Apareamiento de gallos domésticos y salvajes podría afectar a la especie silvestre
Un estudio demostró que, a lo largo de los años, se ha ido perdiendo el genoma salvaje de los gallos. En La Red Zoocial le contamos cuáles podrían ser las consecuencias.
El gallo doméstico, cuyo nombre científico es gallus gallus domesticus, es una subespecie de gallos que empezó a ser utilizada hace miles de años por los seres humanos para la producción de carne y huevos.
La especie salvaje de la cual se derivó este animal doméstico es el gallus gallus, conocido actualmente como gallo asiático. Son aves muy similares en su forma física, aunque el proceso de domesticación causó una gran diferenciación genética.
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Un estudio publicado en la revista PLOS Genetics demostró que, a causa de la intervención humana, los gallos salvajes han ido perdiendo progresivamente su hábitat natural.
Los investigadores explican que la introducción de gallos domésticos en espacios abiertos en los que puede haber presencia de gallos salvajes genera un proceso llamado introgresión genética.
Básicamente, consiste en que, por la cercanía entre las especies, estas se aparean. Cuando esto ocurre, las crías resultan siendo un híbrido entre el gallo doméstico y el gallo salvaje, teniendo como consecuencia una pérdida en la genética salvaje del animal, pues los genes de la especie doméstica se pasan a esta.
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En el estudio se comparó el ADN de gallos salvajes de hace cerca de 100 años con ejemplares actuales. Los resultados mostraron que entre 20% y 50% de la ascendencia del gallo salvaje actual corresponde al gallo doméstico.
Además, identificaron que esta hibridación ha ido en aumento con el tiempo. Aunque el gallo salvaje actualmente se encuentra catalogado como una especie de preocupación menor, los investigadores hacen un llamado para protegerlos, pues en unos años podrían estar en riesgo.
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La introgresión podría generar que pierdan genomas clave dentro de su ADN, que son los encargados de su evolución para adaptarse a la vida salvaje, a cambios en su ecosistema, entre otros.
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El gallo doméstico, cuyo nombre científico es gallus gallus domesticus, es una subespecie de gallos que empezó a ser utilizada hace miles de años por los seres humanos para la producción de carne y huevos.
La especie salvaje de la cual se derivó este animal doméstico es el gallus gallus, conocido actualmente como gallo asiático. Son aves muy similares en su forma física, aunque el proceso de domesticación causó una gran diferenciación genética.
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Básicamente, consiste en que, por la cercanía entre las especies, estas se aparean. Cuando esto ocurre, las crías resultan siendo un híbrido entre el gallo doméstico y el gallo salvaje, teniendo como consecuencia una pérdida en la genética salvaje del animal, pues los genes de la especie doméstica se pasan a esta.
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Además, identificaron que esta hibridación ha ido en aumento con el tiempo. Aunque el gallo salvaje actualmente se encuentra catalogado como una especie de preocupación menor, los investigadores hacen un llamado para protegerlos, pues en unos años podrían estar en riesgo.
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