En la mayoría de ocasiones, los animales desarrollan este tipo de adicción por un comportamiento irresponsable de sus propietarios.
Foto: Eder Rodríguez
En la ciudad de Plymouth, ubicada al suroeste de Inglaterra, un labrador retriever de dos años llamado Coco tuvo que ser tratado por su adicción al alcohol. Según el Fideicomiso de Bienestar Animal de Woodside, organización benéfica de realojamiento de animales, Coco y otro perro, cuyo nombre era George, consumieron varias bebidas alcohólicas de su dueño, quien falleció por causas desconocidas.
Por Sebastián Muñoz López
Periodista con profundización en relaciones internacionales y seguridad, paz y conflicto.@Sebasmunozlpsmunoz@elespectador.com
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