte de los asociados. Además, los órganos de control no funcionaban adecuadamente, y los de dirección y administración carecían de reglamentos y políticas que garantizaran una gestión estructurada.
En términos financieros, la Fundación mostró un manejo deficiente de los pasivos, con balances que reflejaban deudas acumuladas y sin soportes claros para justificar pagos realizados. Entre 2011 y 2015, los pasivos fluctuaron, pasando de $154.016.565 en 2011 a $317.282.699 en 2015, sin información consistente de varios años intermedios, como 2012, 2014 y 2015.
En cuanto a la operatividad, la falta de mantenimiento en la infraestructura y el manejo inadecuado de residuos dificultaron la prestación de servicios del jardín. Además, no existía un inventario ni claridad sobre las donaciones recibidas. Las relaciones con la comunidad e instituciones locales se vieron afectadas por la desconfianza hacia la gestión de la Fundación, y la ausencia de un plan de medios limitó la visibilidad de sus acciones.
A pesar de estos desafíos, en los últimos años se han tomado medidas para promover el fortalecimiento interno de la organización, incluyendo reformas a los estatutos, el diseño de un plan estratégico y el saneamiento de parte de las finanzas, logrando reducir los pasivos en algunos periodos. Sin embargo, el Jardín sigue enfrentando el reto de consolidarse como un espacio funcional, sostenible y atractivo para la comunidad.
¿Qué papel ha jugado la comunidad en el desarrollo del Jardín Botánico?
La comunidad ha tenido un papel clave en el desarrollo del Jardín Botánico, especialmente en su defensa y preservación frente al abandono institucional. Líderes comunitarios y asociados han trabajado para mantener el espacio a pesar de los desafíos, promoviendo actividades educativas, culturales y recreativas. Sin embargo, también ha habido desafíos de participación y comunicación interna que han limitado una articulación efectiva entre la dirección y la Junta Directiva, lo que ha impactado negativamente en la capacidad de la comunidad para influir de manera más amplia en su gestión.
¿Cuáles son los planes a futuro?
El Jardín Botánico tiene como planes futuros consolidar un proceso de reestructuración y fortalecimiento interno para mejorar su operatividad. Entre las metas está el mejoramiento de la infraestructura, con una inversión proyectada de $120,000,000, y la promoción de actividades orientadas a la recreación, educación ambiental y ecoturismo. Además, se busca establecer alianzas interinstitucionales para transformar el Jardín en un espacio acogedor y sostenible, que funcione como un pulmón verde de la ciudad y un patrimonio ambiental para toda la comunidad.
En términos culturales, ¿cuál es la importancia del Jardín para la comunidad?
El Jardín Botánico es un espacio culturalmente significativo para la comunidad, ya que fomenta la educación ambiental, la promoción de valores y el respeto por el territorio. Se ha convertido en un punto de encuentro y un sitio para actividades culturales, como eventos literarios y comunitarios, que contribuyen al fortalecimiento de la identidad regional. Asimismo, es un símbolo de conservación y gestión del medio ambiente, ofreciendo oportunidades para la reflexión sobre la sostenibilidad y el patrimonio natural.
¿Qué es lo más especial que tiene este espacio?
Lo más especial del Jardín es su función como un pulmón verde para la ciudad y su dedicación a la conservación de la flora regional del Bajo Cauca. Es un espacio que combina investigación, educación y recreación, ofreciendo a la comunidad un lugar donde conectarse con la naturaleza y aprender sobre la biodiversidad local. Además, su capacidad de resiliencia frente a la falta de apoyo institucional lo convierte en un ejemplo de compromiso comunitario y ambiental.
🌳 ☘️ 🌿 Encuentre en La Huerta toda la información sobre plantas, jardinería, cultivos y siembra. 🍂🌺 🌼