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Secado floral: cinco formas en las que puede preservar una flor

El secado de flores es una técnica versátil que permite conservar una amplia variedad de especies florales, prolongando su belleza y utilidad en el tiempo. Conozca cómo hacerlo.

La  Huerta
27 de agosto de 2024 - 12:58 a. m.
Cinco formas de preservar una flor
Cinco formas de preservar una flor
Foto: Pixabay

Si ha considerado conservar por más tiempo las flores que le regalan, el secado es una opción accesible y fácil, pues se trata de un método que no solo prolonga la vida útil de los ramos, sino que también es una práctica más sostenible y ecológica. Esto se debe a que mientras que un ramo fresco puede durar solo unos pocos días, las flores secas pueden embellecer su hogar durante meses e incluso años.

El secado floral es una técnica artesanal que consiste en eliminar gradual y metódicamente la humedad de las plantas para conservar sus características estéticas más allá de su ciclo vital. Este proceso, que requiere precisión y paciencia, permite mantener la forma, el color y la textura de las flores y follajes, y ha sido usado a lo largo de la historia de la humanidad para decoración, medicina, moda y arte.

Y es que una de las principales ventajas de este método es su versatilidad, ya que permite conservar una amplia variedad de especies florales como las clásicas rosas y las delicadas hortensias hasta las coloridas margaritas. Lo mejor es que cada especie aporta su propia textura, forma y tonalidad al arte del secado, ofreciendo así infinitas posibilidades creativas.

Aquí le explicamos cinco maneras de secado fácil y rápido para que lo intente en su casa

1. Prensado floral

La técnica de prensado de plantas permite conservar y apreciar en detalle las características de hojas y flores a lo largo del tiempo. Aunque parece sencilla, requiere paciencia, atención al detalle y un conocimiento específico de cada especie vegetal. Esto se debe a que cada planta tiene características únicas que afectan cómo deben ser prensadas, por ejemplo, algunas especies tienen flores más delicadas o sensibles a la humedad, lo que puede causar marchitamiento o daños si no se manejan correctamente. Además, algunas plantas liberan más agua que otras, lo que puede llevar a la aparición de moho si no se secan adecuadamente. Esta práctica es ideal para crear herbarios personales y enriquecer las observaciones naturalistas.

Luego siga estos pasos:

  • Preparación: Distribuya uniformemente las flores en la prensa o entre hojas de papel mantequilla, asegurándose de no mezclar tamaños diferentes para evitar desniveles. A continuación, presione con suavidad, ajustando la presión gradualmente cada uno o dos días. Puede usar cuerdas para apretar la prensa o colocar una pila de libros encima.
  • Proceso: Cambie el papel cada 4 días para flores húmedas y monitoree constantemente.
  • Secado: El proceso de secado toma entre 2 y 3 semanas. Durante este tiempo, es importante mantener la prensa en un lugar seco y a temperatura ambiente. Evite la exposición a la luz solar directa y fuentes de calor, ya que esto podría provocar la aparición de moho y comprometer la calidad del prensado.
  • Post-prensado: Abra la prensa con cuidado y utilice pinzas para retirar las flores. Si alguna se adhiere al papel, emplee un cuchillo fino o una espátula para desprenderla suavemente sin dañarla.

2. Secar flores al aire

El secado al aire es una técnica ideal para preservar ramos de flores naturales, especialmente aquellos con tallos largos y delicados, pues aprovecha la ventilación natural de un espacio, lo que ayuda a mantener mejor el volumen y la forma original de las flores.

Esta técnica es especialmente efectiva para ramos ya formados y flores robustas, como las rosas, así como para variedades pequeñas y duraderas, como la lavanda. Para flores de tallo largo, se aconseja agrupar hasta diez ejemplares similares en un solo ramo durante el secado. Sin embargo, en el caso de floraciones más grandes, como hortensias o rosas individuales, es recomendable secarlas por separado para asegurar resultados óptimos.

Teniendo eso en cuenta, siga estos pasos:

  • Preparación: Elimine el exceso de follaje y recorte los tallos, asegurándose de que midan al menos 15 cm. Luego, divida las flores en pequeños ramos de 6 a 7 unidades del mismo tipo.
  • Secado: Cuelgue los ramos boca abajo en un lugar cálido, oscuro y bien ventilado. Utilice una cuerda para atarlos y ajuste la tensión conforme las flores pierdan agua y volumen.
  • Proceso: El secado puede durar entre 15 y 30 días. Durante este tiempo, revise regularmente el estado de las flores. Sabrá que están listas cuando los pétalos crujan al tocarlos y se sientan rígidos. Una vez secas, puede pulverizarlas con laca para una mejor preservación.

Consejos:

  • Evite la luz solar directa para mantener el color.
  • No use flores con alto contenido de agua, como lirios o margaritas.
  • Los colores naranja y amarillo se conservan mejor, en cuanto a los azules o los morados tienden a oscurecerse.
  • Comience el proceso con flores recién cortadas para evitar la pérdida de pétalos.

3. Secar flores con calor

El secado de flores con calor es una alternativa rápida y eficaz al método tradicional de secado al aire libre y para este existen dos técnicas principales: el uso del horno convencional y el microondas. Aunque estos métodos consumen más energía, ofrecen resultados más rápidos y, en muchos casos, permiten conservar mejor la forma y el color original de las flores.

Sin embargo, tenga en cuenta que estos métodos no son adecuados para flores con tallos largos o pétalos pegajosos, como las passifloras o ciertas especies de orquídeas. Por ello, es fundamental experimentar con diferentes tiempos y temperaturas de secado según el tipo y tamaño de las flores, además, debe asegurarse de que estén completamente secas antes de manipularlas.

Secado en horno:

  • Preparación: Asegúrese de que el horno esté bien ventilado para evitar la acumulación de humedad, ya que podría dañar las flores. Tenga en cuenta que las que son más grandes o con tallos gruesos pueden tardar más en secarse.
  • Variedad de flores: Algunas flores, como las rosas o las orquídeas, pueden perder su forma original al secarse en el horno. Es recomendable experimentar con diferentes variedades y ajustar las temperaturas para obtener los mejores resultados.
  • Secado: Coloque las flores en una bandeja forrada con papel para hornear o un material similar. Luego, ajuste el horno a una temperatura de 40-70°C y mantenga esta temperatura durante 2-3 horas. Este rango de temperatura proporciona un control adecuado y es ideal para flores delicadas. Para evitar que se quemen, vigile el proceso constantemente y deje la puerta del horno ligeramente abierta para permitir la circulación del aire y evitar un secado excesivo.

Secado en microondas:

  • Preparación: Corte los tallos de las flores, dejándolos a no más de 5 centímetros del capullo. Coloque las flores sobre una capa de arena de sílice de hasta 5 centímetros en un recipiente apto para microondas. Luego, cubra las flores, con los capullos hacia arriba, con una segunda capa de arena de sílice de 3 centímetros. Si nota que los pétalos se deforman bajo el peso de la arena, ajuste su posición con un palillo para restaurar su forma.
  • Secado: Ajuste el tiempo de secado según la potencia de su microondas. Para iniciar, use baja potencia (30-50%) y comience con 2-3 minutos. Este método es rápido y fácil, pero presenta un riesgo de sobrecalentamiento y menor control sobre el proceso. Para evitar el sobrecalentamiento, puede colocar un vaso con agua en el microondas para mantener la humedad y prevenir el quemado de las flores.
  • Post-secado: Una vez completado el proceso, coloque el tarro en un lugar oscuro y bien ventilado. Después de 24 horas, retire las flores secas de la arena y use un pincel para eliminar el exceso de esta.

4. Secado en arena

Otro método fácil es el secado de flores con arena, una técnica versátil y efectiva que permite preservar la belleza natural de manera sencilla, manteniendo el colorido y el aspecto original de las flores.

De hecho, este método ofrece varias ventajas: es aplicable a una amplia gama de flores, preservando su color y forma natural, y no deja residuos, a diferencia de otros métodos. Es especialmente adecuado para flores con muchos pétalos, como las margaritas. Sin embargo, no se recomienda para flores delicadas como rosas, peonías y tulipanes.

  • Materiales necesarios: arena blanca, arena de sílice o arena para gatos, recipiente amplio y bajo (como una caja de cartón), frasco con cierre hermético (para el método rápido), instrumento delgado (como el mango de un pincel).
  • Preparación: Vierta una capa de 2-3 cm de arena en el fondo del recipiente y coloque la flor sobre esta capa. Luego, cubra cuidadosamente la flor con más arena, utilizando un instrumento delgado para evitar la formación de bolsas de aire y deformaciones. Asegúrese de que la flor quede completamente cubierta.

Secado: Coloque el recipiente en un lugar adecuado según el resultado deseado:

  • Lugar seco y cálido: Para un secado más rápido y una mejor conservación del color.
  • Lugar húmedo: Para un secado más lento, resultando en un color ligeramente más pálido.

Deje el recipiente en el lugar elegido durante aproximadamente tres semanas para un secado completo.

  • Post-secado: Retire la arena con cuidado, sosteniendo la flor firmemente y use un suave chorro de aire para eliminar los restos de arena sin dañar la flor.

Recomendaciones:

  • Experimente con diferentes condiciones de secado para obtener resultados variados en términos de color y textura.
  • El tiempo de secado puede variar según el tipo de flor y las condiciones ambientales.

5. Secado al sol

El secado de flores al sol es quizás el método más fácil y natural de todos. Es particularmente efectivo para plantas aromáticas y flores resistentes. Este proceso aprovecha la energía solar y la circulación de aire para deshidratar las flores de manera gradual y uniforme.

  • Preparación de las flores: Corte las flores o hierbas en el momento óptimo, preferiblemente por la mañana y elimine cualquier hoja dañada o marchita. Luego, coloque los tallos de las flores sobre una superficie de madera, distribuyéndolas de manera amplia y asegurándose de que no se superpongan.
  • Secado: Coloque la bandeja o superficie en un área que reciba la máxima incidencia solar posible. Asegúrese de que el espacio esté bien ventilado para facilitar la evaporación de la humedad. Si está en zona de lluvias, debe mover la bandeja al interior si es necesario.

Consejos adicionales:

  • Este método funciona para hierbas como lavanda, romero, tomillo y otras plantas aromáticas.
  • Verifique el progreso diariamente. Las flores están listas cuando se sienten crujientes al tacto y los tallos se quiebran en lugar de doblarse.
  • Una vez secas, almacene las flores en un lugar oscuro y seco para conservar su color y aroma.

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