Técnicas de riego: ¿cuáles existen y qué debe tener en cuenta para implementarlas?

El riego es una práctica fundamental en la agricultura y la jardinería, asegurando que las plantas reciban el agua necesaria para su crecimiento y desarrollo. Con la creciente preocupación por la sostenibilidad y la eficiencia en el uso de los recursos hídricos, las técnicas de riego han evolucionado significativamente. Desde métodos tradicionales como el riego por surcos hasta innovaciones tecnológicas como el riego por goteo y la automatización inteligente, cada técnica presenta sus ventajas y desafíos.

De acuerdo con el ingeniero ambiental y agricultor urbano de Colviveros, Ignacio Méndez, estas son las técnicas de riego que existen, sus beneficios y las plantas más convenientes para usarlas. “Cada una de las técnicas de riego presenta ventajas específicas y se adapta a diferentes condiciones de cultivo y tipos de suelo. La elección adecuada puede marcar una gran diferencia en la productividad agrícola y en la conservación del recurso hídrico”, aseguró Méndez.

Riego por superficie: El agua se distribuye sobre la superficie del suelo y se infiltra hacia las raíces de las plantas, se puede realizar mediante surcos, inundación o riego por bordes y requiere un terreno nivelado para evitar el escurrimiento excesivo y la erosión. Las plantas a las que más le conviene esta técnica son las de cultivos de arroz, maíz, algodón y alfalfa, y sus beneficios son su simplicidad y economía, favorecimiento en la recarga de acuíferos y que es adecuada para suelos con buena capacidad de retención de agua.

Riego por aspersión: El agua se distribuye en forma de lluvia mediante aspersores colocados en la superficie o sobre soportes elevados, requiere un sistema de tuberías y aspersores adecuadamente distribuidos. Las plantas a las que más les conviene son las hortalizas, césped, flores y cultivos de hoja ancha como el trigo. Sus beneficios son la distribución uniforme del agua con menor pérdida por evaporación en comparación con el riego por superficie, y la flexibilidad en la aplicación en diferentes tipos de terreno.

Riego por goteo: El agua se suministra directamente a la zona radicular de las plantas mediante tuberías y emisores de goteo, requiere un sistema de filtración para evitar el bloqueo de los emisores. Los árboles frutales, viñedos, hortalizas y cultivos en invernadero son las plantas más beneficiadas por esta técnica. Tiene una alta eficiencia en el uso del agua, con pérdidas mínimas por evaporación y escurrimiento, la promoción del crecimiento de raíces profundas y saludables, y la reducción del riesgo de enfermedades foliares al mantener el follaje seco.

Riego subterráneo: Consiste en la instalación de tuberías perforadas o emisores de goteo enterrados bajo la superficie del suelo, requiere un diseño cuidadoso para asegurar una distribución uniforme del agua. Las plantas a las que más le conviene son los árboles frutales, viñedos y cultivos permanentes, y los beneficios de usarla son que minimiza la evaporación y el escurrimiento, mejora la eficiencia del uso del agua y reduce el crecimiento de malezas, disminuye el riesgo de enfermedades de las plantas debido a la reducción de la humedad en la superficie.

Riego por exudación: Utiliza tuberías porosas que exudan agua de manera uniforme a lo largo de su longitud, en hortalizas, cultivos en invernadero y plantas ornamentales. Sus beneficios son la distribución homogénea del agua directamente a las raíces, alta eficiencia en el uso del agua, reducción del estrés hídrico y mejor crecimiento de las plantas.

Riego automatizado: Integra sensores de humedad del suelo, temporizadores y sistemas de control para automatizar la aplicación de agua, requiere inversión en tecnología y un diseño adecuado del sistema. Es aplicable a una amplia variedad de cultivos, tanto en campo abierto como en invernadero, sin mayor preferencia, y sus beneficios son la optimización del uso del agua mediante la aplicación precisa y oportuna, reducción de la mano de obra y mayor eficiencia operativa y mejora en el rendimiento de los cultivos y en la sostenibilidad del sistema de riego.

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El riego es una práctica fundamental en la agricultura y la jardinería, asegurando que las plantas reciban el agua necesaria para su crecimiento y desarrollo. Con la creciente preocupación por la sostenibilidad y la eficiencia en el uso de los recursos hídricos, las técnicas de riego han evolucionado significativamente. Desde métodos tradicionales como el riego por surcos hasta innovaciones tecnológicas como el riego por goteo y la automatización inteligente, cada técnica presenta sus ventajas y desafíos.

De acuerdo con el ingeniero ambiental y agricultor urbano de Colviveros, Ignacio Méndez, estas son las técnicas de riego que existen, sus beneficios y las plantas más convenientes para usarlas. “Cada una de las técnicas de riego presenta ventajas específicas y se adapta a diferentes condiciones de cultivo y tipos de suelo. La elección adecuada puede marcar una gran diferencia en la productividad agrícola y en la conservación del recurso hídrico”, aseguró Méndez.

Riego por superficie: El agua se distribuye sobre la superficie del suelo y se infiltra hacia las raíces de las plantas, se puede realizar mediante surcos, inundación o riego por bordes y requiere un terreno nivelado para evitar el escurrimiento excesivo y la erosión. Las plantas a las que más le conviene esta técnica son las de cultivos de arroz, maíz, algodón y alfalfa, y sus beneficios son su simplicidad y economía, favorecimiento en la recarga de acuíferos y que es adecuada para suelos con buena capacidad de retención de agua.

Riego por aspersión: El agua se distribuye en forma de lluvia mediante aspersores colocados en la superficie o sobre soportes elevados, requiere un sistema de tuberías y aspersores adecuadamente distribuidos. Las plantas a las que más les conviene son las hortalizas, césped, flores y cultivos de hoja ancha como el trigo. Sus beneficios son la distribución uniforme del agua con menor pérdida por evaporación en comparación con el riego por superficie, y la flexibilidad en la aplicación en diferentes tipos de terreno.

Riego por goteo: El agua se suministra directamente a la zona radicular de las plantas mediante tuberías y emisores de goteo, requiere un sistema de filtración para evitar el bloqueo de los emisores. Los árboles frutales, viñedos, hortalizas y cultivos en invernadero son las plantas más beneficiadas por esta técnica. Tiene una alta eficiencia en el uso del agua, con pérdidas mínimas por evaporación y escurrimiento, la promoción del crecimiento de raíces profundas y saludables, y la reducción del riesgo de enfermedades foliares al mantener el follaje seco.

Riego subterráneo: Consiste en la instalación de tuberías perforadas o emisores de goteo enterrados bajo la superficie del suelo, requiere un diseño cuidadoso para asegurar una distribución uniforme del agua. Las plantas a las que más le conviene son los árboles frutales, viñedos y cultivos permanentes, y los beneficios de usarla son que minimiza la evaporación y el escurrimiento, mejora la eficiencia del uso del agua y reduce el crecimiento de malezas, disminuye el riesgo de enfermedades de las plantas debido a la reducción de la humedad en la superficie.

Riego por exudación: Utiliza tuberías porosas que exudan agua de manera uniforme a lo largo de su longitud, en hortalizas, cultivos en invernadero y plantas ornamentales. Sus beneficios son la distribución homogénea del agua directamente a las raíces, alta eficiencia en el uso del agua, reducción del estrés hídrico y mejor crecimiento de las plantas.

Riego automatizado: Integra sensores de humedad del suelo, temporizadores y sistemas de control para automatizar la aplicación de agua, requiere inversión en tecnología y un diseño adecuado del sistema. Es aplicable a una amplia variedad de cultivos, tanto en campo abierto como en invernadero, sin mayor preferencia, y sus beneficios son la optimización del uso del agua mediante la aplicación precisa y oportuna, reducción de la mano de obra y mayor eficiencia operativa y mejora en el rendimiento de los cultivos y en la sostenibilidad del sistema de riego.

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