Romero: una planta a mitad de camino entre el aroma, la medicina y la cocina
Esta es una planta considerada como aromática, así como medicinal y una hierba culinaria. Una especie versátil y fácil de cuidar.
El romero es una planta con una versatilidad amplia, una especie que se desempeña bien en la sala, en la botica o en la cocina. Si se quiere, el romero es como uno de esos artistas que les va bien en cine, en la música y en el teatro.
Sus propiedades aromáticas son indiscutibles. Pero más que oler rico, que claro que lo hace, el romero tiene propiedades medicinales estudiadas y documentadas.
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De acuerdo con el “Vademécum Colombiano de Plantas Medicinales”, publicado en 2008 por el entonces Ministerio de la Protección Social, el romero tiene propiedades antiinflamatorias, diuréticas, antioxidantes, bactericidas, antisépticas y cicatrizantes. Se utiliza también para los problemas de migraña, y en manifestaciones de colesterol alto. También es empleado para la disminución de la generación de gases en el tubo digestivo.
Cuidados del romero
Es una planta de origen mediterráneo, ampliamente usada en cocinas de esta región del planeta.
Su origen ofrece las pautas en términos de riego y luz, que ya expondremos. Según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), el romero puede crecer de forma óptima en alturas que van desde los 1.500 metros sobre el nivel del mar, hasta pasados los 2.500. “Se desarrolla mejor en los suelos con alta materia orgánica. Crece adecuadamente a plena luz y prefiere lugares templados que brinden protección contra vientos fuertes”, según el ICA.
Es una planta que necesita grandes cantidades de luz, no importa si incluso es sol directo. Esto permite, entonces, que funcione como planta tanto para interiores, como exteriores. Eso sí, con el debido cuidado de no exponerla a vientos fuertes, como advierte el ICA. Entonces, si se trata de una terraza en altura, mejor plantarlo en una matera al interior de la vivienda.
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En términos de riego, por ser una planta de origen mediterráneo, sus condiciones ideales no incluyen la humedad permanente. Esto no quiere decir que deba permanecer seca tampoco, pero sí implica que soporta mejor la falta de riego que el exceso o los encharcamientos.
Entonces, dependiendo de la temperatura ambiente, el romero puede ser regado entre una y dos veces por semana, con el debido cuidado de tener un buen drenaje en sustrato y matera para evitar la acumulación de agua que debilita las raíces y, en general, el crecimiento de toda la planta. La medida ideal es tener la tierra no muy seca, no muy húmeda (la comprobación se puede hacer enterrando un palo en la tierra para verificar el estado del suelo en sus capas más profundas).
En cuanto a plagas, una de las más comunes en el romero, según el ICA, es la llamada cochinilla algodonosa (también conocida como harinosa). Otro de los visitantes no deseados en esta planta puede ser el hongo conocido como oídio.
Por lo general, las cochinillas se alimentan de la savia, el líquido que corre por el interior de las plantas y que transporte los nutrientes necesarios para su subsistencia. Por esta razón, la aparición de la cochinilla algodonosa implica el decaimiento instantáneo de la planta y, con algo de tiempo, puede llevar a su muerte.
Lea también: Plantas aromáticas: cinco opciones buenas, bonitas y fáciles de cuidar
La cochinilla se puede detectar fácilmente cuando se encuentra en las hojas, aunque también prefiere lugares menos expuestos (tanto a depredadores naturales, como al ojo humano). Es muy común encontrarla en el revés de las hojas, en la intersección con los tallos. Y también en las partes más bajas de la planta, cerca a la tierra, en donde las nervosidades y pliegues de los tallos hace más difícil ubicarla.
Un síntoma ineludible de que este insecto ha llegado a su planta es la aparición de una sustancia viscosa encima de las hojas. Esta es una especie de melaza que secretan las cochinillas, con la intención de atraer hormigas que, a su vez, funcionan como una línea de defensa frente a depredadores naturales de éstas.
La cochinilla es un asunto tan común, como peligroso y molesto. Pero no tema, aquí le explicamos cómo tratar con esta plaga.
En el caso del oídio, el síntoma que delata su presencia es la aparición de un polvillo blanco en las hojas de la planta, como si se tratara de ceniza.
El oídio es un hongo que puede afectar a una amplia variedad de plantas: desde vegetales hasta plantas ornamentales y puede caer en especies que estén plantas en macetas y al interior de una vivienda, como en suelo firme en exteriores.
Puede encontrar una guía más completa sobre características y tratamiento de esta plaga aquí.
🌳 ☘️ 🌿 Encuentre en La Huerta toda la información sobre plantas, jardinería, cultivos y siembra. 🍂🌺 🌼
El romero es una planta con una versatilidad amplia, una especie que se desempeña bien en la sala, en la botica o en la cocina. Si se quiere, el romero es como uno de esos artistas que les va bien en cine, en la música y en el teatro.
Sus propiedades aromáticas son indiscutibles. Pero más que oler rico, que claro que lo hace, el romero tiene propiedades medicinales estudiadas y documentadas.
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De acuerdo con el “Vademécum Colombiano de Plantas Medicinales”, publicado en 2008 por el entonces Ministerio de la Protección Social, el romero tiene propiedades antiinflamatorias, diuréticas, antioxidantes, bactericidas, antisépticas y cicatrizantes. Se utiliza también para los problemas de migraña, y en manifestaciones de colesterol alto. También es empleado para la disminución de la generación de gases en el tubo digestivo.
Cuidados del romero
Es una planta de origen mediterráneo, ampliamente usada en cocinas de esta región del planeta.
Su origen ofrece las pautas en términos de riego y luz, que ya expondremos. Según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), el romero puede crecer de forma óptima en alturas que van desde los 1.500 metros sobre el nivel del mar, hasta pasados los 2.500. “Se desarrolla mejor en los suelos con alta materia orgánica. Crece adecuadamente a plena luz y prefiere lugares templados que brinden protección contra vientos fuertes”, según el ICA.
Es una planta que necesita grandes cantidades de luz, no importa si incluso es sol directo. Esto permite, entonces, que funcione como planta tanto para interiores, como exteriores. Eso sí, con el debido cuidado de no exponerla a vientos fuertes, como advierte el ICA. Entonces, si se trata de una terraza en altura, mejor plantarlo en una matera al interior de la vivienda.
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En términos de riego, por ser una planta de origen mediterráneo, sus condiciones ideales no incluyen la humedad permanente. Esto no quiere decir que deba permanecer seca tampoco, pero sí implica que soporta mejor la falta de riego que el exceso o los encharcamientos.
Entonces, dependiendo de la temperatura ambiente, el romero puede ser regado entre una y dos veces por semana, con el debido cuidado de tener un buen drenaje en sustrato y matera para evitar la acumulación de agua que debilita las raíces y, en general, el crecimiento de toda la planta. La medida ideal es tener la tierra no muy seca, no muy húmeda (la comprobación se puede hacer enterrando un palo en la tierra para verificar el estado del suelo en sus capas más profundas).
En cuanto a plagas, una de las más comunes en el romero, según el ICA, es la llamada cochinilla algodonosa (también conocida como harinosa). Otro de los visitantes no deseados en esta planta puede ser el hongo conocido como oídio.
Por lo general, las cochinillas se alimentan de la savia, el líquido que corre por el interior de las plantas y que transporte los nutrientes necesarios para su subsistencia. Por esta razón, la aparición de la cochinilla algodonosa implica el decaimiento instantáneo de la planta y, con algo de tiempo, puede llevar a su muerte.
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La cochinilla se puede detectar fácilmente cuando se encuentra en las hojas, aunque también prefiere lugares menos expuestos (tanto a depredadores naturales, como al ojo humano). Es muy común encontrarla en el revés de las hojas, en la intersección con los tallos. Y también en las partes más bajas de la planta, cerca a la tierra, en donde las nervosidades y pliegues de los tallos hace más difícil ubicarla.
Un síntoma ineludible de que este insecto ha llegado a su planta es la aparición de una sustancia viscosa encima de las hojas. Esta es una especie de melaza que secretan las cochinillas, con la intención de atraer hormigas que, a su vez, funcionan como una línea de defensa frente a depredadores naturales de éstas.
La cochinilla es un asunto tan común, como peligroso y molesto. Pero no tema, aquí le explicamos cómo tratar con esta plaga.
En el caso del oídio, el síntoma que delata su presencia es la aparición de un polvillo blanco en las hojas de la planta, como si se tratara de ceniza.
El oídio es un hongo que puede afectar a una amplia variedad de plantas: desde vegetales hasta plantas ornamentales y puede caer en especies que estén plantas en macetas y al interior de una vivienda, como en suelo firme en exteriores.
Puede encontrar una guía más completa sobre características y tratamiento de esta plaga aquí.
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